- cap. 46

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Cuenta Pau:

En todo momento durante la charla con Maria y con Yolanda la hija de esta, estuve presente, y era un acto que me provocaba mucha ternura que en ningún momento me allá soltado.

Hablaron de todo, aunque también hubo muchas miradas y silencios en los cuales no eran necesarias las palabras, estaba aprendiendo que con miradas se dice mucho.

Hablaron sobre el asesinato del esposo de Maria, sobre su hijo el cual le reclamaba a Oscar, una pista que Maria había conseguido la guiaba a pensar que él era el causante de las muertes de su hijo y de su esposo, aunque lo de su hijo era mentira, después de todo estaba ahí, frente a ella.

Fue una charla conmovedora, con lagrimas, con alguna que otra anécdota, en poco tiempo se conocieron bien, al menos la confianza ya se había formado, se notaba por como Paio le contaba de mí, de Margarita, de Tomi a quien ya estábamos esperando, después de todo estábamos en el noveno mes.Les contó sobre los varios problemas con su familia, lo rebelde que era, alguna que otra cosa que había echo con Joaquín, pero al igual que yo ambas entendieron el porque. Les contó sobre los pegotes que somos, sobre como antes yo era ciega, sobre lo que le hacia sentir, sobre lo linda que era su vida ahora .

Por otro lado Maria también tuve que contar, su lucha por justicia, la cual nunca logro, los mínimos indicios que le daban grandes esperanzas de que su hijo viviera, la infancia de Yolanda, lo poco que había pasado con su hijo, compartió alguna que otra anécdota de como fue su vida, lo mucho que había amado a su esposo, contó varias cosas sobre él en las cuales varias por lo menos a mí me recordaron a Paio.

Sin darnos cuenta ya había anochecido.

Maria: -¿Como que se van? Por favor quédense a comer ¿Qué les cuesta?-Sonrío amable-

Paio: -No, ya las molestamos mucho-

Maria: -Ninguna molestia-

Yolanda: -No pueden morir sin probar una comida de ella, son riquísimas-

Tampoco queríamos molestar, pero a Tomi ya lo habían convencido por lo que nos quedamos a cenar y si, Yolanda tenía razón, todo era riquísimo.

Paio: -Mañana temprano digo de hacernos los análisis ¿Te parece?-

Maria: -Claro, mientras menos tardemos es mejor-

Pau: -Menos mal que nos quedamos, realmente esta riquísimo-Sonreí para llevar otro pedazo de comida a mi boca-

Maria: -Me alegro que te guste, además vos tenemos que comer por dos-

Sonreí, para luego de unos platos mas terminar de cenar.

Nos quedamos charlando un poco más, tanto Paio como ambas estaban deseando que sea mañana, pero era lógico, después de todo si así era, ellas encontrarían a un hermano y un hijo y él a su familia.

Luego de un par de abrazos, sonrisas, miradas y palabras de despedida nos subimos al auto que Paio había comprado ya hace unos meses y marchamos hacia casa, al igual que venían siendo varios otros, era un día importante. Aunque me sorprendi al darme cuenta que Paio paraba en un heladería.

Pau: -¿Qué haces?-

Paio: -No me vas a sorprender otra vez a las cuatro de la madrugada con antojo de granizado-

Pau: -Nunca paso eso-Recibí una mirada entre obviedad y algo de diversión, aparentemente le parecía gracioso que tratara de negarlo-Bueno... tal vez unas veces-Recibí un beso en la frente para que luego Paio se baje-

Mientras esperaba que volviera sentí un dolor en la panza, no tarde mucho en darme cuenta, Tomas ya venia, por lo primero que hice, aunque a la vista de cualquiera que pasara por la calle, me creyera loca, comencé a gritar.

Paio no tardo casi nada en venir en cuanto comencé a gritar, la puerta de mi lado se abrió para dejar ver su carita de preocupado.

