Los orbes miel se movían eficientemente por toda la habitación con total discreción. Su respiración era baja, sus movimientos nulos, su presencia era un total camuflaje. Se encontraba en la zona VIP del club del momento, decenas de personas bailaban a su alrededor todos con elegantes vestimentas, relojes caros y probablemente llaves de coches exuberantes en sus bolsillos.
El lugar era grande, poco iluminado y la música a todo volumen hacía difícil que alguien fuera capaz de escuchar algo. El moreno frunció el ceño con molestia cuando una serie de luces fosforescentes estroboscópicas empezaron a parpadear con tanta rapidez que hacía que todo se moviera en cámara lenta y que los rostros fueran prácticamente irreconocibles.
Suspiró con cansancio.
No se rendiría tan fácil. Estaba seguro de que había visto al hombre entrar al lugar y luego subir a la zona VIP y él se había establecido cerca de la puerta así que definitivamente el hombre no había salido. Tenía que estar por ahí.
¡Aja!
Finalmente encontró lo que había estado buscando. A quien había estado buscando. Una sonrisa maliciosa se extendió por su rostro y poniéndose de pie caminó hasta la barra. El hombre era justo como lo recordaba, alto, musculoso, apuesto, bien vestido y con esos ojos verdes llenos de prepotencia.
-Hola, guapo-habló el moreno acercándose al otro hombre quien lo miró de arriba abajo antes de sonreír con lujuria y hablarle al barman.
-Hola, tú-contestó con voz profunda y cargada de exagerada sensualidad.-¿Te invito un trago?-preguntó con un guiño. El moreno asintió mordiéndose el labio y sonriendo coqueto.
-¿Cómo te llamas?-preguntó recibiendo su trago y llevándoselo a los labios tragando el líquido con un gesto erótico.
-Uh-suspiró el hombre mirando fijamente los labios mojados del otro.-Oh, no es necesario que sepas mi nombre cariño-respondió sonriendo y negando con la cabeza.
-Pero... Debo saberlo, si quieres que pasemos la noche juntos-exigió sintiéndose tonto y sin experiencia, no sabía cómo funcionaban estos temas, estaba tan acostumbrado a que todos hicieran lo que él pedía en él momento que él lo quería.
-Podemos pasar la noche juntos sin que sepas mi nombre lindo-dijo el hombre luciendo divertido y acercándose al moreno hasta ubicar sus manos en las caderas de este y empezar a besar su cuello.
-Pero.. P.. pero.-balbuceó el más bajo sintiéndose incómodo. Ugh. Esto era asqueroso.-Si me dices tu nombre te diré el mío.-ofreció. El alto se detuvo y lo miró con una ceja alzada.
-¿Por qué debería saber tu nombre?-preguntó.
-Bueno... siempre me dicen que hago las mejores mamadas del país... Seguro querrás gritar mi nombre cuando te la chupe y yo quiero gritar tu nombre cuando me folles-susurró en su oído. El hombre gruñó con fuerza y acercó más el cuerpo del moreno hasta pegar su erección a la entrepierna del chico.
-Me llamo Tim.-murmuró lamiendo una franja ancha en el cuello del moreno quien reprimió un gesto de asco.
-Tim... me gusta tu nombre.-contestó sintiendo como Tim bajaba su mano hasta acariciar su trasero.
-Prometiste decirme tu nombre.-jadeó el hombre mordisqueando la piel del otro por todas partes.
-Me llamo Blaine.-contestó el moreno dejándose tocar.
-Blaine.-suspiró Tim.-¿Quieres ir conmigo a un lugar más íntimo?-preguntó. Blaine asintió.
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The one left standing.
FanfictionMafia!Klaine. Ellos se aman y sus mundos giran al rededor del otro. Son como cualquier otra pareja que puedas encontrar en la calle. Que importa si en sus bolsillos hay armas y cadáveres en sus patios traseros, la mafia no tiene nada que ver con su...