Capítulo 1: "My old man"

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No de nuevo. Por favor, no de nuevo. 

Sé que es estúpido tener esperanza, porque apenas crucé el umbral el olor me golpeó como una cachetada. Me acerco a la salita de estar y lo veo. Síp, definitivamente él está así de nuevo. Lo que realmente me molesta es que recién es lunes y puedo contar al menos siete latas de cerveza y diviso dos botellas vacías, una de vodka y otra de ron. Suspiro y voy a la cocina por una bolsa, después de todo, alguien tiene que limpiar este desastre antes de que mis hermanos lleguen. 

Me muevo al rededor del hombre con cuidado para no despertarlo y ponerlo de mal humor. Recojo las once latas - habían más por el otro lado del sofá - y las dos botellas. Voy a botar la basura y empiezo a preparar la cena. Me dan ganas de meter el control del televisor por su trasero cuando me doy cuenta que, otra vez, no fue al súper mercado. Debí haberme dado cuenta en cuanto lo vi así, probablemente se gastó todo el dinero que le pasé en alcohol. Voy corriendo a mi habitación que está al final del pasillo, me pongo de pie sobre mi escritorio y levantando los brazos, hago a un lado la rejilla de ventilación en la pared. Estiro el brazo dentro del conducto hasta encontrar la cajita y la saco. Mis ahorros están intactos; no sé por qué, pero mi papá aún no descubre mi escondite, quizá y Dios existe. Saco veinte dólares y me apresuro a dejar todo en su lugar. Salgo casi corriendo al súper mercado y cuando estoy allí, compro lo necesario para hacer al menos la cena y el desayuno de mañana. Mañana, después de clases, vendré a comprar todo, pero ahora no me puedo atrasar; según mis cálculos, Ethan y los gemelos llegarían en unos veinte minutos a la casa. Hago una carrera hasta la casa en menos de cinco minutos y me apresuro a cocinar. Preparo ravioles rellenos con espinaca y le agrego salsa alfredo porque sé que mis hermanos la aman. Chequeo de vez en cuando a mi papá que simplemente está durmiendo en el sofá aún y me dan ganas de golpearlo o al menos gritarle. 

- ¡Ellie! - La voz de Emmer me distrae de inmediato y siento sus brazos rodearme la cintura antes de verlo. Eben me ataca del otro lado y sus rostros me miran sonrientes.

- Hola, par de engendros - Les digo en broma y me inclino para besarles la frente. Siento una mochila caer al suelo y sé que es Ethan, volteo a verlo, mientras los gemelos se apresuran a sentarse en la mesa - Ethan, hey - Él me queda mirando unos segundos y luego camina rápido hasta mí. Sé que pasó algo malo en cuanto él me abraza. Ethan nunca me abraza. No lo presiono y le acaricio la espalda y el cabello, esperando que se tranquilice.

- Lo siento - Me dice con voz monótona y sólo logra preocuparme más. Doy una mirada rápida sobre mi hombro y veo a los gemelos ya sirviéndose. 

- ¿Qué pasó? 

Ethan no me responde por unos minutos, y siento su pecho subir y bajar. Lo miro en par de veces, para asegurarme que no está llorando y lo veo con los ojos cerrados. Repite un par de veces su disculpa, luego se separa de mi cuerpo y me mira con ojos asustados. - Me he peleado hoy - Okay. Eso no es tan malo. - Le he roto la nariz a Rick Barton y me han suspendido hasta el miércoles... Y tienes que ir mañana a la escuela, la señorita Fell quiere hablar contigo. 

No quiero exagerar, pero si mi hermano no me dice en este momento por qué ha peleado, esto se va a poner feo. Suspiro para calmarme y lo observo en silencio unos minutos. No se ve exactamente arrepentido, pero Ethan no es un niño agresivo, así que sé que este niño Rick debe ser algo así como un completo imbécil. Mi hermano intenta no mirarme a los ojos y mantiene la cabeza gacha. Suspiro de nuevo; sé que enojándome no lograré nada con él, así que le pongo la mano en el hombro y él me mira asustado por unos segundos, pero le hago un gesto hacia la mesa y lo guío. Ethan me da una pequeña sonrisa y se la devuelvo lo mejor que puedo. Pero él sabe que está problemas.

- Cinthya Manns besó a Christopher Ulker hoy, Ellie. Todos estábamos ahí y también la señorita Rose - Empieza Eben a contar con la boca llena de pasta.

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