Miré su mano, que estaba encima de mi hombro, y seguidamente, le miré directo a los ojos. Llevaba un conjunto negro entero, casualmente mi color favorito, le quedaba genial. Él me estaba sonriendo, lo que me hizo devolverle la sonrisa. No sabía que decir, o si debía decir algo.
-Vaya, este grupo toca genial.-me dijo con esa sonrisa tan preciosa que tenía-¿Los conoces?
-La verdad es que no, nunca los había escuchado.-dije con otra sonrisa.
-¿Quieres tomar algo?
-Bueno, vale.
Fuimos hacia la barra, y como la discoteca estaba llena de gente, me cogió de la mano. Pedí vodka negro con Fanta de limón y él ron cola. Volvimos a la pista de baile y bailamos juntos sin despegarnos. Me lo estaba pasando genial, él era tan alto y guapo... Y el tacto de su mano me hacía sentir genial. Por un momento dejé de mirar sus profundos ojos azules para fijarme en un montón de chicas que había en uno de los sofás de la discoteca. Eran mis amigas y Valen estaba llorando.
-Ahora vuelvo, un momento.-dije mientras le soltaba.
Corrí lo más rápido que pude hacia ellas y me puse de rodillas.
-Chicas, ¿qué ha pasado? ¿Por qué está llorando Valen? ¿Está bien?-pregunté gritando.
-Es por su novio.-oí decir a Paola.
-¿Su novio? ¿Qué le ha pasado? ¿Está bien? No me digáis que ha roto con ella-ninguna dijo nada-. Chicas responded.
-¡JODER CLOV AL NOVIO DE VALEN LE HAN DADO UNA PALIZA Y ESTÁ EN EL HOSPITAL! ¡CÁLLATE YA!-dijo muy enfadada Nicola.
-¡DIOS VALE NO LO SABÍA, SI LO SUPIERA NO HABRÍA PREGUNTADO SI QUIERA!-me dirigí a Alessia, que parecía estar más calmada-¿Por qué no está en el hospital con él?
-Clov, ¿tú crees que esté en condiciones de ir al hospital? ¡Le está dando un puto ataque de ansiedad!-y se echó a llorar.
«¿Por qué me tratan así?», pensé. Me fui a buscar al chico con el que estuve bailando. Lo encontré en primera fila, en frente del escenario.
-Hola, ya estoy aquí.-dije desanimada.
-Bien, quería que bailaras conmigo allí arriba.-dijo señalando el escenario y sonriendo-Allí es donde tendríamos que estar.
-Pero yo no sé bailar, ni bailo como tú.
-Para estar allí no hace falta saber bailar, hay que tener ganas.-me dijo alegremente-Ven, sígueme.-y se echó a andar hacia el escenario.
Me salió una sonrisa de oreja a oreja y me dispuse a seguirlo, pero entonces alguien me cogió del brazo y tiró de mí. Era Paola.
-Nos vamos. Valen ya está mejor, va a llevar a las chicas a su casa y se va al hospital.-dijo secándose las lágrimas.
1:28
No me podía creer que ni siquiera me haya despedido de él, que ni siquiera sepa que me he ido, que no sé ni su nombre, no tengo su número, no tengo nada. Lo único que sé es que esta noche ha sido mágica.
Paola y yo no nos dirigimos la palabra en todo el trayecto hasta mi casa. Lo único que hago es mirar por la ventana y pensar en que debí haber corrido hacia él para despedirme y saber cuál es su nombre al menos, decirle de dónde soy o quién soy, a lo mejor conoce a mi padre...
-Ya hemos llegado.
La voz de Paola interrumpe mis pensamientos.
-Gracias, buenas noches.
3:01
No hago más que darle vueltas a la cabeza, no puedo dormir, vuelvo atrás una y otra vez, vuelvo a recordar el momento, a ver su cara, a sentir sus manos. Lo único que puedo hacer es preguntarle a las chicas.