Segunda Temporada, Por Siempre Serás Mi Mezagirl.

Capítulo 3.

Brandon Meza PDV's;

-Mi amor, eres hermosa, te extrañe como un loco. -Dije tomando las mejillas de ____(tn).

-Yo te extrañé igual. Regresé para ya no irme nunca, y estar juntos. Como siempre lo deseamos. -Sonrió acariciándome la mejilla.

-Eres sumamente perfecta, me encanta que estés aquí conmigo, de nuevo. -Dije acercándome.

Me acerque a ella, todo lo que pude. Era tan bonita. Y extrañaba tanto tenerla aquí, fuimos acercándonos. Hasta qué nuestros labios rozaban. Podía sentir como casi se me salia el corazón.

Cerró sus ojos. Cerré los mios. Estábamos a nada de juntar de nuevos nuestros labios.

Biiip, biiip, biiip, biip, biiip.

Desperté con todo el sueño del mundo, y otra vez con ése sueño de que mi princesa que regresaba.

Todo fue un jodido sueño perfecto. Me dije.

Miré el reloj, 5:30 a.m. tenía que ir a la escuela y de ahí a los cursos de Inglés. Toda la flojera estaba en mi.

Me apuré en prepararme para la escuela. No demoré mucho.

6:15 y ya iba en camino a la casa de Mónica.

Soné varias veces el claxon, haciendo que Mónica saliera de su casa.

-Buenos días. -Dijo ¿feliz?

-Ni tan buenos. -Bufe.

-Uy. Alguien amaneció de mal humor. -Dijo burlona.

-Ni qué lo digas.. Volví a soñar con mi princesa. -Dije viendo el retrovisor.

-Ow, ¿será porqué su cumpleaños se acerca?. -Dijo mirándome.

-No creo que eso tenga algo que ver, o tal vez si. Pero ya van varios días en los que sueño con ella. Mónica, me frustra no saber como esta, o que ha hecho. Me deprime que se fue, y ya no hablamos, nunca. -Dije un poco triste.

-Ánimo bebé. Mira, todo lo malo ya va a pasar, de eso me encargo yo. -Afirmó- Prometo que ustedes dos van a volver a estar juntos.

-¿Como puedes prometer eso?.. Ella ya no quiere nada conmigo. -Afirme mirando hacia en frente.

-Tú no sabes nada. Yo sí sé todo. Así que calla, y estaciona para qué podamos entrar a clases. -Dijo un tanto mandona.

Estacione como me lo pidió..

Faltaban tan sólo días para que mi princesa cumpliera años. Y no estaré con ella.

Ni siquiera tengo alguna manera de comunicarme con ella para poder felicitarla. De todas sus redes sociales me eliminó. Twitter lo dio de baja. Facebook me bloqueo, y whatsapp, supongo que también me bloqueo.

La extraño, en verdad, y toda la escuela lo sabe.

Miré mi celular faltaban 15 minutos para mi primer clase. Opté por no tomar la primera.. Subí a mi carro y arranque hacía el starbuks.

Estacioné y entré, necesitaba un café rápido.

Las señoritas de ahí ya me conocían, y no precisamente por ser Brandon Meza. Si no... por ser cliente frecuente.

-¿Lo de siempre? -Preguntó Ayeiska. Trabajadora de ahí.

-Por favor. -Sonreí.

-Pongalo a mi cuenta. -Se escuchó una tercera voz. De un hombre para ser exacto.

Volteé a ver quién había dicho eso. Y vi en una mesa que se encontraba Gerardo, el primo de mi bebé.

-Amigo.. -Grité entusiasmado.

-Hola, hola. -Respondió de igual manera, parándose para saludarnos.

-¿Que estás haciendo acá? ¿Que no se supone que también estabas en EUA? -Pregunté confuso.

-Asi es. Pero estoy en brake. Acabo de llegar a Monterrey. No pensaba que te toparía aquí. Según yo tienes clases. -Dijo mordiendo su galleta.

-Asi es. Pero no quise entrar a clases, no ando de ánimos. -Reí.

Mi café llegó, empezamos a platicar de muchísimas cosas.

-¿Que ha sido de ti? ¿Aún tienes esa noviesita odiosa? -Dijo entre risas.

-No. No. Para nada. -Reí- Hace tiempo nos dejamos. -Suspire.

-Vaya. Hasta que haces algo bueno. -Ambos reímos.

-Cuentame.. ¿que ha sido de ella? -Pregunté ansioso.

-Nada fuera de lo común. Bajo 3 kilos, a pesar de qué estaba flaquita, bajo de un golpe tres kilos a través de una enfermedad que tuvo. -Suspiro- Pero gracias a Dios ya esta perfectamente bien. -Sonrió.

-Mierda. -Maldije- Me bloqueó de todos lados, y pues no tengo como ver sus cosas. -Dije triste.

-No te aguites bro. Ella aún te ama. Sigue guardando todo lo que le diste. Tú sigues siendo su fondo de pantalla. Ha botado a muchos chicos que la invitan a salir, solo por ti. Me consta.

-Bro. Creeme qué yo también la amo. Muchísimo. Es mi vida entera, cuando se fue.. Sufrí como un loco. Solamente que no lo demostré. La necesito en mi vida, necesito sus regaños, sus anécdotas, su risa, todo. La amo. Y la extraño. -Dije con lágrimas en los ojos.

-Ten por seguro que yo me encargaré que tú y ella sean felices, tenlo por seguro. -Afirmó.

Calle por unos segundos, en verdad estaba triste. La necesitaba en mi vida, la quería conmigo, no pude evitar llorar. Necesitaba sacar todo ese dolor que sentía.

La necesito a ella.