Los Trillizos Bieber-Justin Bieber y Tu (EDITANDO)(ADAPTADA)

Capitulo 28

- Esto - dijo blake una vez los chicos se habían ido -Ha sido muy raro.

Cerré la puerta y rodé los ojos.

- Bienvenido a mi nueva vida. - dije y me tiré a la cama.
- Ósea - dijo el incrédulo - Los tienes locos por ti, a los dos.
- Que va - admití - dereck esta liándose con una tía y justin lo único que quiere
es tenerme en su cama.
- ¿Y el tercero? -preguntó el divertido.
- jason - lo mencioné suspirando - No creo que te guste conocerlo.

De repente la puerta se abrió de par en par y jason apareció. Y con eso, mi
cara de asombro total también.

- Eh Zorra ¿Has visto mi dibujo? No lo encuentro - declaró mirándome
impasible mientras mi primo estaba en estado de ¿Shock? Sí,
probablemente.
- No - dije algo intimidada.
- Ah pues nada, si lo ves me das un grito - dijo jason y luego se quedó
mirando a blake con el ceño fruncido. - ¿Y tu quien cojones eres?
- Soy blake - dijo mi primo intimidado también.

Jason volvió a fruncir el ceño y luego abrió la boca.

- Ya tengo bastantes extraños en mi casa, uno mas, sobra. - dijo jason
impasible y blake me miro por el rabillo del ojo.
- Tranquilo, yo luego me voy - dijo Blake y jason esbozó una sonrisa de burla.
- Así que, has venido a follar y luego te vas. Que listo. - dijo jason. - Bueno,
no hagáis ruido. Que no tengo ganas jodidos en mi casa, sino la zorra
se va fuera. Adiós.

Dicho esto salió y cerró de un portazo.

- ¿Enserio? - dijo Blake riendo - ¿He venido a follar con mi prima? Eso es delito ¿Verdad?
- Si, es delito.- dije yo - Creo, bueno no se.
- Yo tampoco lo se.
- Da igual.
- Ese jason da miedo - dijo blake mirándome.
- Lo se, pero esta buenísimo eso no me lo puedes negar - dije yo y el frunció el
ceño.
- Lo siento, yo normalmente no me fijo en los hombres. Pero si quieres que te
diga que esta bueno. Yo te lo digo - dijo el y le tire un cojín.
- Idiota. - dije yo.
- Tonta
- Te odio
- Yo también prima

Solté una carcajada y blake también lo hizo.

- Ahora en serio, renuncias a tu cacho de mansión, tu coche con chofer, y a
mi... ¿Por estos tíos que encima son iguales? Que poco original... - dijo blake
en broma pero sin darse cuenta de que eso me hacía daño.
- Ellos valen mucho más que mi mansión y mi chofer - dije seria - Y sabes?
Pienso que más que mis padres. Están locos, son bipolares, uno es raro y
ahora esta as raro aun. El otro es un pervertido que hace lo que sea para que
yo acabe en su cama y el otro me odia y me llama perra, puta y zorra. Aunque
creo que al final me cojera cariño. Pero, no se, estos últimos meses, han sido
más cercanos a mi de lo que nunca mis padres los han sido.

Blake me miró serio.

- ¿Que ha pasado? - preguntó el, no hacía falta que le contara, el ya sabía que
algo había pasado. Con mis ultimas palaras lo había dejado claro.
- Ellos... Ellos... - comencé a tartamudear al acordarme de aquella noche de
setiembre. De como lloré, de como por primera vez en mi vida, dije basta a lo
que ellos hacían sobre mi. Yo era una marioneta, guiada por sus manos,
atada. No podía hablar, no podía quejarme, no podía decir lo que pensaba. Mi
vida, estaba destinada a algo, que nunca quise. Y al final tuve que enfrentarme
a ello, no iba a dejar que mi vida se convirtiera en una amargura, solo porque
ellos no quisieran apoyarme. - Me peleé con ellos. Le dije que no iba a
estudiar empresariales, y que me iba de casa, porque, estar con ellos era un
infierno. Estaba todo el día sola en casa, y por la noche, de cena de negocios
en cena. Eso no era vida. Blake, no sabía que hacer. Estaba siempre sola, me
tenían en una burbuja, que no podía romper y me ahogaba yo sola.
Algunas lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, debido a la impotencia
que aquello me daba. Y en ese momento, las palabras de mi padre
repiqueteaban mi mente.
- Ven aquí - dijo blake abriendo los brazos, invitándome a llorar en su hombro.
Me moví y dejé que me abrazara.
- Eres una vergüenza - repetí las palabras de mi padre, aquellas que nunca,
por nada del mundo se borrarían de mi mente. Nunca. - Si no vas a hacer tu
deber, puedes salir por esa puerta y olvidar que alguna vez perteneciste a esta familia.