Abrí los ojos un poco atontada por la luz del día, justo cuando alguien tocaba la puerta de la habitación.
-Hola cariño, ¿Cómo te encuentras?- Me decía mi abuela con un tono meloso.
-Supongo que bien ¿y tú?- Mi voz sonó tan ronca como si hubiera comido vidrio cortado.
Mi abuelo entró con una bandeja y en ella se encontraba el desayuno más delicioso que haya visto. Una malteada de fresa, un omellete con champiñones y una tarta de cereza.
-Que bueno que estas despierta por fin mi niña, hace media hora vinimos y seguías durmiendo y ya son la 1 pm. -decía mi abuelo entrando. Poniéndome la bandeja y sentándose a lado de mi.
-Ky, amor -decía la abuela acariciandome el cabello -me alegro demasiado que estas bien, por cierto. Hace rato vino Dean, pero como estabas durmiendo me dijo que te avisara que has sido invitada por parte de unos amigos suyos al Canyon lake a acampar. Pasará por ti a las 3.
-¿Qué? Todavía no le he dicho si o no. Es demasiado pronto para empacar cosas de nuevo.
Mi abuela se encogió de hombros y me besó la coronilla.
-Te dejamos para que puedas arreglarte cariño. -dijo el abuelo parándose y tomando la mano de la abuela para llevarla fuera de la habitación.
Cuando salieron, me quedo analizando la noche anterior. Solo vienen recuerdos pequeños a mi mente sobre que habían 7 chicos que jamás en mi vida había visto. Que salí enojada de aquella fiesta y no avisé a nadie, pero pensándolo bien... No sé como llegué aquí, porque la casa de Dean queda un poco lejos de casa de mi abuelos y tendría que haber tomado un taxi para ello, pero simplemente no recuerdo si lo hice o no. Tendría que preguntarle a mis abuelos después.
***
-¿Es aquí donde acamparemos? -le susurro a Dean.
-Sí, ¿acaso no te parece hermoso? -dice mientras mira con cierto asombro el lugar
-La verdad nos alegra mucho que hayas podido venir -me dice la muy sonriente Mackenzie.
-Claro que si, ¿por qué no habría de poder?
-Pensamos que quizá no querrías pasar un día con gente desconocida como nosotros -Dice Robert.
-No, no, para nada. Me gusta conocer nuevas personas. -sonrío amablemente.
-Bueno, empecemos a acomodarnos -dice Robert mientras menciona nuestros nombres para saber en que carpa dormiremos y con quién. -Dick dormirá con Dean y Jules, Cardiff dormirá con Nixie, Kya con Arsett y yo, su servidor con Mackenzie.
Miré a Dick, llevaba unos pantalones negros ajustados, una camisa gris y unos lentes de sol negros. Ahora me daba cuenta, Dick era muy guapo y ardiente. Era muy alto, que tal vez me llevaba una cabeza. Tenía piel bronceada, quizá era de piel blanca pero por el sol ha quedado así. Ojos color avellana y cabello negro, labios delgados pero no tanto, pómulos bien definidos, y nariz perfecta. Y el abdomen más definido se marcaba en su camisa. Se le podría llamar la perfección, aquel chico lo sabia. Lo sabia porque siempre andaba seguro de sí mismo.
Cuando me doy cuenta el se ha ido, los demás siguen ahí armando carpas y yendo de aquí para allá buscando ramas para hacer una fogata. Me uno a Dean que está intentando armar su carpa con Jules.
-¿A donde ha ido Dick? -pregunto inocente -¿no debería estar ayudando aquí?
-Ha ido en busca de comida, "pescado, un ciervo, un conejo..." Eso fue lo que dijo que podría traer -responde Jules si despegar la vista y su concentración de la carpa.
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Powers.
Science Fiction-Los poderes no lo son todo. -me contestó mirándome a los ojos tiernamente- tú lo eres todo para mi.