Capítulo uno

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Siempre pensé que mi vida era de alguna forma perfecta en cierto punto,tenia amigas,una familia que me demostraba que me quería y me entendía, yo me quería, era una persona con luz propia que agradecía las cosas que la vida le daba,en los malos momentos solía actuar y pensar positivamente sin perder nunca mis esperanzas de que todo podría mejorar,una idiotez.

No se muy bien que fue lo que me paso,tal vez sea que estoy en plena etapa de adolescente o simplemente fue que me canse de recibir yo los golpes,todos eran para mi y cada vez eran más fuertes y dolían más, un dolor insoportable que no se comparaba con nada físico, entonces cambié, deje de ser esa nena chiquita de trece años que pensaba que todo podía mejorar,que le encontraba color a su patética vida aunque estuviera gris. Es ilógico porque siempre había odiado los cambios,desde que tengo memoria he odiado que las cosas dejen de ser como yo las conocía,odiaba que mi mejor amiga se cambiará de escuela,odiaba que mi programa favorito terminara,odia cualquier cosa que cambiara,aunque sea mínima, yo la odiaba. Sin embargo a pesar de mi constante odio a las cosas que cambian,termine siendo una estúpida hipócrita que iba en contra de sus ideales,que cambio completamente de un día para el otro ¿pprque cambie si odiaba que las cosas dejen de ser lo que eran? Siempre me pregunte eso y no se que fue lo que hize para perder toda emoción en mi vida,pero la quería de vuelta y no sabia como.
No podía.
No quería.

Me llamo Alai,significa alegría ¿estupido no? Aunque tal vez no tanto,si fui alegre,feliz,con sonrisas sinceras y no falsas para que nadie piense que yo,la nenita que irradiaba luz,era una sombra en su propia vida. Mi segundo nombre era Azul, lo había elegido mi padre,porque hací se llamaba una de sus ex novias,o eso me habían dicho.

Estoy lo cumplir mis quince años en cuatro meses.Mi familia se había ofrecido a hacer una gran fiesta,o un viaje lejos de aquí, eso podría funcionar,pero no,no quería ni una estúpida fiesta ni un viaje, no quería nada,no quería festejar,tal vez me conformaría con un viaje a una cuidad más grande de la que vivo,dentro de mi pais,lo compartiría con mis amigas,o lo que quedaba de ellas.

Mi mamá si quería que festejara con una fiesta,pero no me obligaba a nada y se lo agradecia.

Aunque no parezca he echo varias cosas a lo largo de mi corta vida. Uno de los recuerdos más patentes que tengo de mi infancia son las escuelas de verano. Esta quedaba a cinco cuadras de donde yo vivía.

Fui desde los siete años hasta los once, en donde para mi salir a jugar distintos deportes,nadar en una piscina enorme y compartir con mis amigas dejo de tener sentido y se convirtió en una molestia más en mi vida,no quería levantarme temprano cundo ya no tenia que ir al colegio.

Aprendí muchas cosas,como jugar al ajedrez o al béisbol, me encantaba estar ahí.
Tenia varias amigas con las que compartía a na hora del almuerzo y también había un grupo generoso de mis compañeros de na escuela a la que asistía en ese entonces. Una en particular llamó mi atención, su nombre era Constanza y yo la admiraba,la envidiaba,la seguía, queria ser como ella,quería tener lo que ella tenia,su cabello rubio y ondulado que caía en forma de cascada, su dinero,su simpatía, su vida interesante,en donde no te podrías aburrir como yo.
Me había invitado una vez a lo que según ella era una na mansión y no una casa de familia y yo moría por conoserla mejor y ver todas sus cosas,pero mi madre no me dejo ir y nunca lo entendí ni se lo perdoné, había arruinado mi única oportunidad de conocer a Constanza e intentar imitarla,patético.Durante un largo periodo de ser amigas me dijo que se mudaría a otra cuidad más grande por el trabajo de su padre,otra mentira. Con el tiempo dejó de hablarme ¿porque le hablaría a la niña rellenita que no usaba marca de ropa como ella? Descubrí que era todo una mentira, y no hablo de nuestra amistad, hablo de su vida,todo lo que me dijo era mentira,seguro para desahacerse de mi.

También había un chico,el típico moreno con ojos color miel del cual no solo yo estaba enamorada,mi grupo de amigas de la colonia igual,nunca a me miro ni me hablo. Solia sentarme en una banca solo para admirarlo cuando jugaba al voleybol playero,era hermoso,pero nunca me miro se veía mejor compartiendo su almuerzo con Constanza.

Fantasmas que atormentanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora