─Te tengo el dato, será en dos semanas, en el parking del hospital central a las dos de la tarde...
─[La persona al teléfono dice algo]
─Okay adiós.
Me alejé de la puerta y seguí mi camino; ¿Quién era esa persona, con quién hablaba y de qué hablaban?
─Esto no puede ser bueno─ Pensé.
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*Narra Alex*
Abrí mis ojos, el sol empezaba a entrar por las rendijas de la persiana, me levanté, fui al baño, hice lo debido, al salir me acerqué al ropero, Sophie había dicho que me tenían ropa en él, tomé una camisa negra manga-larga y un pantalón rojo carmesí, me puse la camisa con las mangas hasta los codos y el pantalón me entró un poco ajustado; luego tomé un par de zapatillas deportivas que habían en una caja bajo la cama y me las puse.
─Vaya vaya, no están mal, justo de mi talla.─ Pensé.
Tomé mi Glock, que estaba sobre el ropero, la puse en la pretina de mi pantalón y salí hacia la habitación de mis primos; de camino me crucé con mi hermana.
─Hola enana.
─Hola idiota, ¿Cómo amaneciste?
─Pues dormido pendeja, okay no, pues bien ¿Y tú qué tal?
─Un poco mal, me dio un poco duro lo de papá, pero era obvio lo que iba a pasar desde que todo esto empezó.
─Si...
─¿Y cómo vas con lo de tu novia?
─Pues busco cualquier cosa que me distraiga, pero cuando lo recuerdo me da mucha tristeza y ahora con lo de papá más aún.
─Oh, hay que mirar hacia adelante, hacia atrás solo para ver si una de esas cosas nos sigue.
─Tienes razón, y, ¿Tú y Jhon, cómo va todo?
─Muy bien, él es muy lindo conmigo, hasta me dijo que me tomara el día libre para estar con mamá que se encuentra mal.
─Oh, salúdala de mi parte; ya me voy, debo ir donde el idiota de tu novio.
─Oye, no es un idiota; tú eres un idiota.
─Y tú una enana sin cerebro.
─Cállate.
─Adiós pendeja.
─Adiós estúpido.
Le di un beso en la frente y me dirigí hacia la oficina del novio de mi hermana, cuando llegué no estaba Sophie, tal vez se despertó un poco tarde; continué y entré al despacho, ya estaba Jhon ahí.
─Buenas director.
─Llámame Jhon, y hola Alex, siéntate.
─¿Qué tienes para mí...Jhon?─ Me senté.
─Espera, falta alguien, ese alguien te acompañará a dejar la nota y te vigilará.
Me levanté de la silla alterado.
─¿¡Vigilarme!?
─No es que yo desconfíe, pero algunas personas sí, además es el protocolo.
En ese momento entró la hermosa chica del día anterior.
─Buenas director.
─Hola Alice.
─Buenos días linda.─ Dije ofreciéndole la silla.
─Buenos días lindo, gracias.─ Se sentó.
─Si es ella la que me vigilará, que me vigile hasta cuando duerma.
─Si tú lo quieres.─ Me sonrió y me guiñó el ojo; mierda es hermosa por donde la miren.
Es un poco más baja que yo, tiene el pelo castaño claro, de tez morena, debe tener al menos dieciocho o diecinueve años, ojos color miel, pestañas perfectas, boca perfecta, joder es perfecta.
─Basta de coqueterías─ Interrumpió Jhon─ lo acompañarás a llevar esa nota al hospital, no está muy lejos pero aun así tened cuidado.
─Sí señor.─ Dije.
─Okay, vayan a por armamento, irán ya.
─Está bien, sígueme─ Dijo tomándome de la mano─. ¿Cómo es tu nombre?
─Soy Alex, y con gusto.
─El gusto es mío y creo que ya conoces mi nombre, si no, soy Alice.
─¿Cómo la del Resident Evil?─ Vaya pregunta estúpida, acabo de demostrar lo friki que soy, a la mierda.
─Sí pero yo si soy competente y funcional.
Joder; sabe de videojuegos, ¿Esto puede ser mejor?
─Además de más linda.
─Gracias, tú no estás mal.
─Gracias─ Reí.
─¿Por qué siguen aquí?─ Gruñó Jhon.
─Okay ya nos vamos.─ Dijo Alice mientras me llevaba de la mano hacia afuera.
De salida ya estaba Sophie en su puesto, intercambiamos saludos y seguimos hacia la armería, una vez llegamos quedé boquiabierto, todas las armas que pudiese desear.
─Esto es hermoso.
─Lo sé, esa fue mi reacción al verlo por primera vez ¿Qué arma llevarás?
─No sé, creo que solo llevaré munición para mi arma personal, y tomaré una Beretta 9mm.
─¿Qué arma tienes?
─Una Glock 21.
─Oh yo tengo una Glock 18.─ Dijo mostrándomela, era muy linda totalmente negra con corredera dorada.
─Oh que genial es.─ Le mostré la mía.
─La tuya tampoco está mal, y creo que yo llevaré una Uzi y una navaja.
─También llevaré una.
Tomamos las armas junto con munición y fuimos al parking subterráneo del hotel.
─¿En qué quieres que vayamos?
─No sé Alex.
─Vamos en esa moto.
─Está bien.
Nos subimos a ella y nos dirigimos hacia el hospital central, de camino no hubo mucha charla, ni muchos zombies.
─¿En qué parte debemos dejar la nota, Alice?
─Supongo que en el pilar que hay en la mitad del parking.
─Está bien, entremos a pie para que no resuene tanto la moto.
─Vale.
Nos bajamos de la moto y empuñamos nuestras armas, una en cada mano, entramos sigilosamente; no había muchas de esas cosas ahí, tal vez 2 o 3 pero distraídas, algo así como en su mundo; avanzamos hasta llegar a un pilar que había en la mitad del parking.
─Dame la nota Alice.
─Toma─ Dijo extendiendo una hoja con de papel con un trozo de cinta hacia mí.
La tomé, y la pegué, giré y Alice estaba observándome con esos lindos ojos, desvié un poco mi mirada, levante mi Glock.
─Alex... Alex ¿¡Qué estás haciendo!?─ Dijo levantando sus manos.
No dije una palabra y disparé...
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The Beginning of the End©
Science FictionEs simple, la historia de un joven y sus dos primos, que de un día para otro se enfrentan a una apocalipsis zombie, o bueno, así les llaman... ¿Cómo más habrían de llamarle?... Pero bueno, los tres se ven enfrentados a grandes dificultades intentand...