Parallel universe~ FanFic-Jainico

~Buscando al amigitions, el mundo extraño y el extraño humano~ capitulo 2

En una pequeña aldea en el reino de los Felidae, vivia un pequeño gatito llamado Nicolás. Tenía 10 años y era un Felidae rango D. Los Felidae rango D, se encargaban de cazar y de mantener la especie. Pero eso era en los antiguos tiempos. Ahora solo se quedaban en casa y se encargaban de vivir una vida normal.
A Nicolás le molestaba mucho esto, ya que el deseaba ser un guerrero como los de rango A o B, quienes eran los más fuerte de los Felidae.
Nicolás siempre jugaba a irse de aventuras, siempre intentaba dar lo mejor de él para demostrar que era igual de fuerte como cualquier otro Felidae.
Muchas veces Nicolás se metió en problemas por andar jugando a las aventuras, y a pesar de odiar mucho lo que le toco ser, tenia muchos amigo de su mismo tipo.
Nicolás era un gatito muy agradable y tierno. Era sociable, bondadoso y siempre ayudaba a quienes lo necesitaban.
Un día, Nicolás salvo la vida de un lobo, quienes eran los principales enemigos de los Felidae. Ambos se hicieron amigos, pero esa es una historia que algún día les contare más detallada.
Nicolás era huérfano y vivía en un orfanato desde que tenia memoria. Todas las Tías de aquel lugar, le contaban que el era uno de los gatitos más fuertes del orfanato, ya que Nicolás había llegado un día en el cual hubo una gran tormenta y este solo tenia un mes de vida.
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Un día, a Nicolás lo transfirieron de orfanato. Este nuevo orfanato se encontraba en la gran ciudad, donde se encontraban los más grandes edificios de aquel reino.
El orfanato era el doble de grande que el anterior. Y habían muchos más gatitos.
Nicolás sorprendido por tremenda estructura frente a sus ojos, sentía una gran ansiedad de conocer todo aquel lugar.
Cuando Nicolás entro al orfanato por primera vez, de inmediato comenzó a hacerse amigitos. Corrían de haya para acá. Jugando los entretenidos juegos que Nicolás había inventado en su orfanato anterior.
Había un gatito que Nicolás odiaba con toda su alma. Su nombre era Naiko y era uno de los Felidae más molesto que habia conocido en su vida. Nicolás se metió en muchos problemas gracias a este felino, ya que siempre se ponían a pelear.
El odio que sentía Nicolás hacia Naiko era porque este, era un Felidae rango A. El hecho de ser un rango mucho mayor que el de Nicolás no le molestaba. Sino que este siempre se lo restregaba en la cara, burlándose de Nicolás y los demás.
Naiko, a pesar de ser un gato molesto, era muy solitario. Y Nicolás muy extrañado, se dio cuenta de aquello.
Normalmente, los Felidae de rango A o B, no eran abandonados (por razones obvias) y desgraciadamente, Naiko era uno. Esto hacia que Naiko sintiese un gran odio hacia todos por el hecho de ser huérfano, pero más por él, por haber nacido en aquel lugar.

Naiko, como cualquier otro gato en aquel orfanato, tenia una historia y un motivo de porque se encontraba ahí.
Nicolás lentamente comenzó a acercarse a él, volviendose su mejor amigo.
Ambos felinos se volvieron tan unidos, que solían andar para arriba y a para bajo juntos. Naiko ya no era tan pesado, ahora era amigable y divertido.
Nicolás y Naiko siempre andaban cometiendo travesuras. Ha ambos les gustaba mucho jugar a ser aventureros, y a pesar de que Naiko era el mayor, Nicolás era el de las ideas.

Ambos siempre buscaban forma de escapar de aquel lugar. Estos querían salir y cumplir todas esas aventuras en realidad. Querían descubrir que había más haya de esas murallas. Las cuales eran bastante alta.

Oye Nico... -Dijo el más alto llamando la atención del menor-

¿Que Naiko? -pregunto mirando la gran muralla que estaba frente a él-

¿Como vamos a cruzar la muralla? -dijo mirando al pelinegro-

Eso estoy pensando... -Le respondió mientras miraba a un árbol que estaba a unos cuantos metros de él- Naiko, mira ese árbol...

Naiko miro el árbol que apuntaba su amigo y rapidamente se le ocurrio una posible idea de lo que estaba pensando su queridisimo amigo. Nicolás solía tener unas ideas muy extrañas y locas, pero siempre se divertían haciéndolas.