Diez

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Charlie: ¿Tú me escribes diciendo que deseas una segunda oportunidad, que no "me dejarás ir una segunda vez" y que me extrañas pero sigues en Nueva York y no planeas volver? ¿No te importa llegar y desordenar mi interior para luego simplemente salirme con que sigues en Nueva York? ¿Quién te crees, Nathan?

Nathan: En definitiva, alguien más maduro que tu.

Charlie: ¿Qué tienes? Tu... tu nunca, jamás me había hablado así.

Nathan: La exhibición salió mal, ¿sí? Y no tengo ganas de discutir algo tan tonto como esto. Buenas noches, Charlie.

Una lágrima rodó por la mejilla de Charlie, ella no la limpió y tras de esa primera lágrima salieron más y más. Ella estaba sentada en la esquina de su cuarto, junto a la ventana viendo las estrellas. Charlie solo podía desear con todas sus fuerzas algún tipo señal, algo que la hiciera ver si era mejor seguir intentándolo con Nathan o simplemente rendirse. Algo, una señal, lo que fuese.

Entre Charlie y NathanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora