Él.

Alguna vez.

Alguna vez, has tenido, esa necesidad de decir algo, pero no podes, porque sentís que la vas a cagar, pero te carcome los pensamientos, llega a tus sentimientos, y sentís que te ahogas en desesperación por preguntar...

El, día del concierto, vos no planeabas encontrarme ¿O sí?, vos, no planeaste estar conmigo, no querías estar conmigo. Ese día, no sé porqué no planeé, no sentí la necesidad de, pensarte, de pensar "va a llegar" pero te vi, ni siquiera recuerdo si me abrazaste, pero desde que te saludé sentí que, no querías que yo estuviese ahí, y, tal vez no me dejaste sola, tal vez por lástima, pero hubiese preferido estar sola a que me hicieras esperar, a que me trataras mal, a hacerme sentir como una mierda, supe que no te importaba desde el momento en que me dejaste atrás, caminando sola en un callejón, desde que a lo único que me querías invitar era una cerveza, cuando andabas algo "tomado", cuando me agarraste con fuerza del brazo porque no caminaba rápido. Y realmente escribo algo que nunca vas a leer, porque voy a esperar, a que me agobie pensando que algún día te lo pude haber enseñado, que algún día te pude haber reclamado, pero tenía miedo, miedo de que no contestases el mensaje, miedo de quedar como idiota, porque, ¿sabés? Así es la gente como yo, la ansiedad me hace querer preguntar cosas pero me retracto de lo mismo que quiero preguntar, porque siento que va a salir mal. La razón por la que esperaba a que llegases a mi casa era para decirte esto, porque tal vez en persona se me hiciera más fácil, tal vez en persona no experimentaría el "temido" rechazo, pero tengo miedo, así que sí, por eso lo escribo, porque me da miedo llorar enfrente de la gente, porque me da miedo agachar la cabeza enfrente de la gente, porque me da miedo el "qué dirán" porque me da miedo que desde el segundo en que te de esto, que al día siguiente no volvás a hablarme, y sí, me da miedo eso, porque...me gustás, me gustaste desde el momento en que me hablaste por primera vez por Instagram, bueno, no desde ese momento, pero me comenzaste a llamar la atención, como sabía que vos no ibas a pedirme mi teléfono yo te lo pedí, tal vez ese fue uno de mis errores, sentir algo por una persona a la que sabía que, no le interesaba desde el primer momento. Pero me arriesgué, nunca en mi vida me había arriesgado a eso, nunca, había escrito para alguien, pero aquí estoy, escribiendo para una persona a la cual no le intereso, pero aprendí a arriesgarme, una vez, no lo vuelvo a hacer. Porque experimenté dolor, experimenté insomnios, pensando en el "qué pasaría si..." tal vez sea la persona más intensa del mundo, pero tenés algo, sos definitivamente el tipo de persona que me llama la atención, porque aunque sos deportista tu vida no gira en torno a ello. Vos pensas, vos lees, vos sos el tipo de persona que lucha por sus derechos y le da al que no tiene, sos el tipo de persona, con el que se puede conversar de múltiples temas, tenés una mente fascinante, en serio. Porque sos insensible con algunas cosas, porque tenes un humor extraño, y un acento distinto, porque no tenés miedo a opinar, porque tenés metas, porque te mantenes firme en tus creencias, porque defendes tus ideales políticos y religiosos, porque no te da miedo hacer el ridículo, porque no sucumbís ante la presión, porque sos libre, pero tenes los pies sobre la tierra, por eso me gustas, y no sé por cuanto dure este sentimiento que no es correspondido, pero, si no volvemos a hablar, definitivamente espero que encontrés a alguien lo suficientemente valiente como para adentrarse en tu tormenta, y que te respete lo suficiente como para amar el tamaño de tus olas, espero que encontrés a alguien que se deleite con la calma que podes tener, y que esté dispuesta a navegar en la extensión de tu mente, siempre recorda, que sos el único universo que vale la pena explorar. Y sí, esto es más o menos para evitar un rechazo que no quiero escuchar.

Esa fue la carta que nunca le envié.