ciegamente enamorados [Paioedo] (adaptada)

remember - capítulo 20

Cuenta Paio:

Luego de un par de horas de viaje estábamos llegando a las cabañas, esperaba que reconociera algo, ese lugar debía ser fuerte para ella, ahí recupero la vista después de todo.

En el auto ella fue atrás junto con Tomi quien estaba tan emocionado como todos los años, siempre íbamos ahí de vacaciones, tal vez era una forma de recordarla.

Tomi se bajo y corrió hacia la cabaña, que si no estaba alquilada, siempre íbamos a esa.

Pau: -Es lindo el lugar-Dijo al bajar del auto-

Paio: -Esta buenísimo, hay de todo, igual vamos a tener unos cinco días en familia nada mas, después ya vienen los chicos-

Pau: -Familia...-Sonrío-

Paio: -Bueno sos la madre del nene y no se si te acordas que le dijiste que sos mi novia-La abrace por atrás-

Pau: -Río-¿No tenemos que bajar las cosas?-

Paio: -Bueno, dale-

Nos costo muy poco instalarnos, lo que nos costaba era mantener quieto a Tomas, pero bueno era común que estuviera inquieto, lo que me daba gracias es que arrastraba a Pau a todos lados para mostrarle el lugar.

Cuenta Pau:

Tomi me mostró todo el lugar llevándome de la mano, me daba demasiada ternura.

Era un lugar realmente hermoso, almorzamos en familia -una palabra que comenzaba a gustarme mucho- afuera de la cabaña, para así estar a unos pocos pasos de la pileta, la cual estaba llena y limpia, al menos yo no podía ver ninguna basura.

Era un día caluroso y mientras yo aproveche para intentar broncearme, miraba jugar en la pileta a Tomi y Julian, quien apropósito lo llevaba a lo profundo.

Claramente no pude broncearme gracias a ellos por lo que me tuve que terminar metiendo, creo que estuvimos entrando y saliendo del agua toda la tarde. Ya para la hora de la merienda Tomi se encontraba en el suelo jugando con algunos juguetes que se había traído mientras comía su helado, yo estaba arriba de Paio en una cama paraguaya mirando como Tomi jugaba y riendo gracias a las cosquillas que me causaban los besos de Paio.

Todos los días la rutina era diferente, intentábamos aprovechar el lugar completamente, era muy hermoso y tenia de todo.

Me daba mucha ternura como Paio dejaba ganar a Tomi en todos los deportes que jugaban, aunque la mayoría de las veces eran interrumpidos por mi culpa, ya que una vez aburrida de verlos o corría a hacerle cosquillas a Tomas o terminaba distrayendo a Paio.

Hoy ya era el quinto día, Tomi y Paio estaban jugando afuera mientras preparaba todo -con esto quiero decir que sacaba todo de la heladera, Paio era el que sabia de cocina- para merendar, después de todo hoy venían los chicos.

Me estaba poniendo linda, sabia perfectamente que las chicas iban a venir arregladas y como en estos días no había pensado mucho en mí, decidí consentirme mientras los esperaba.

Una vez me creí lista, me mire en el espejo que había en el cuarto donde Paio y yo dormíamos, por alguna razón me quede admirando las paredes al igual que el techo eran de madera, sin embargo, se notaba que estaban un poco mas viejas. Era raro, las miraba como si fueran algo hermoso, no digo que estuvieran en tan mal estado, pero tampoco para quedarme mirándolas como si fuera lo mas hermoso que vi.

Abrí los ojos como dos platos al darme cuenta de que ese era el espejo donde con 18 años, volví a ver, una sonrisa se formo en mí ¿Acababa de recordar eso?

Me volví a mirar al espejo, me vi con el pelo castaño y con varios centímetros menos, aunque no supiera muy bien el porque, sabia ubicar que en el reflejo tenia 18.

Podía ser lo mas extraño que viví, pero no tenia miedo, y aunque quise buscar alguna explicación lógica, miles de frases que llegaban a mi mente a la vez no me lo permitían.

Rostros, frases, dichos, risas, colores, lugares, nombres, imágenes, unas mas fuertes que otras, palabras, voces, gritos, risas, sonrisas.

Me agarre de la cabeza a la vez que apoye una mano en el espejo, me costaba sostenerme, estaba mareada y las miles de voces, de imágenes, no dejaban de llegar a mí, empeorando mi estado, como pude, sin reconocer muy bien algunas partes de la casa, logre llevar al living, tuve intención de llegar a la puerta para poder pedirle ayuda a Paio, sin embargo, no llegue, me desmaye.
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