Capítulo 40

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Narra Michael

Aunque parezca raro mi único lugar seguro es donde Emma está, no la he visto en mucho tiempo, sé que intenta evadirme, seguro tiene sus razones, pero yo ya no puedo entenderlas, la necesito, al fin y al cabo es mi único vicio.

Llego a su casa y me topo primero con el guardia, me deja pasar, pero él me comunica que ella no está ahí, no me importa, decido esperarle afuera, aunque no haga nada, les pido a mis guardaespaldas que me dejen ahí, que si llego a necesitar algo les llamaré enseguida. Me siento en las pequeñas gradas antes de llegar a la puerta.

Narra Emma

Toda la tarde pasé con Sam haciendo compras para Prince, creo que las dos hemos caído en bancarrota, ya solo de imaginarme cuando nazca Prince va a ser un niño muy dichoso, todo el mundo está esperándole ya y estoy segura que va a estar rodeado de personas que le quieren realmente, mi padre todavía no lo puedo asimilar, siempre lo veo indiferente; mi madre puede botar la casa por la ventana por su pequeño nieto, todo es confuso, tal vez mi padre necesita tiempo.

Me he demorado tanto haciendo compras, al final me despido de Sam, son algo como las 8:30 de la noche, estaba lloviendo fuerte así que tenía que correr hasta la entrada para no pescar una gripe, llego a la entrada y veo una sombra, estoy segura que es mi imaginación, hasta que pronuncia mi nombre, he gritado tan fuerte, que el guardia viene corriendo, enseguida prendo la luz y veo a una persona poco distinguible, toda empapada por la lluvia.

Guardia: ¡¿Qué pasa?!

M: Emma, lo siento, no quería asustarte.

Yo todavía seguía en shock y el guardia toma la palabra por mí.

Guardia: Señorita, es el Señor Jackson.

E: -le miro sorprendida- Pero... no entiendo ¿por qué estás todo empapado? ¿Qué haces aquí?

M: Es porque llevo aquí un par de horas y necesitaba hablar contigo, tenía que saber si estabas bien.

E: -me dirijo al guardia- Gracias, puede retirarse. –Miro de nuevo a Michael- ¿Estás loco? Solo mírate, estas todo empapado, puedes enfermarte. Es más, mejor entremos rápido, está muy frío aquí.

M: No, solo quería saber si estabas bien, ya me voy...

E: Ni creas que te voy a dejar ir así como así, entra por favor.

Entramos y lo primero que hago es prender la chimenea.

M: Tu casa es muy bonita...

E: Gracias Michael, ahora ven conmigo.

Subimos a mi habitación y le entrego una bata.

E: Es mejor que tomes un baño, dame tu ropa mojada, iré a lavarla y la secaré.

M: No tengo ropa, no es necesario.

E: Tienes razón, tengo una solución.

Voy a otra habitación y vuelvo con un pijama, me mira extraño y sé lo que está pensando justo en ese momento.

E: -río- No es lo que crees, es de mi hermano.

M: -ríe- No lo pensé...

E: Ve y báñate, te espero abajo –me dirijo a la puerta y regreso a verle- y sobre todo siéntete como en tu casa

Voy y pongo la ropa en la lavadora, luego pongo en la secadora, mientras preparo dos chocolates calientes, veo que baja listo con el pijama que le di anteriormente.

M: ¿Chocolate? ¿Era realmente necesario?

E: Claro, me has preocupado mucho, ten –le paso una cobija-

Butterflies [Michael Jackson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora