1. Verona

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12:39
La una menos veinte de la tarde. A la mayoría de las personas les parece genial despertarse a esa hora todos los días del verano. A mi no. Odio, y repito, odio levantarme tan tarde, me siento como si hubiera desperdiciado toda la mañana sin hacer nada más que dormir. Y sí, amo dormir, pero me gustaría levantarme más temprano y dar un paseo por la preciosa Verona...

Voy al baño y me miro en el espejo. No me gusta lo que veo. Una, dos, tres y cuatro. Cuatro espinillas nuevas. Bienvenidas a mi cara.

Me asomo a la habitación de mi hermana, a ver si ella está despierta ya. Sí, lo está, la escucho hablar con mi madre.

Bajo y doy los buenos días a toda la gente que hay en mi casa: mi hermana, mi madre, la peluquera, el maquillador y el estilista. No es raro que estén aquí, es decir, la familia Zanetti es una de las más ricas y famosas de Verona, por lo que tenemos muchas comodidades, una gran mansión, varios coches, gente de servicio, etc.

Mi padre, Riccardo Zanetti, es el dueño de una gran línea de restaurantes: Palazzo Zanetti. Mi madre, Vanessa Zanetti, es licenciada en medicina. Y bueno, ella se pasa todo el día de compras con mi hermana Bianca, de 6 años, son como dos muñecas, siempre visten igual y hablan igual y hacen los mismos gestos. Normalmente ellas no me tratan bien, pero una ya se acostumbra.

-Por fin se despierta la princesa de la casa.-dice el estilista, a quien creo que no le caigo muy bien, supongo que no le gusta mi estilo.

-Yo me considero la reina, pero gracias.-contesto mientras me dirijo a la cocina.

-Aquí tienes unos crepes que te he preparado.-dice la cocinera amablemente.

-Gracias, huelen genial.

-De nada, señorita.

-¿Qué es eso Maclovia?-me pregunta mi hermana pequeña, señalando una espinilla.

-Te he dicho que no me llames así, soy Clov.-dije muy enfadada.

-Pero te llamas Maclovia.

-Pero no me gusta ese nombre. En fin, para que discutir. Esto se llama espinilla y están hechas para destruir tu belleza facial.

-Vaya. Te hacen muy fea.-dijo asqueada, y se fue.

16:08
Ahora es mi hora de la siesta, pero después de comer esos crepes me he mirado en el gran espejo que hay en mi habitación y he llegado a la conclusión de que estoy algo gordita. Así que he decidido ir a dar una vuelta con mi bicicleta por Verona.

16:32
Estoy lista. Me he tapado las espinillas con maquillaje y llevo puesto un vestido con un estampado de margaritas muy alegre, junto con unas manoletinas negras y un reloj de Michael Kors. El pelo lo llevo ondulado y suelto. También he cogido un diario Moleskine y una cámara de fotos.

-Mamá, me voy a dar una vuelta con la bicicleta.

-Vale.

-¡Dios mío! ¿Como te permites salir así a la calle? ¿Con esas manoletinas tan horrendas?-señaló el estilista.

-¡Y el pelo! Madre mía.

-¿Por qué no me dejas que te maquille un poco? Tienes ahí unas espinillas que...

-Chicos, chicos, parad.-interrumpió mi madre-No os metáis con ella, está claro que no ha salido a mí.-dijo entre risas.

Me quedé atónita y salí lo más rápido que pude.

Clov ZanettiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora