Capítulo 1. El comienzo

36 2 2
                                    

Emma.
Hoy es un día cualquiera, tan aburrido como siempre, tan común. Después de la escuela tengo que ir a comprar unas cosas, eso hace el día aún más aburrido y eterno. Otro día gris, nublado, y no me refiero al clima.

Ya me bañe, ya estoy lista y ya almorcé, otro emocionante día en el planeta tierra. Se me esta haciendo tarde de nuevo, por dios, otra llegada tarde más y juro que me expulsan, debería aprender a ser más puntual.

Llegue bien, no le di la satisfacción a mi apreciada directora de expulsarme. No entiendo a quien se le ocurre poner matemáticas en la primer hora, un LUNES, por favor, tengan piedad. Que lentos pasan los minutos.

Después de un largo día, de aguantar Matemáticas, literatura, historia, geografía y química, por fin se termino. Pero claro que todavía tengo que ir a comprar los materiales para la maqueta, esto tiene que ser una broma.

Mis queridos compañeros me mandaron a comprar las cosas al fin del mundo básicamente, me canse de caminar tanto y tengo hambre, quiero llegar a casa.

-Hola, ¿te puedo ayudar en algo?
-Si, claro, necesito ...

Y así fue como le empecé a decir la lista de cosas que necesitaba al chico que tenia en frente. Es joven para estar acá, es más, seguramente no tiene más de 1 o 2 años más que yo. De repente me miro sonriendo y me di cuenta que al intentar calcular su edad, me lo había quedado mirando muy fijo, debe pensar que soy rara.

-Perdón, jaja. Sinceramente estaba intentando calcular tu edad, es que pareces muy joven para estar trabajando.
-No hay problema, y si, lo soy, pero este es uno de los negocios de mi padre y simplemente me pidió si podía venir después de la escuela.
-Ah, con razón 
-¿Y pudiste calcular mi edad?
-¿17 o 18?
-17, buen ojo...

Reí medio nerviosa y él siguió buscando las cosas. Al notar que ya esta todo, no quedan más cosas en la lista, suspire aliviada.

-Listo, nada más, ¡muchas gracias!
-De nada, señorita. Pasa por la segunda caja si podes, porque la señora de la primera es muy amargada
-Jaja, gracias por el dato. Nos vemos!
-Te aseguró que si. Ah, y por cierto, me llamo Luke.
-Eh yo soy Emma
-Bonito nombre. Suerte con la maqueta, Emma!
-Gracias, adiós.

¿Te aseguró que si? ¿Y eso? Que imbécil. De todas formas le hice caso y me dirigí a la segunda caja. Me cobro una señora muy simpática y cuando mire de reojo a la primera caja, agradecí el consejo de Luke, por más imbécil que me haya parecido. 

Cuando estaba por irme, mire hacia atrás y lo vi mirándome, con sus ojos verdes. Debía admitirlo, el imbécil tenía unos ojos espectaculares, o quizás solo era mi obsesión por los ojos verdes.

Por fin en casa. Inexplicablemente me encuentro pensando en el chico del negocio, que estupidez, solo sé su nombre y que ese local es de su padre, aunque dijo "uno de los negocios", ¿quien será? Me suena a niño rico y mimado, diaj. 

Lo que menos quería hacer en este momento era la tarea, mucho menos la de matemáticas. Si, definitivamente tengo un problema con esta materia. Tengo la cabeza en otro lado, no logro concentrarme, bueno, en realidad nunca logro hacerlo.

"A comeeeeeer" grito mamá justo cuando termine el último punto del trabajo. Baje las escaleras y fui para la cocina, siempre tenía que ayudar a poner la mesa, pero no me molestaba.

-Hija, ¿cómo te fue en la escuela?
-Bien papá, normal. ¿Cómo te fue en el trabajo?
-Bien, ya pusimos el nuevo proyecto en marcha, todo esta saliendo bien.
-Que bueno, me alegro mucho! Em, una pregunta, ¿sabes como se llama el dueño del negocio Marky's?
-Mmm si, se llama James Wilson. ¿por qué preguntas?
-Ah, no, por nada. Para una tarea.

Luke Wilson, sonaba bien. Basta de pensar cosas sin sentido, a dormir que mañana la tortura se repite.

Seremos eternosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora