Capitulo 5

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Me levanto por el fastidioso sonido de la alarma. Veo la hora y son apenas las siete. Suspiro y me levanto para buscar unos shorts deportivos, una blusa holgada y mis tenis.

Hace pocos días observe a un grupo de personas hacer ejercicio por un parque cerca de aquí, así que voy hacer un poco de cardio para relajarme.

Aún me quedaba una hora para ir a mi primera clase, a parte de que sólo estoy a unas calles de la universidad.

Sólo tome una botella de agua y ya me encontraba en la entrada del edificio.

Comencé a trotar para calentar mientras llegaba al parque. Y cuando llegue allí, me encontré al mismo grupo que vi la vez pasada.

Así que comencé a correr alrededor del parque pero sentía que alguien me seguía, pero descarté la idea porque habían más personas haciendo lo mismo que yo, así que no había de que preocuparse.

Cuando iba por la última vuelta sentí que alguien me estaba siguiendo, y cuando giro la cabeza, veo a un perro gigante que viene persiguiéndome.

Asustada, empiezo a correr lo más rápido que puedo pero por mi falta de energía, siento sus patas sobre mi estómago y logra tumbarme al suelo. Sólo logró taparme la cara con mis pequeñas manos esperando el ataque. Pero el sólo me esta olfateando y esta dejando su baba por toda mi cara.

Estoy resistiéndome pero tenga una fuerte debilidad hacia los animales, entonces empiezo a acariciarlo divertida.

-Golfo- escuche una voz conocida para mis oídos.

El perro al escuchar a la persona que lo llamo, de inmediato tomó asiento a un lado de la persona, la cual no podía ver muy bien su cara por el sol. Pero cuando me puse de pie supe que era aquel chico de pelo rizado.

-Tuviste suerte de que no te atacara- Dice serio -El no es así con las personas desconocidas- murmura mirando al perro.

-Bueno, parece que a alguien si le caigo bien- Digo con una sonrisa mirando al perro que al parecer se llama Golfo. Me recuerda al perro de la dama y el vagabundo.

El no dice nada y empieza a correr con Golfo siguiéndolo a su lado.

Como aún me faltaba terminar la vuelta hago lo mismo que el y logró alcanzarlo.

-¿Y que haces aquí?- Suelto de golpe con la respiración agitada y no me doy cuenta de lo estúpida que es la pregunta.

-Lo mismo que tu- Dice más que obvió sin mirarme.

Sólo ruedo los ojos y lo sigo ignorando.

Siento su mirada sobre mi y empiezo a sentir calor en mis mejillas.

-¿Por qué me miras tanto? Vas a tropezar con algo- Digo algo incómoda sin mirarlo.

No dice nada y empieza a mirar de frente. Es mi oportunidad de inspeccionarlo con la vista. Miro de reojo y no puedo evitar pensar en lo guapo que se ve todo sudado. Tiene una gorra verde y se pueden apreciar algunos de sus rizos que logran escaparse de la gorra.

Sigo bajando la mirada y hasta ahora es que me doy cuenta de que sólo está en shorts y tennis.

Puedo visualizar que sus brazos, hombros y abdomen están llenos de tinta. Inspecciono cada uno de ellos y me detengo en la mariposa que cubre todo su abdomen. Es raro de que un chico tan... como el, pueda tener una mariposa tatuada en su abdomen. No puedo seguir con mi inspección porque en ese momento tropiezo con algo y me caigo al suelo.

-Al parecer la que término cayendo fuiste tu- Dice mientras se cruza de brazos y se burla de mi -Te hubiera durado más una foto- Dice ahora dejando ver unos hoyuelos que no sabía que tenia.

SoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora