Capítulo 3.

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—Pero que agradable coincidencia. —Me dice el chico de los rulos cuando me acerco a la barra con la intención de pedir un trago al camarero que está limpiando un vaso con un paño.

—Pero si es el chico del que se supone que no sabré más de él en la vida —cito con sus mismas palabras mientras me giro a verlo durante unos segundos. —Debes saber que para haberte hecho el amenazante, no estas cumpliendo nada bien tu promesa.

Se ríe —¿Qué pasa Louis? Pensé que serias un poco más... ¿cortés? —se acerca ligeramente hacia mí y continua —A juzgar por cómo no apartabas la mirada de mí, hoy en el restaurante. —dice de una manera fuerte para que lo escuche a través de la música, sin embargo se siente como un susurro en mi oído.

Mierda.

Sabía que el maldito estaba totalmente consciente de que no dejaba de verlo hace algunas horas. No es mi puto problema que sea tan atractivo; que no me joda.

Giro lentamente la cabeza para notar que está con esa sonrisa de lado que ya lo he visto hacer y qué forma ese fantástico hoyuelo al lado izquierdo de su rostro. Agradezco en el fondo estar en un lugar con poca iluminación en el cual afortunadamente no se nota lo rojo que me estoy poniendo.

—Estuve todo el día pensando y, —continúa hablando. Me da una mirada oscura con esas perfectas y profundas orbes verdes que están rodeando unos interesantes círculos negros y dilatados. —Y tal vez... No estaría mal hacer algunas amistades fuera de las comunes.

¿Y con comunes quieres decir...?

—Con comunes te refieres a... ¿los niños ricos, vestidos siempre a la moda, que viven en lujos y esa mierda, con su propia ritmo y que son poco educados con los demás? —trato de hacer una descripción de él en un tono burlón.

—No podrías haberle dado al clavo mejor que eso. —me afirma divertido. —De verdad me gustaría conocerte Louis, algo en ti me despierta una gran curiosidad.

¿Empate entonces? Porque no puedo dejar de pensar en todo lo que hay detrás de esa sonrisa y poderosos ojos verdes.

Y así señoras y señores es como se pierde eso llamado: dignidad.

—Bien, ¿comenzarías diciéndome cuál es tu nombre?

Sonríe. —Harry —me estira la mano y se la estrecho firmemente. —Styles. —completa.

Harry Styles. Increíble que a pesar de ser un chico perfectamente guapo tiene un nombre perfectamente sexy.

—Sabes mi nombre. —le aclaro, aunque es obvio. –Tomlinson es mi apellido.

Ignoro el hecho de que me pareció escucharle un "lo sé" solo porque el bar tender tiene su atención en mí para preguntarme qué bebida tomaré. Pido un "Cennet" que es una especie de bebida de varios colores con muy poco alcohol, se supone que tendré que manejar de regreso por eso quiero evitar el alcohol. Después de recibirla giro hacia Harry y veo que está hablando con el moreno de las grandes pestañas.

Ambos se ven realmente sexys en esta ambientación semi-oscura y colorida de la discoteca.

Cuando terminan de hablar Harry se voltea y me mira. –Louis, este es Zayn.

El moreno se acerca y —Hola hermano, ¿qué tal todo? –se presenta con un apretón de manos.

—Todo bien. –le respondo amablemente. — ¿Ambos son de Londres? Es la primera vez que los veo en la ciudad y a pesar de que es grande normalmente me cruzo muchas veces con todo el mundo. —suelto un risa estúpida sin querer.

In the midst of your darkness. |Larry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora