Cuenta Paula:Paso una semana, todos los días estuve nerviosa y lo que menos me preocupo fue como lo disimule, aunque aparentemente lo hice bien, ya que Joaquín no lo noto, o al menos, no menciono que me comportara rara.
En la semana tuve algún que otro flashback, recordé llantos, míos, como de otras personas, el echo de haber sido ciega, complicaba un poco saber a quienes pertenecían las distintas voces.
Hasta ahora había tenido -por lo menos en mayoría- recuerdos del periodo de tiempo en el que fui ciega, esto complicaba todo un poco mas, no podía buscar ningún rostro, solo nombres, los cuales cualquier persona podría fingir poseer.
A mitad de la semana recordé algo muy importante
-Flashback-
Estabamos apunto de almorzar, cuando la bandeja, llena de lo que íbamos a comer se cayo de mis manos mientras yo me agarraba de la mesa.
Joaquín: -¿¡Qué haces!?-Vio como mi mirada estaba perdida-¿Sofi?-
La voz de quien por tanto tiempo creí mi novio, al igual que su nombre, encajaba perfecto con el apellido Mendez.
Lo mire sin poder disimular algo de miedo, recordaba como era el líder del grupo que eran básicamente criminales, las muchas cosas que había echo para ganar la reputación que tenia en la escuela, alguna que otra charla con un chico hablando sobre lo peligroso que era, recordaba cuando me secuestro y me tiro a una pileta intentando acabar con mi vida, recordaba todo, o por lo menos lo que debía para saber que con quien estaba era alguien peligroso.
-Fin del Flashback-
Sabia que no tendría problemas en matarme cuando le fuera una molestia, fue ahí cuando comprendí que le daba lo mismo pegarme a mí que a cualquier cosa, tenia odio y un gran rechazo hacia él, cuatro años fingiendo ¿Para qué? ¿Solo para hacerme mal?
Esperaría como mucho dos semanas a que alguien viniera, y si no era así, me escaparía como sea.
Hoy era sabado, esperaba que fuera un día común, pero me desperté con un golpe, una vez despierta, le siguió otro que me despabilo y me hizo gritar, sin embargo, alguien me tapo la boca.
Joaquín: -¿¡Qué mierda hiciste!? ¿¡Con quien carajo te comunicaste!?-
Sonreí maliciosamente para morderle la mano y pegarle un rodillazo en "sus partes bajas", luego corrí, por suerte, gracias al golpe gane algo de distancia, estaba muy cerca de la puerta de salida, donde ya se lograba escuchar los gritos de un policía.
Policía: -¡Abrí Joaquín sabemos que estas ahí! ¡Entrega a Paula!-
Si bien, pude desatar una guerra mental para terminar llorando porque me llamo Paula, todo ese tema era lo que menos me preocupaba. Sin embargo cerca de la puerta sentí como me agarraba fuertemente por el hombro.
Pau: -¡Ayu...-No logre decir nada mas ya que me tapo la boca-
Intentaba que me suelte de varias formas, intentaba que mis pies den con alguna parte de su cuerpo para dañarlo, pero era en vano.
Joaquín: -¿Así vamos a terminar?-Me quito la mano de la boca-
Pau: -Sos un puto enfermo-Le escupí-
Él río luego de limpiarse, acto seguido recibí un fuerte golpe para que luego me agarrara de la cabeza y me tirara hacia el suelo. Me intente parar, no me iba a rendir ahora que estaba apunto de salir, la bronca de que este enfermo me allá mentido por cuatro años y que lo último que allá echo con mi problema fuera ayudarme me impulsaba a seguir. Claro que apenas pude apoyar mis brazos en el suelo para impulsarme recibí una patada en la espalda de que volvió a pegar al suelo.
Escuchaba como la policía intentaba abrir la puerta, en el suelo recibí otro golpe, con el que casi pierdo la conciencia.
Joaquín: -Esperame acá ¿Dale?-
Mis ojos lentamente se cerraban mientras escuchaba sus pasos alejarse.
Recordé como siempre hacían todo por mí cuando era ciega, eso trajo varias voces que no había oído en ningún otro recuerdo, en ese corto periodo de tiempo también recordé como siempre quise poder hacer algo yo sola, sin recibir el "¿Te ayudo?" de nadie.
Joaquín volvió y me levanto, luego de escuchar como la puerta se abría brutalmente, aparentemente los policías habían entrado, luego sentí algo frío en mi cabeza, pude reconocer que me estaba apuntando, minimamente sonreía, era increíble como en un segundo se le caía toda la cuartada.
Policia: -Joaquín baja el arma-
Joaquín: -Les voy a decir que va a pasar, me van a dejar llegar a mi camioneta con ella, y nos vamos a ir ¿No mi amor?-Me miro-
Susurre unas palabras, mejor dicho, moví los labios ya que casi no tenia voz.
Joaquín: -¿Qué decís?-
Pau: -No voy a ser otra vez una damisela en apuros-
Aparentemente por los nervios no se abría dado cuenta de que me tenia muy mal agarrada y que además, ya me había recuperado -luego de tantos golpes seguidos, en cuatro año, una se acostumbra-, por lo que me fue fácil pesarle el pie con los tacones que tenia para que me suelte por unos dos segundos aunque sea, esos dos segundos me bastaron para repetir la acción que había echo para ganar distancia de él.
Una vez el se retorció por el momentáneo dolor que le había causado me acerque a los policías quienes rápidamente le dispararon, aparentemente con balas de goma para luego esposarlo.
Policía: -¿Como estas? ¿Te duele mucho?-
Pau: -Sonreí-Desde ahora voy a estar mejor-
Luego de un par de cuidados que me dieron los policías con las cosas que había en el lugar, me subí a la patrulla, no sabia con exactitud a donde íbamos, solo sabia que a donde fuera, seguramente me encontraría a Paio Rodriguez.
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ciegamente enamorados [Paioedo] (adaptada)
Romanceesta es una historia entre Pablo Rodriguez, mas conocido como Paio, y Paula Amoedo. Ellos dos son Paioedo, Paio y Amoedo. Si no los conocen son los que pongo en las fotos de multimedia, son dos participantes de "Combate" es un programa de canal 9.