Paio: -¿Qué pasa?-Me acariciaba la panza sin embargo yo no paraba de gritar, estaba teniendo contracciones-

Pau: -Ya viene Paio-

Su cara se transformo para que acto seguido se subiera y arrancara al hospital mas cercano.

Al ver que no podía bajar me cargo entre sus brazos y me llevo corriendo hasta la entrada del hospital, ya que al entrar grito.

Paio: -¡Ayuda!-Unas enfermeras se acercaron mientras otras se acercaban con una camilla-

Enfermera: -¿Qué paso?-

Paio: -Ya va a nacer el bebe-

Acto seguido me pusieron en la camilla y con apuro me llevaron a la sala de partos, donde Paio se puso a mi lado y tomo mi mano la cual yo apreté con fuerza, no tardo nada en entrar el doctor el cual, no mucho después de entrar me comenzó a pedir que pujara. Luego de unos varios intentos escuchaba sus voces distorsionadas, entendí muy pocas cosas entre el grito y los rápidos movimientos que hacían las enfermeras y el doctor, entre estas cosas, entendí cesaría, sin embargo no tuve mucha oportunidad para pensar o preocuparme ya que me desmalle.

Cuenta Paio:

No se en que momento se descontrolo todo.

Iba todo bien hasta que comenzaron a haber complicaciones, terminaron llevando Paula otro lugar, para hacer que el bebe nazca por cesaría, realmente estaba muy preocupado y los nervios que tenia no me acompañaban mucho.

Cuando se cruzaron por mi mente llame a Cathy y Ova los cuales enseguida llegaron acompañados de Peter y de los chicos.

Peter: -¿Donde esta?-

Paio: -En cesaría-

Rompí en llanto y aunque enseguida me contuvieron no pare, no iba a soportar que algo le paso a Paula.

Habran sido unas dos horas después que salio el doctor, enseguida me pare seguido por los demás, sin embargo mis pensamientos se borraron al ver como una manta rodeaba a una pequeña criatura en los brazos del doctor la cual lloraba.

Doctor: -¿El padre?-

Paio: -Soy yo-

Me acerque y el doctor me dio al bebe para que lo cargara, era simplemente hermoso, lo mire a los ojos, en algún punto me recordaron a mí, le sonreí intentando contener mis lagrimas, esta vez de alegría.

Paio: -Hola Tomi-Snif-Yo soy tu papá ¿Sabes?-El niño esbozo un pequeña sonrisa-

Doctor: -Lo vamos a llevar la incubadora-Le di al niño aunque fue difícil no quería soltarlo-

Paio: -¿Y la madre?-

Doctor: -Los efectos de la anestesia se van pasar dentro de unas horas-Sonrío-Felicitaciones por el niño-

Luego de que el doctor se marchara, recibi abrazos y hermosas palabras

Maxi: -¿Ves lo que te dijimos? Iba a estar todo bien-

Yo solo pude sonreír

Jenny: -¿Y que se siente ser padre?-

Paio: -Es lo mas hermoso del mundo-Sonreí-

No tardamos mucho en irnos turnando para adorar a Tomas quien ya se encontraba dormido en la incubadora.

Con solo verlo, me alegraba tenia tantos rasgos míos como los de Paula, para mi era perfecto en todo sentido. Era una mezcla de dos personas que estarían por siempre, ciegamente enamorados.

Un buen tiempo después, mas a la mañana del día siguiente Paula despertó, y en cuanto me lo informaron me dirigui al cuarto donde esta estaba y entre con flores en una mano y en mi rostro una hermosa sonrisa por ver aquellos ojos que tan loco me tenian.

Paio: -Pau-Sonreí-¿Como te sentís?-Note algo de confusión en su rostro-¿Pasa algo?-

Pau: -No, nada, estoy bien-Sonreí sin embargo su gesto no cambio-Disculpame ¿Vos quien sos?-
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ciegamente enamorados [Paioedo] (adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora