Nunca hemos sido
de besos de despedida.
Nunca he sido
de las que pone la piel de gallina.
Y mírame.
Míranos.
Intentando robar
los besos que tienen otro nombre escrito.
Yo nunca robaré una caricia,
nunca abrasaré tu garganta
Lo sé.
Pero sé que soy capaz
de clavarte una espinita
en cuanto quiera.
Que por mucho que yo diga
que tengo el alma cansada
de jugar tanto,
siempre habrá cinco minutitos más en el recreo
aunque ya haya dejado de ser un juego para mí.
Nunca hemos sido
de cogernos las manos.
Nunca has sido
de los que abrazan la cintura.
Te miro.
Nos miro.
Y la tormenta en mis ojos
me anuncia que todo ha cambiado.
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Decírtelo bajo la lluvia
Thơ caDesde nuestros días inocentes, a cuando dejamos de serlo tanto. Tus mentiras, mis despechos. Tus abandonos, mis abandonadas. Diferentes pieles en las que te buscaba, pero sólo te encontraba en mí misma.
