Poncho se detuvo delante de un tanque de gasolina y apagó el motor.
Kenny Diaz se acercó a la ventanilla del conductor. Bajó la cabeza y miró a Annie antes que a Poncho.
-¿Lleno?
-Sí.
Kenny tomó la manguera. Poncho extendió un brazo por el respaldo del asiento hasta rozar los hombros deAnnie.
-¿Cómo están Joey y Paul?
-Bien.
Annie le dijo que Paul había creído que Terminator había tomado a Joey y también le contó la conversación que tuvo lugar después. Poncho rió, pero Annie sintió que Poncho estaba más atento a Kenny que a ella.
-Después, se marcharon a casa -concluyó Annie.
-Unos chicos muy majos -comentó Poncho, confirmando las sospechas de Annie.
Los ojos de Poncho se clavaron en la ventanilla trasera, luego en la boca de ella.
Sin previo aviso, la besó. Annie se olvidó de dónde estaban y de quién les estaba viendo, y le devolvió el beso. Rápidamente, se rindió al calor y la fuerza de aquel ataque.
Le rodeó el cuello con los brazos y se inclinó sobre él. Gimió cuando la lengua de Poncho se enredó con la suya.
Eso era lo que quería desde que su primer beso terminó.
Poncho la soltó al oír una tos desde fuera del coche.
Kenny, furioso, les miraba.
-No me parece que haya merecido la parar para unos cuantos litros.
Poncho se sacó la cartera y le pagó.
-Cuando tomo un coche prestado, lo devuelvo siempre con el tanque lleno.
-Ah. Así que vais de vuelta a casa, ¿eh?
-No, vamos a salir. Pero habrás cerrado cuando regresemos. A menos que... ¿A qué hora abres por las mañanas?
Annie sintió la tensión entre los dos hombres pero no sabía a qué se debía. ¿Un ajuste de cuentas de la adolescencia? ¿Habría ocurrido algo desde la llegada de Poncho al pueblo?
El rostro de Kenny enrojeció.
-Abrimos a las siete -respondió apretando le dientes.
Poncho asintió y sonrió.
-Lo tendré en cuenta.
Los dos hombres continuaron mirándose con expresiones desafiantes. Annie sospechó que la parada en la gasolinera tenía más que ver con Kenny que con devolver el coche con el tanque lleno.
Con pesar, tuvo que admitir que el beso, posiblemente, había sido más para que Kenny lo viera que por ella.
En la oscuridad de la sala de cine, Poncho estaba más atento a la mujer que se encontraba a su lado que a la película. Annie estaba muy callada desde que salieron de la gasolinera, y tenía certeza de que se debía al beso.
La primera vez, la había besado con más delicadeza que en el coche. Había estado tan obcecado con Kenny que parecía que la había besado para ganar una apuesta.
¿Qué demonios le pasaba?
Annie había respondido al beso, pero, al salir de la gasolinera, parecía muy confusa. Desde entonces, no había pronunciado más de una docena de palabras.
Se preguntó si Kenny habría llamado ya a Aaron, sabía que lo haría. Le encantaría ver la cara de Aaron cuando se enterase. Su plan de venganza había mejorado al saber que iba a poseer algo que Aaron Diaz quería, y le encantaba que Kenny estuviera rabioso.
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La Boda De Sus Sueños
FanfictionAnnie Puente no podía creerlo. Si ese hombre era realmente Poncho Herrera, ¿dónde estaban las gafas y los granos? ¿Y cómo tenía esa moto y... esa musculatura? Como por arte de magia, el poco agraciado adolescente y genio para las matemáticas se habí...