Estaba en la puerta de mi casa, respiré profundamente y me adentre en ella, el silencio y oscuridad eran mortales para ser tan sólo las 6 de la tarde. Mi corazón estaba al borde, depronto vi que una sombra que se asomaba por la puerta de la cocina, y allí estaba el, con una cerveza en la mano, su ropa tan sucia como la piel de su cara y brazos. Papá se veía horrible, con ojeras muy notables y cara de cansancio, sus ojos estaban rojos e hinchados.
-Eres la viva imagen de tú madre... Pero más gotica- sonrió.
ESPEREN, ¿ESA FUE UNA SONRISA SINCERA?
-papá... ¿estás bien? - mis manos temblaban.
- Liz...- repitió mi acto - ¿qué si estoy bien? -ahogó una risa - Tan sólo mirame, ¿visitaste a tú madre?
- Si, lo hice. Te mandó saludos - sonreimos, mi sarcasmo salió de él.
-Liz, no se como lo haces... Digo, perder a una madre no es fácil -su cara lucía una sonrisa débil.
-Tampoco a una esposa- me acerqué para abrazarlo, el correspondió y dejó la cerveza en una mesa
-Lizi...- escuché un pequeño sollozo.
-Pá- sobé la parte de atrás de su cabeza - no quiero que te hagas más daño.
Mi papá se autolesionaba, lo descubrí una tarde cuando llegué de la escuela, estaba desmayado en su habitación con varias heridas y el brazo hecho mierda.
-¡Es que no lo soporto! - se alejó de mi tapando su cara con rabia.
-Suspiré- No es tú culpa - baje la mirada.
-Tampoco la tuya, de hecho es su culpa por hacernos sufrir tanto - reímos descaradamente.
- Mary llamó. - y la tensión volvió, BIEN HECHO LIZ.
- ¿ah si? - aclaró su gargantaMary
-Si... Papá, no quiero que te vayas.- tome su mano.
-Liz, me volveré loco si me quedó aquí. Tú ya eres una niña grande, ya tienes "empleo" y prácticamente vives sola.
-Me vas a hacer mucha falta.
-Uy, no te vayas a cortar las venas con fomi - estallamos en carcajadas.
-prometo que no lo haré - seguí riendo mientras lo abrazaba.
Mary era la directora de una institución mental, papá no estaba loco, pero mary pensaba que él necesitaba ayuda "profesional". Mary no era cualquier persona, era la hermana de mamá, exacto. La tía fastidiosa, engreída y ricachona.
Papá se iría en una semana, y no era en contra de su voluntad, yo no me quería quedar sola.
-Iré a dormir Liz, nos vemos mañana- me besó la frente.
-Papá, iré a dormir a casa de Allie, vuelvo mañana en la tarde.
-Cuidate, y no hagan ninguna locura- rió por lo bajo- Te quiero pequeña.
-Jaja lo prometo, yo también te quiero papá.
Sé que está un poco corto, pero el próximo lo haré un poco más largo ya que habrá mucho drama y así.
Espero que les guste y no olviden dejar su voto.
Bai.
