Capítulo 1: Un observador

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Aclaración: este es un AU orientado en el siglo actual en un mundo imaginario, una mezcla del Japón que conozco por el anime y mi mundo.
Créditos por la portada provisional: artphish.deviantart

El viento sopla cálido y tranquilo, acariciando las copas de los arboles a su paso, llevándose algunas hojas y con ellas el verano.

Me gusta mucho el viento, me recuerda un poco a mí de niño. Inquieto e impredecible, es bueno aun tener esos recuerdos conmigo, hay pocas cosas materiales que realmente valore, para mí son más importantes esos atesorados recuerdos que guardan consigo un importante sentimiento, un momento especial, pero ya han sido más de 700 años y solo me quedan para guardar, recuerdos de un pasado muy lejano. La vida de un espíritu puede llegar a ser solitaria cuando las personas dejan de recordarte.

En mi larga vida, me he encontrado con otros como yo, pero sus comportamientos y formas de vida son muy diferentes a la que yo llevo. Ellos en muchas ocasiones no recuerdan su nombre, solo vagan como espectros, no son más que sombras...sin nombre ellos no pueden ascender al descanso eterno. Yo en cambio aún conservo mi nombre, al igual que mi pasado, cuando esto era un verdadero templo, mucho antes de que me volviera el guardián de estos bosques...pero eso fue a hace mucho tiempo, mucho tiempo atrás.

Antes había muchos espíritus y criaturas mágicas viviendo aquí, las cosas cambiaron cuando los dioses comenzaron abandonarnos, los humanos levantaron sus ciudades y su especie se convirtió en dominante.

Ahora paso el tiempo observando a los humanos desde mi altar, hay uno en específico que siempre llama mi atención.

Es un muchacho escuálido, blanco y revoltoso. Normalmente los humanos se agrupan en todo tipo de situaciones, él siempre esta solo...es un poco triste, teniendo la posibilidad y ser incapaz de pertenecer a un grupo mayor. Toda su vida ha sido así, lo conozco desde que era un bebé.

-    Hiccup!!- Escuche su voz y de inmediato se dibujó una sonrisa en mis labios, él viene todos los días, antes y después de clases, siempre me trae algo interesante de su mundo o solo viene a jugar y pasear conmigo por el bosque.



El pequeño protegido del Dios subía a toda prisa las imponentes escaleras sin problema alguno, estaba tan acostumbrado hacer eso que se había vuelto una tarea sencilla. Esa escalera más de una vez le había salvado, escapar de los matones era fácil, rápidamente se cansaban y aburrían de seguirle.

-    Hiccup mira, mi último diente de leche!- llego corriendo abrazar al mayor, enseñándole inmediatamente su pequeño trofeo.

-    Que bien....eso significa que ya eres un adulto- respondió dulcemente, acariciando el cabello del niño.

-    Ojala fuera tan fácil volverse adulto...aún me falta mucho...- Bajo la cabeza y avanzó lentamente hasta el templo, acomodándose en la sombra de la terraza para dormir.

-    Paso algo malo ¿verdad?- Hiccup de sentó a su lado.

-    Es lo mismo de siempre...los niños del pueblo me molestan por ser diferente...soy muy diferente, todo yo es blanco, como si no existiera...puedo ver a los espíritus y hablar con ellos...hay muchos de ellos que me molestan hasta que no puedo más, me hacen enojar y olvido que soy el único que puede verlos...quisiera no ser diferente...

-    Yo creo que diferente es bueno, si no fueras diferente, no podrías verme y si no puedes verme no podemos ser amigos- Hiccup sonrió y el pequeño se levantó de golpe.

-    No quiero eso! Si no fueras mi amigo yo estaría muy solo...definitivamente diferente es bueno!- Se puso de pie rápidamente, eso era cierto, si no fuera porque era diferente jamás habría conocido a Hiccup ni a ninguno de los maravillosos espíritus que había conocidos en su vida.

-    Jack....esta anocheciendo, es hora de que vuelvas a casa.

-    Ya lo sé... "Solo puedes quedarte hasta el atardecer, los malos espíritus salen en la oscuridad, no puedo cuidarte si estas lejos y no puedes quedarte en el templo" Eso ya me lo has dicho muchos veces- El pequeño tomo sus cosas y de un gran salto se apartó del Dios- Te veo mañana Hiccup.

Muy pronto solo quedo silencio y el viento agitando las hojas, siempre se sentía muy solitario cuando Jack volvía a casa, pero sabía que era lo mismo para el pequeño humano. No había nadie esperándole en casa.

Estuvo su madre antes de él, ella también era diferente... la amaba, amaba todo de ella. El tiempo que pude disfrutar a su lado se sintió muy largo, pero en realidad fue muy breve, la vida de los humanos es efímera comparada con la de un espíritu.

Pensé que mi inmortalidad volvería a ser insoportable, pero luego apareció Jack. Lo ame desde el primer momento en que lo vi, mi vida volvió a sentirse llena cuando apareció...inmediatamente supe que él era el tesoro del que tanto hablaba su madre. Tenía tres años cuando lo encontré, cayó al río y tuvo suerte de que estuviera por ahí, nunca había visto a su madre llorar tanto...lamentablemente Jack tuvo poco tiempo para disfrutar de ella, murió un par de años después y su abuela; la mujer que se encargó de cuidarle solo pudo enseñarle lo necesario para sobrevivir antes de dejar este mundo. Jack ya tiene trece años, crecer ha sido difícil para él y para mí ha sido difícil esperarle.

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⏰ Última actualización: Aug 04, 2015 ⏰

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El guardián del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora