Powers.

Capítulo 2: "La familia."

Me levanté y miré el reloj apenas eran las 8 de la mañana, tenía la sensación de que había dormido poco. Me encontraba mucho mejor que la noche anterior, aunque la tristeza seguía todavía en mi; y es que no concebía la idea de que el chico del cual me había enamorado ya hacia un año y medio me hubiera hecho todo ese daño.
¿Qué pensaba? ¿Qué estaría bien con lo que había hecho? Estaba jodidamente equivocado. No estaría pensando en que lo perdonaría así de fácil.

Deje mis pensamientos por un momento y me metí a duchar, cuando volví a retomar mis pensamientos y fue que de repente me dije a mi misma:

"No kya, tú eres más fuerte que esta versión de ti misma."

El día de hoy tenía cosas que hacer, acompañar a mis abuelos a visitar a mis tíos, ir al supermercado y elegir lo que me pondría para la fiesta.

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Llegamos a casa de mis tíos, apenas habíamos estacionado el carro cuando ellos salieron a recibirnos.

-¿Cómo has estado Kya? Hace años que no has venido, ¿Cómo está tu madre? -dijo mi tía Eve mientras me saludaba.

-La verdad he estado muy bien -mentí- y no había podido venir porque he estado demasiado ocupada con la escuela y ayudando a mi mamá a cuidar a los gemelos y a June.

-Me alegro que ayudes a tú mamá, amor; bueno entonces entremos que nos espera una rica comida -comentó tía Eve.

Me encantaba venir a esta casa y sobretodo la comida de mi tía, que aunque fuera vegetariana le salía tan rica como un guiso con carne.

-Ky, ¿Y tu guapísimo novio Tysson, donde lo dejaste? -mencionó Hayley.

Le lancé una mirada desafiante.

Hayley era una de mis primas a la que más le confiaba las cosas, junto con su hermano mayor Bastian. Los dos eran guapos pero no en exceso, tenían esa sonrisa que opacaba lo guapos que eran. Los dos tenían cabello castaño claro, casi llegando a rubio y los ojos color avellanas.

- Sabes que es verdad -Respondió mi prima.

-La verdad no quiero hablar nada que tenga que ver con él, y mucho menos saber algo de él. Y si no lo mencionas por hoy y nunca te lo agradeceré. -dije con un tono amargo.

-Oh, ¿Entonces que ha pasado? Es por eso que cargas la cara de una niña que le han quitado su dulce y ha llorado por horas.

-No, la verdad es que no he...

-Siempre te dije que ese tío no me daba buena espina, desde que me mandaste su foto y me hablaste de él -dijo Bastian despegándose del marco de la puerta y lanzándose al sillón- mi hermana tiene razón tienes la cara de esas niñas que lloran por horas y se les hincha la cara

-Les digo que no, ustedes saben que yo no lloraría por más que quiera a un chico y este me haga daño. -respondí en un suspiro.

-Pero deberías contarnos ya que ha pasado entonces. -insistió Hayley.

-Todo pasó el lunes, por eso decidí no esperar más y abordar el avión el miércoles y venir aquí. Pero creo que por ahora no les contaré, aún no me encuentro en buenas condiciones para decirlo.

-Como tú lo decidas Ky, ya sabes que en cualquier momento que me digas puedo ir a darle una patada en el trasero a ese tipo que se cree todo un galanazo -dijo Bastian en tono divertido.

Mi Tío Harrison entró a la sala interrumpiendo la conversación y nos ordenó que fuéramos a comer. Mientras mis abuelos y mis tíos hablaban sobre si ellos irían a San Antonio a pasar el día de acción de gracias o si invitarían a la demás familias a venir; nosotros hablábamos sobre la fiesta a la cuál asistiría esa noche y aprovechando los invité para cuando la fiesta se pusiera aburrida o desde un principio lo estuviera y así tener con quien hablar.