5:22 AM.
- ¡Ellie! - Tyler me grita desde atrás, pero yo sigo avanzando. - ¡Ellie, detente, no quise..! ¡ELLIE!
Sigo caminando a paso apresurado y pronto lo pierdo, escucho como su voz se va apagando mientras pongo distancia. Mis ojos punzan con las lágrimas y cuando logro salir, me recargo contra la pared. De pronto me siento llena de ira y antes de poder controlarme, doy un puñetazo contra la dura pared de ladrillos y me doy de lleno en los nudillos. Me duele, pero hay algo en el dolor que me calma, el dolor físico reemplaza al emocional. Y todo está bien por unos segundos. Así que lo hago de nuevo y puedo sentir las lágrimas caer contra mi cara y golpear el frío suelo, pero no puedo detenerme. Se ha destapado algo en mí y ahora tengo que dejarlo salir. Grito y lloro, mis puños están sangrando, y ni siquiera sigo llorando por Tyler. Es por todo, porque todo es una mierda.
- ¡Ellie! - Alguien llama mi nombre, y aunque lo escucho, es como si estuviera bajo el agua. - ¡Ellie, detente!
Unas manos toman con firmeza mis hombros y me voltean, caigo al suelo sin siquiera ver, mi vista está nublada por las lágrimas y la ira. Siento como el cuerpo cálido y firme se sienta a mi lado y me aferro con fuerza a él. Unos brazos me rodean y me siento a salvo.
- Lo siento - Logro balbucear tras unos minutos.
- Está bien, a veces uno explota - Dice como si de verdad entendiera, incluso con resignación. Entonces levanto la cabeza y lo veo por primera vez. Digo, lo he visto antes, pero justo ahora lo estoy viendo, como de verdad viendo. No sólo sus ojos chocolate y su rostro pinceleado, veo a este chico que me pone los nervios de punta y que me ha hecho reír más en una noche que Tyler en los últimos dos años. Sus ojos están oscurecidos con preocupación y no puedo evitar sonreír un poco cuando veo su mandíbula amoratada.
- ¿Cómo quedo el otro? - Le pregunto apuntando a su barbilla. Él sonríe y me siento mejor.
- 1000 dólares más pobre. - Sonrío un poco ante su broma no tan broma y me acerco más a su pecho, me oculto en sus brazos y respiro su aroma. Su corazón palpita con fuerza contra mi mano y enredo mis dedos en su camiseta negra.
- Sácame de aquí, Brooklyn. - Le digo comenzando a ponerme de pie. Se levanta veloz y me ayuda.
- A sus ordenes, señorita.
{DIEZ HORAS ANTES}
19:30 PM. Entro puntual a B&B, hoy tengo turno largo, lo que significa doce horas seguidas. Hoy es la noche de la semana donde gano más dinero: más tiempo, más clientes, más propina, simples matemáticas; pero también es mi noche más agotadora. Me acerco a Drake y lo saludo. Unos segundos más tarde entran otros de los chicos que trabajan esta noche y nos ponemos a ordenar las mesas y sillas, revisamos los baños por si alguno le falta papel higiénico pero todo parece en orden. Para las 20:00 ya hay gente haciendo fila para entrar, y ya que todo está listo, le damos la señal al DJ para que empieza a tocar la música y dejamos entrar a los clientes.
21:00 PM. El lugar está a reventar y eso que ni siquiera es la hora pick. Tarareo la canción que está sonando mientras voy con la bandeja cargada de tragos, hoy está siendo una buena noche y en una hora ya me he hecho 33 dólares de propina.
Apenas termino de servir en la 14, me volteo para dirigirme de nuevo a la barra, pero me choco de lleno con un pecho.
- Mierda. - Murmullo por lo bajo. - Lo siento mucho.
- Tranquila, Ellie Davenport - La voz me congela y obliga a alzar el rostro. La sonrisa petulante de Brooklyn me saluda y me siento un poco impactada. ¿Un poco? Deja de mentirte chica. Decido ignorarle y lo rodeo, pero como supuse, casi al instante está a mi lado. - Es de mala educación dejar hablando solas a las personas.
ESTÁS LEYENDO
Riot
Teen FictionEn la secundaria Gilmore están pasando cosas turbias. Y cuando Ellie Davenport lo descubre se promete así misma hacer algo al respecto. De acuerdo, Ellie no es exactamente "buena estudiante", pero ha pasado por muchas experiencias que le han enseña...