-03-

1.9K 175 7
                                    

Disclaimer: MARVEL & Disney no me pertenecen.

Notas de la autora: «Texto en cursiva y con comillas» son pensamientos del personaje. 

.

.


Estaban esperando las 00:00 para entregar los regalos, todos muy ansiosos y algunos ebrios. Stark y Thor ya estaban un poco hiperventilados y sólo era Navidad. Steve por más que bebiera gota tras gota de licor, estaba sobrio. Eran las desventajas del suero y de ser un súper soldado...

—«O  un súper idiota...» —pensó Steve que bebía un poco de champaña.

—¡Steve! Creo que hoy no te había saludado.

—Pepper. No te preocupes ¿Qué tal todo?

—Todo Bien, no te preocupes... No quiero ni pensar que pasará en año nuevo si Tony ya está en ese estado. —le comentó Pepper mirando a Tony, quién estaba con los demás contando chistes y bebiendo.

—Stark nunca cambiará...tendrás que acostumbrarte a su actitud. —respondió a la pelirroja, resignándose.

—Lo sé... este Tony, siempre tan abierto con toda la gente... —Pepper notó algo raro en Steve. Al parecer, era evidente el cambio de ánimo del capitán. Se percató que miraba a cierta muchacha a lo lejos. —¿Estás interesado en Natasha?

—¿Por qué lo dices?

—Estás pegado mirándola. Eso o eres un pésimo mentiroso. —bebió un sorbo de su vino ¿Acaso Steve tenía pegado el nombre de la Natasha en su frente? Y eso que era muy reservado.

»— Bueno, el silencio otorga. —dijo, ya que él ni siquiera se dignó a responderle.

.

.

—A mí no me gusta Steve Clint, ya te lo dije.. —mientras tanto al otro lado, Barton le hacía Bullying a Nat por haber descubierto tal verdad.

—Natasha, se te nota hasta cuando hablas de él... —susurró Clint a su amiga.

—Lo hago para ayudarlo... Además, él confía en mí y yo le devuelvo la mano, eso es todo, un tema de lealtad que tenemos.

—Claro, y conmigo te tardaste en confiar... —Clint quería ver el cambio de color de sus mejillas y lo logró. O tal vez era por el vino que ella bebía.

—La verdad Clint, es que yo...

De repente, hubo un corte de luz en toda la torre de los vengadores. Todo se apagó de pronto. Al parecer había empezado una pequeña tormenta de nieve que hizo que se cortaran los fusibles.

—Calma, calma gente... que no panda el cúnico muchachos. —Dijo Stark. A pesar de estar ebrio, seguía con su humor.

—Hay que arreglar los fusibles, ¿Stark por qué no funcionan tus generadores automáticos? —Preguntó Banner entre la oscuridad.

—¡Que se yo! Se supone que deben funcionar cuando hay un corte. No se preocupen iré yo a ver qué sucede.

Mientras algunos estaban ebrios, alguien debía dar la luz. Estaban todos gritando como locos, como si fuera el fin del mundo, y que hablar de Tony, como estaba oscuro, empezó a corretear a todos para hacerles cosquillas y que se hagan a un lado.

—Creo que mejor iré a ver qué pasa con los generadores —dijo la pelirroja a Clint—. No quiero que Stark me toque.

—O Tal vez esperas a que alguien más te toque. —respondió con una voz coqueta a Natasha.

—¡Clint! —la rabia de Natasha era visible hasta en la oscuridad.

—Natasha, voy contigo. —la voz de Rogers se hizo notar cerca de ambos agentes.

—Está bien, vamos. Clint por favor, ya que eres casi el único sobrio, ¿podrías vigilarlos para cuando hayamos arreglado el problema? Regresaremos de inmediato.

—Si, no te preocupes. Los tendré bajo control —respondió Barton—, me avisan si necesitan ayuda en algo.

.

.

Eran las 23:40 de la noche. Faltaba poco para la navidad y nuestros amigos estaban pasándola bien (en la oscuridad). María y Barton trataban de mantener a raya a los invitados. En realidad, más a Thor y a Tony.

—No me imagino cómo serán en año nuevo. —le decía María a Pepper, ayudándola a arrastrar a Tony a un Sofá.

—Bueno, creo que con esto te habrás imaginado mucho ahora. —respondió con una risa nerviosa.

—Iré por velas a la cocina —dijo Barton a ambas chicas—, ¿dónde las tienen guardadas?

—¡En un cajón de lado izquierdo! ¡Hay velas y fósforos, Clint!

—¡De acuerdo, Pepps!

—Oigan, ya que hacen tanto alboroto, ¿por qué no me traen una cerveza? —dijo Fury, que había estado callado todo este tiempo— ¿Clint?

—Está bien señor... —respondió a regañadientes.

.

.

Mientras tanto, camino hacia los generadores...

—¿Estás segura que por aquí están?

—¿No que confiabas en mi, Steve? —Natasha le respondió mientras buscaba algo en un cajón.

—No quise decir eso exactamente.

—Trabajé un tiempo en industrias Stark infiltrada como agente de S.H.I.E.L.D. Sé todo lo que hay en esta torre .—Respondió orgullosa—. Aquí está —dijo, buscando al fin una linterna pasándosela al Capitán—, alúmbrame mientras veo esto.

Steve sin más, tomó la linterna para alumbrar a Natasha y verifique bien los fusibles. De pronto, su voz se escuchó nuevamente.

»—¿Desde cuándo no celebras navidad Rogers? —preguntó Natasha para romper el hielo mientras arreglaba uno de los generadores.

—Ya casi ni lo recuerdo —respondió un poco triste—. Desde ese entonces, lo único que me preocupaba era enlistarme en el ejército y ser un soldado más.

—Bueno, pero ...lo lograste.

—Sí, pero todo fue por el suero, si no fuera por eso... quizás ya estaría muerto hace mucho tiempo. —Bajó la mirada, recordando aquellas batallas ganadas, junto a su mejor amigo, Bucky Barnes en aquel entonces.

—Steve —interrumpió sus pensamientos—, la luz.

—Lo siento. —Steve empezó a alumbrar de nuevo.

—No te preocupes. Sé lo que el ejército fue para ti. Aún lo es. —Mencionó ella. Sabía lo importante que era eso para él—. Listo, un generador arreglado, falta el otro.

Natasha se giró para encontrarse con Steve frente a frente y a pesar de la oscuridad, ella podía ver su rostro, ese rostro que le sonreía levemente y que prácticamente la volvía loca todos los días que transcurrían.

Se acordó del bullying de Clint hace un rato. Se ruborizó un poco. Agradeció la oscuridad para que el Capitán no lo notara.

—Queda un generador más, lo arreglaré yo, no te preocupes. —Dijo Steve, pasándole la linterna a la espía—. No puedo dejar que lo hagas todo, recibirás un buen regalo de Santa por ser una niña buena.

Ella soltó una pequeña risa, haciendo que Natasha estuviera menos nerviosa por lo de hace un momento. Sin dudas Steve era un caballero y eso era admirable. Y quizás, ese era uno de los detalles que más le gustaba de Steve a nuestra espía.

.

.

[Continuará...]

.

.

Navidad DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora