capítulo 8. Reunión De Profesores.

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NARRA HERMIONE.

A la mañana siguiente me desperté con los rayos de sol en mis ojos, había sido una noche muy intranquila y tenía los ojos hinchados por tanto llorar, me levanté con cuidado y me metí al baño de mi habitación, me duché en silencio y me vestí para ir a la reunión intente ir lo más normal que pude, así que me puse unos jeans azules y una blusa celeste algo holgada, sabía que tendría que utilizar capas de ahora en adelante y a decir verdad, tenía que comprar algunas cuantas, bajé a las nueve y cuarto a desayunar, Ron estaba tomando una taza de café sentado en un sofá de la sala y Rose dormía en el porta-bebé frente al tibio fuego de la chimenea.

-buenos días - saludé con una sonrisa.

-buenos días - respondió Ron con otra sonrisa.

- ¿Hugo y Scorpius no se han despertado? - pregunté caminado hacia la cocina.

-no, supongo que siguen cansados - dijo Ron caminado tras de mí.

-estoy por irme, solo desayunare un poco y me iré - dije buscando algo de cereal en una de las alacenas.

-Olvidamos comprar comida - dijo Ron avergonzado -solo hay café, leche y el resto de la cena de ayer.

-está bien, tomare café - dije sirviéndome en una taza.

-Cuando vuelvas de Hogwarts, podemos ir al pueblo Muggle que está a una colina de aquí y comprar algunas cosas - asentí con la cabeza y tomé un sorbo del café.

-será mejor que me dé prisa, es tarde - deje la taza sobre la mesa y me dirigí a la habitación de Hugo y Scorpius

- ¿estarás bien tu sola? - escuché la voz de Ron desde la cocina mientras yo subía los primeros escalones.

-claro que si - respondí más para mí misma que para él.

Llegue a la habitación de los niños y los encontré dormidos, la habitación era algo amplia el tapiz era de un color azul muy lindo, había dos gurda ropas, la puerta del baño estaba a mano derecha, había dos camas gemelas y en medio de ellas una gran ventana que daba a la calle principal de Hogsmeade, las cortinas eran de color escarlata y estaban cerradas, los rayos del sol se filtraban a través de la gruesa tela de terciopelo iluminando la habitación con un tono rojizo, caminé en silencio hasta la cama de mi pequeño el cual dormía profundamente entre sus sabanas y le bese la frente, haría lo que fuera por cuidar a mi hijo, daría la vida por él, le acaricie el cabello y me dispuse a salir de la habitación.

-Todo estará bien - escuché la voz soñolienta de Scorpius a mis espaldas, di vuelta sobre mis talones y le sonreí

- ¿cuento contigo? - pregunté buscando sus ojos.

-Siempre, mami - mi hijo se puso de pie y brinco a mis brazos, me dio un beso y me abrazó fuertemente - confió en ti.

-Gracias - dije con un nudo en la garganta mientras le regresaba el abrazo con la misma intensidad, el apoyo de mi hijo me hacía sentir mucho mejor, sabía que podría superar cualquier fantasma y cualquier cosa por él.

-prometo pórtame bien con el tío Ron y ayudarlo con Rose mientras regresas - me dedicó una hermosa sonrisa y regresó a su cama.

-sé que lo harás - respondí saliendo de la habitación - nos vemos más tarde.

Salí de la habitación de mi hijo y bajé de nuevo a la sala de estar donde encontré a Ron con Rose en los brazos, le dedique una sonrisa, cuando escuché un leve picoteo en la ventana, una lechuza color café claro picoteaba desesperadamente la ventana, en su pico traía un pequeño pergamino atado en la pata , corrí a abrir la ventana y el ave aterrizó sobre la mesita del centro de la sala, me acerqué a ella y le desate el pergamino, la lechuza hecho a volar de nuevo, sentía la mirada de Ron sobre mi nuca, así que me apresure a desenrollar el pergamino.

¿Obliviate u Olvido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora