mad sounds, in your ears / girl!lourry

parte i

Hey rara, Harry me invitó a una muestra de su hermana mayor así que no puedo ir hoy. ¿Quieres venir con nosotras? Salimos tipo 8 xx

Louis frunció el ceño mientras leía el mensaje con los dedos quietos sosteniendo el celular. Se quedó parada allí un segundo, solamente mirando la pantalla y pensando en el modo más sofisticado de negarse a la invitación sin parecer enojada, pero finalmente se dio por vencida y tiró el celular sobre la pila de ropa encima de la cama.

Se sentó sobre el escritorio, bailando con las piernas en el aire mientras se comía las uñas. El pecho se le movía como si su corazón estuviera temblando, pero eran apenas latidos más rápido que de costumbre, el miedo de siempre causándole ansiedad.

Suspiró, intentando mantener la calma. El celular sonó de vuelta, pero esta vez no se levantó a buscarlo.

—"Harry me invitó a una muestra"—repitió, en cambio, exagerando un horrible acento irlandés que rayaba lo ofensivo.

Harry. Siempre era Harry, últimamente.

Y no es que Louis fuera celosa, porque en serio no era así. Había tenido tres novios y ninguno de ellos podría jamas acusarla de eso. Louis estaba por encima del drama y si no le importaba que la fácil porrista de corpiños talla 95 se abrazara a su novio en las fotos de facebook, ¿entonces por qué iba a molestarle que su mejor amiga saliera con otras personas?

A Louis no le molestaba cuando Niall rehusaba una salida para quedarse a jugar a los videojuegos con su hermano mayor o cuando hablaba de sus amigas de clase de música, pero con Harry... Había algo con ella.

Era sencillamente demasiado buena para ser cierto. Estaba siempre de buen humor. Sonreía anchamente —con hoyuelos y toda la cosa. Tenía los ojos más verdes, y redondos y brillantes que Louis había visto jamás, que ponían a todos los chicos a suspirar. Iba a la escuela con ridículos vestidos de dos décadas atrás y se peinaba con trenzas, por Dios santo. Era simplemente ridículo. Parecía un personaje de comedia adolescente: la señorita perfecta, que además de entender de moda, lee literatura de no se qué y escribe poemas en su tiempo libre (no es que a Louis le constara, pero había visto que llevaba un cuaderno a veces). Parecía escrita para Zoey Deschanell.

—No es sólo bonita, sino que además es profunda, ¿sabes? —le había comentado uno de los mejores amigos de su novio en una fiesta, mientras Louis terminaba un vaso de cerveza y Ashton le manoseaba sin disimulo el trasero.

Harry bailaba con Niall y otras chicas y se reían, y el recuerdo todavía le quemaba a Louis en la garganta: las ganas de tomar a su amiga por la muñeca y llevársela antes de que Harry la lastimara de algún u otro modo.

Pero iba a verse como una escena y las manos de Ashton se estaban aventurando entre sus muslos y simplemente no se sentía como el momento justo.

Estas enojada? Harry dice que te podemos pasar a buscar, su mamá le presta el auto —decía el mensaje de su amiga.

No sabia que puedes tener una licencia con doce —tipeó velozmente mientras se corría el flequillo de la frente soplando insistentemente.

La alarma de se-nota-que-estas-molesta-Lou estaba sonando en algún lugar de su mente, recordándole que levante las barreras, que no mande ese mensaje. Pero era Niall, Louis no podía fingir con ella. Se me ocurren al menos veinte cosas mejores que hacer un viernes, pero nos vemos mañana xx

Pasó menos de un minuto antes de que llegara la respuesta, y en ese tiempo ella no hizo más que mirar la pantalla y morderse las uñas. Se detuvo porque sonó la alerta y porque se había lastimado, dejándoselas demasiado cortas.

Doce y medio :p Nos vemos mañana, ¡te quiero Lou! xxxxxxx

Se dejó caer de espaldas en el colchón, encima de las sábanas abolladas a los pies y de la pila de ropa desordenada por doquier. Bajo su cintura, las esquinas acartonadas del libro de literatura le tallaba las vértebras y su cabeza estaba apoyada junto a una montaña de medias sucias, pero no lo importó demasiado. Estaba sonriendo como una idiota, con el pecho abierto apuntando al cielo y el acento de Niall murmurando un "te quiero" en su cabeza, y quizá era poco, quizá eran las mismas palabras que le decía siempre, en cada despedida y en cada abrazo, pero era lo que necesitaba, en ese día de mierda.