Capítulo 33

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-Punto de vista de Emma

Todo ha vuelto a la normalidad o bueno, eso parece Michael se ha pasado ya casi un mes en la disquera, ha venido totalmente cambiado, lo desconozco, supongo que es una parte del matrimonio.

En la noche llegó Michael

E: ¿Cómo te fue hoy, en la disquera?

M: Ya sabes, lo mismo de siempre.

E: Bien, vamos a sentarnos ya está lista la cena, pero primero, tienes que taparte los ojos –sonreí-

M: ¿Por qué? –Me mira extraño-

E: Es una sorpresa –tome una venda y le tapé los ojos-

Fuimos hasta el jardín, yo lo iba guiando, hasta que en un momento paramos y le retiré la venda. Había preparado una cena elegante, me había esmerado al máximo.

M: ¿Lo hiciste tú sola?

E: Si –le sonrío triunfante-

M: Está excelente, gracias –me besa la frente-

E: Quería recompensarte por todo el trabajo que estás pasando –le beso-

Luego nos sentamos y cenamos a gusto, nos reímos como hace tiempo no lo hacíamos, creo que esto es lo que nos hacía falta.

Ya es tarde y decidimos ir a dormir, ya en el cuarto, Michael está puesto su pijama, lee su libro en la cama como suele hacerlo siempre, es cuando emprendo mi plan, me acerco a la cama y comienzo a besarle el cuello, desde que ha llegado no hemos tenido intimidad, pero él se retira instantáneamente y me deja perpleja.

M: Hoy, no. Estoy muy cansado.

E: -desvío mi mirada- Está bien –mientras me dirijo al baño-

Entro al baño y comienzo a llorar como una niña, hago hasta lo imposible para que no se me escuche, todo ha sido tan distinto, he cambiado mucho, yo no sé que estoy haciendo mal, he intentado de todo pero Michael no se ha tenido ni un momento a pensar en nosotros.

Pasan alrededor de 10 minutos y escucho que golpea la puerta del baño. No quiero contestarle, por mi voz se dará cuenta de que estoy llorando y eso es lo que menos deseo.

M: ¿Estás bien, Emma?

No respondo y abro la ducha para que piense que estoy dándome un baño, pero es tarde el abre la puerta enseguida, me ve hecha un desastre, el maquillaje corrido por toda mi cara que ya está empapada de lágrimas.

M: Pero que...

E: Estoy bien –cierro la ducha y me dirijo al lavabo a lavarme la cara- te aseguro

M: No me mientas, lo siento por mi comportamiento –se coloca detrás de mí y me besa el hombro- Ya no estoy tan cansado –me besa por el cuello-

E: Michael, está bien... si tú no quieres está bien... -hablo entrecortado porque mi cuerpo ha perdido el control total-

Pero sin esperarlo me toma entre sus brazos y me recuesta en la cama, empieza a besarme cada pedazo de mi piel, pero siento que sus besos son tan extraños, recorre cada parte de mi cuerpo con sus manos y luego me hace el amor de una manera tan distinta, este no es el Michael que conozco, no he sentido la misma pasión que ya existía antes. Cuando todo termina, se da la vuelta y se queda dormido, dejándome sola, con mis pensamientos todos desarreglados.

Me levanto por el fuerte sol que hay afuera, Michael ya no está a mi lado, ha salido de nuevo a la disquera, me preparo el desayuno, voy lo más de prisa que puedo al trabajo, luego es lo mismo, papeleo y más papeleo, en cuanto llego a casa, preparo el almuerzo, arreglo un poco la casa, voy al zoológico de Neverland para alimentar a los animales y finalmente voy a lavar nuestra ropa. Me doy cuenta de que las camisas de Michael tienen un fuerte perfume de mujer y algo de labial en el cuello, de seguro son estas fans, siempre tan salvajes con Michael, río en mi interior por ese comentario y espero que Michael llegue del trabajo.

Pasa alrededor de una semana con la misma monotonía, solo que ahora al despertar me doy cuenta que Michael ha olvidado su libreta, donde anota todas las cosas importantes para él y junto ella su teléfono, rayos, ¿Y ahora, que hago? Tengo trabajo en un par de minutos, no puedo ir a dejarle.

Ya sé, llamaré a Frank, para que le dé el recado a Michael. Tomo mi celular y le marco.

F: Hola, Emma, ¿y ese milagro?

E: Frank, ¿Michael está por ahí?

F: ¿A qué te refieres por ahí, en mi casa?

E: No, hablo de la disquera

F: No lo sé, Emma. Yo estoy en mi casa.

E: ¿Hoy no fuiste a trabajar?

F: De hecho, desde que llegamos de gira, no hemos ido ni un solo día a la disquera.

¿Ni un día? Pero... Michael me dijo que... ya entiendo todo, me quedo perpleja y solo me limito a cerrar la llamada. Ahora todo tiene sentido, la llamada de Lisa, las camisas, su ausencia en casa y la estúpida excusa del trabajo. ¿En realidad me está engañando? Mi corazón se rompe en mil pedazos, pero antes que nada tengo que comprobar que todo esto sea lo que pienso.

Voy al trabajo como de costumbre y anuncio que mañana no iré a trabajar, pasa todo el día como los otros y no menciono nada al respecto.

Al día siguiente me despido de Michael, me cubro rápidamente el rostro, espero unos segundos y salgo tras él, le he pedido el auto a Sam para que no sospechen, ya voy conduciendo alrededor de 15 minutos y la camioneta se detiene en una casa que desconozco totalmente, Michael se baja, toma una llave de su bolsillo y abre la puerta. ¿Quién vive aquí y por qué tiene las llaves de esa casa?


❤️Siento abandonarles, pero creo que la subiré una vez a la semana, estoy un poco ocupada ahora, espero que lo entiendan, gracias por leer, no se olviden de comentar y votar ❤️

Butterflies [Michael Jackson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora