Falsas promesas

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¿Y a quién no le han dicho nunca un 'siempre te ayudaré'?
¿A quién no le han dicho un 'siempre estaré para ti'?
¿A quién no le han dicho que a pesar de la todo seguirán contigo?

En muchas ocasiones cuando nos dicen esas cosas, no deberíamos fiarnos de esas personas, muchas veces ellos son los primeros que nos meten la puñalada trapera por la espalda, a la larga las puñaladas se van haciendo mayores hasta tal punto que has intentado arreglar mil veces y no has conseguido nada, tan solo porque la otra persona se rige por su propia ley, por la desconfianza.

La verdad es que a mi nunca me ha ido eso de ser falsa, que yo soy de las que para ser falsa prefiero pasar de esas personas y no saber nada más de ellas, o al menos saber lo menos posible, porque...¿De qué sirve tener en tu vida a una persona que ya solo lo único que te puede traer son problemas? Yo, sinceramente, la gente problemática, sintiéndolo mucho, no la quiero en mi vida.

Si, puede que algún día, los momentos junto a esa persona fueran bonitos, puede que tal vez esos recuerdos tengan un hueco en mi memoria, pero por nada del mundo volveré a querer repetirlos.

Casualmente las personas que más te 'ayudan' o intentan hacerlo, luego se van, con millones de cosas que saben a cerca de ti, cosas que la mayoría del resto de personas no deberían saber porque son en parte confidenciales y que las contaste porque en su momento confiabas en aquella persona, esa misma que se fue y contó muchas de las cosas que tu le habías confiado.

Hay que saber bien a quién queremos tener a nuestro lado, a quién queremos confiarle nuestros secretos y a quién queremos contarle nuestros altibajos, nuestros ataques de rabia.

Por mucho que te digan 'puedes confiar en mí', jamás confíes sin comprobar por ti mismo que puedes confiar ciegamente en una persona, siempre teniendo cuidado.

Lo que deberíamos hacer es ver cómo es realmente una persona y si realmente se puede confiar en ella antes de contarle nuestros secretos.

Me odio en parte por haber confiando en quien no se merecía nada de mi parte, me arrepiento de ello, pero no me arrepiento del aprendizaje que eso me dió, no me arrepiento de que se hayan ido de mi vida esas personas que ya no tienen lugar en mi día a día. Me alegra que se hayan ido porque así me he dado cuenta de en quién puedo confiar realmente.

Ahora bien, cuando te digan un 'no te voy a abandonar nunca', 'podrás contar conmigo siempre ', o un 'nunca dejaré que te hundas', primero estudia bien el entorno de esa persona y como es con la gente, es muy fácil prometer eso y luego desaparecer.

Se debería acabar eso de ver bondad en todo el mundo, ya que todo el mundo no es como nosotros creemos.

Lo dicho, todo promesas, todo falsas y sucias promesas.

El tiempo no perdonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora