Capítulo 2. Cae el sol

16 1 1
                                    

— Lo primero que deben recordar y que siempre se los repito es que el hambre, esa sed que ustedes sienten es mental, la pueden controlar. Gran parte de ustedes estoy seguro que no lastimaría a un familiar o ser querido, así que cuando sientan la necesidad de atacar piensen que sus víctimas son ellos, también gran parte de ustedes ha matado ya, piensen en lo mal que se sintieron después —trataba de escuchar atenta al profesor pero ya estaba entiendo mejor lo que me decía Alec, no puedo con los pensamientos de estos seres.
— Probemos algo, Chloe tu eres la más reciente a la que convirtieron en este salón y eres la nueva por ende tu sed debe ser incontrolable, así que acércate a mi —este es el momento donde empiezo a maldecir, creo que debí haberme imaginado que me tomarían para los ejemplos por ser la nueva, hago caso y me levanto de mi puesto yendo hasta dónde está el profesor.
— Alec por favor —el profesor le hace una seña para que abra un armario en frente mío, tengo un mal presentimiento de esto porque ya el olor de la sangre me estaba pegando desde hace rato y al abrirse me quedo sorprendida de ver un humano hipnotizado dentro del armario con varios cortes— ¿En qué piensas Chloe? ¿No te parece apetitoso o es que prefieres una vena femenina? —
Solo veo la sangre correr, siento mi garganta arder pero yo se que puedo aguantar, yo puedo, yo puedo— Sangre es sangre sin importar de que vena venga y en lo que pienso es que no me esperaba que en el armario estuviera un humano —respondo a duras penas, un cigarro, un cigarro me vendría bien o alcohol o algo de comida.
— ¿No quieres morderlo? ¿Segura qué estás pensando solo en eso? —estoy tensa, de que lo quiero morder y drenar toda su sangre, lo quiero hacer.
— No aguanto más —digo en un susurro que para el oído de un vampiro no es nada, salí corriendo con velocidad de mi sitio, el profesor y los demás juraban que me le lanzaría encima al pobre hombre pero al contrario fui por mis cigarros.
Luego de un par de caladas ya estaba más calmada— Impresionante —escucho decir al profesor mientras tiro las cenizas en un vaso plástico que llevaba en el bolso— Honestamente Chloe lo hiciste mejor de lo que pensaba, juraba que ibas a ir por la vena —
— Usted y todos en el salón pensaban lo mismo, que bueno que le he servido de entretenimiento por un momento a un grupo, lamento no cumplir con sus expectativas —digo viendo al grupo con un falso puchero— Esperen a que llegue otro neófito porque a mi no me van a ver en esas —enciendo otro cigarro y guardo mis cosas en mi bolso para ir a la siguiente clase, en el pasillo una chica de cabello rosa, ojos marrón claro y delgada se me acerca.

— Sigo impresionada por tu control, a todos los nuevos le hacen eso. A mi también me lo hicieron una vez pero yo si fui por la vena, igual el profesor no te deja acercarte al humano —la veo tender su mano hacia mi— Soy Grace Green —
— Chloe Grigori, es un gusto —le digo tomando su mano.
— Lo se, igual el gusto es mío por cierto eres la compañera de cuarto de Alec ¿verdad? —asiento mirándola sin decir nada— ¡Lo sabía! —la miré confundida caminando hacia el otro salón.
— ¿Qué acaba de pasar? —le pregunto mientras entramos y tomamos asiento.
— Es que yo veo el futuro, te vi llegar y te vi en su habitación y luego al verte en la clase fue como no se, no me creí que fueras real —
— Interesante —puedo ver en su mente de que ella es más del estilo de Alec que del grupo este de la clase anterior, también puedo ver que ellos son algo así como amigos pero ella es más del tipo empalagoso y el del tipo solitario, esta clase se me estaba haciendo aburrida e innecesaria porque esto lo dominaba pero igual no estaba de más, me pongo a intentar ver la visión que ella tuvo mía y me encuentro que en una vio lo de hoy y algo que podría ocurrir o no en un tiempo incierto.

Después de esta clase venía como una hora de descanso en donde o ibas al comedor o paseabas por las instalaciones un rato para luego volver a otras dos clases, bueno dos en el caso de los que son como yo y tienen una habilidad especial. Al tocar esa hora fui de una al comedor y tomé un par de bolsas de sangre, imagino que en este instituto en otra época habrían tenido a una gran cantidad de vampiros porque el lugar es increíblemente enorme para los pocos que somos, tomé asiento en una mesa cualquiera viendo a quienes estaban en el lugar mientras destapaba la bolsa y bebía de esta, en una mesa estaba el grupito este que no tiene buenas intenciones y en otra mesa estaba Grace con otros tres vampiros, pensé que Alec era de los que paseaba hoy porque no lo había visto hasta que tomó asiento frente mío.

— Creo que hoy dejaste a más de uno sorprendido e impresionado con tu control y con... —se señala la cabeza con el dedo índice y entiendo a que se refiere a lo de la lectura de mentes— Ni yo esperaba que fueras por los cigarros —admitió bebiendo de su bolsa.
— En un principio iba a ir por la vena pero me disgustó demasiado ver al humano ahí —admití mirándolo por alguna razón sentía la curiosidad de si él había tenido medio algo con Grace así que aproveché de esta habilidad para investigar.
— Lo se, lo noté en tu cara pero también note el deseo y no podía decir bien cual era mayor que el otro —comenta terminando su bolsa y abre otra haciendo una mueca mirándome— Dime por favor que no estas metida en mi mente —niego mirándolo.
— Te dije que no lo controlo pero estoy haciendo lo posible por no leer tu mente —en parte era verdad, en parte era mentira pero vi lo que quería ver así que ya no tendría que volver a entrar ahí de ese modo.
— Creo que ya con esa clase entendiste lo que te había dicho en la habitación —asentí suspirando y rodando los ojos, abrí mi tercera bolsa y dejé guardada en el bolso dos para la mini-nevera.
— Son una mierda, tampoco me interesan pero espero que algún día se mueran —bebo de la bolsa hasta dejarla a la mitad, Alec se contuvo en decirme "somos inmortales, no morimos" hasta que me entendió porqué lo decía, en eso pensó en estacas, fuego o en corazones fuera del cuerpo.
— Ojalá y sea pronto —dice al levantarse haciéndome un seña para irnos porque ya era hora de la otra clase, bebí la otra mitad de la bolsa y la boté juntos con las demás.

La clase sobre hipnotismo se me pasó rápido pero fue la clase de habilidades la que se me pasó súper lento, a pesar de eso, esa clase fue la que más me ayudó hoy. Pude "silenciar" por un momento las voces en mi cabeza, por unos cuantos segundos tuve paz. Cuando la clase finaliza los que estaban ahí salieron corriendo sin pensarlo dos veces menos Grace, uno de los vampiros de los tres con los que estaba y Alec el cual casi que al mismo tiempo que cuando Grace se me acercaba me tomó por la muñeca y me hizo correr con el hasta la parte del instituto que le correspondía a las sirenas, de este lado todo era más colorido y tenían como una especie de lago para ellas, imagino que es bastante profunda.

— ¿Qué hacemos aquí? —pregunto colocándome en frente de el con los brazos cruzados.
— Es mejor hablar aquí que allá —ve a los lados, yo no percibo ningún pensamiento de los nuestros, solo el de el y los sueños de las sirenas— Grace es buena, algo empalagosa pero en fin y al cabo es buena junto con los otros tres vampiros, puede ser que pierdan algo el control pero nunca van a ser como el grupo de Max y Chad, no creas que después de lo que les hiciste en la primera clase se van a quedar quietos, ellos se toman todo personal, no tienen control, son unos monstruos —
— Alec todos aquí somos monstruos —le veo ladeando la cabeza, el me mira también.
— Si Chloe pero yo tengo algo de humanidad, tu también y en medio de todo Grace también, ellos simplemente la pierden cada día que pasa, quiero que estés pendiente y uses esta habilidad que tienes —toca mi frente con su dedo índice— Se que te es difícil controlarla pero trata de enfocarte en ellos, no quiero que nada te pase —
— Si tuviéramos tiempo conociéndonos y siendo amigos o algo así ya hubiera bromeado por el tono protector que acabas de emplear pero tomaré lo que has dicho porque tu sabes como son las cosas aquí —le digo soltando un suspiro, el pasa su brazo por mi hombro y me hace seguir caminando por el instituto hasta el amanecer si bien es cierto que yo no tenía que ocultarme del Sol preferí acompañarlo a la habitación.

Si algún día alguien lee esta obra, espero entonces que les guste y que se pasen por la otra también. En el multimedia tienen a Chloe :)

No puedes huirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora