mad sounds, in your ears / girl!lourry

parte viii

Niall iba casi todos los días a su casa después de clase. Al principio hablaban de todo lo que había ocurrido, pero su mejor amiga no se había ganado ese puesto por casualidad, y después de que Louis le contó lo suficiente, dejó de insistir. A veces hablaban de cómo iba el juicio —Niall insistía al respecto como si Louis se echaría atrás si no lo hiciera (o como si Jay la dejaría de todos modos)—, o de los rumores en la escuela, pero más que nada hablaban de tonterías. Era lindo cuando podían olvidarse de todo por un rato.

A veces Niall llegaba a su casa con una sonrisa ancha y el rostro rasguñado, y le mostraba las heridas que se había ganado defendiendo su honor como si fueran medallas de guerra. Louis siempre le decía que no era necesario pasar por eso, que a ella no le importaba y que iba a terminar metiéndose en problemas, pero la rubia se encogía de hombros y le besaba la frente.

—Tú déjame encargarme de la escuela a mí —era toda su respuesta.

Y Louis la dejaba porque en parte no se sentía tan mal eso de dejarse cuidar de vez en cuando.

No preguntaba por Harry y Niall no la mencionaba demasiado. Louis se moría por preguntar a veces, pero temía a decir algo de más y estaba tan verborrágica últimamente... ¿Y si Niall se daba cuenta? ¿Y si la obligaba a hablar con ella? No estaba lista. No sabía qué decir.

Todavía no se atrevía a responder sus mensajes siquiera.

Pero un día Niall llegó, y traía galletitas de avena que eran caseras y que no había forma que ella hubiese cocinado, y mientras tomaban el té con las mellizas, le susurró en secreto lo que había pasado. Le dijo:

—Hoy Lindsay hizo un comentario, de esos que hace ella —comenzó, y hablaba bien bajito porque las mellizas miraban la tele desde la mesa y no quería que escuchen todo—, dijo "¿que se siente tener una amiga que, mmm, por dinero?" —Y Louis se rió porque la imitación era bastante buena, aunque la situación le recordaba a cosas tristes y amargas—, y yo ya estaba levantándome para agarrarla de los pelos porque, ya sabes, es lo que hago, ahora —rió—. Pero entonces Styles la mira, así toda altanera y te juro que irreconocible, y le dice "¿que se siente tener un novio que paga por... ya sabes?" y te juro que el salón se quedó, como, uuuhhh —continuó riendo y a Louis la panza se le debatía entre nervios y alegría.

Louis apretó los labios ocultando la sonrisa, y mojó la galletita en la taza de té. Sabía riquísima, cuando se la llevó a la boca, dulce y tierna, como un mimo. Cuando Niall terminó de masticar, continuó hablando.

—Y cuando se está yendo con su cara de barbie con lobotomía, Harry se para y le grita —Bebió un sorbo de té para pasar las migas, porque iba a ahogarse de tanto que quería reírse—. Le grita, "ojalá que tu novio vio--, ya sabes, se pudra en la cárcel" y la idiota caminaba rápido porque creo que le dio miedo, como que sabía que podríamos haberla matado, en ese momento.

Bebió otra vez, porque no sabía que decir. Niall se reía recordando, pero Louis podía ver que había algo encendido que no era alegría, que le temblaba en los labios y que le inflaba el pecho. Sabía que estaba tan harta y saturada como ella, sabía que le dolía quizá no tanto pero lo suficiente, sabía que para ella no era fácil y que también quería que terminara todo de una vez. Pero Niall sonreía, y se sentía mal no hacer lo mismo.

—Te agradaría, ¿sabes? Podrían ser buenas amigas —comentó, con la mirada perdida en la taza.

Louis se largó a llorar, en silencio. Las mellizas hicieron de cuenta que no la veían, y Niall le acarició las rodillas y le besó los hombros.

Sabía que tenía que decírselo, pero no podía todavía. No podía decirle que se iba.

X

No fue fácil recuperar su compostura. Llevó semanas enteras, casi un mes. Todavía lloraba a veces cuando recordaba todo lo que había pasado y todo lo que había perdido y cuando pensaba en cómo había perdido el control tan lentamente, sin darse cuenta. Pero estaba viendo a una psicóloga y había dejado de culparse —en voz alta por lo menos.