Él.

Y me di cuenta.

La verdad es que siempre me gustó tu elocuencia al hablar, me llamó la atención tu lunar en el ojo, tu risa ruidosa, y tu humor sin absoluto sentido, tu pasión por el deporte y tu indiferencia. Te había escrito otra carta, supongo que esa me la guardaré para mi, ¿Alguna vez te han dicho la frase "las desilusiones ayudan a crear arte"? Siempre me pregunté como era tu letra, o porqué escogiste tu carrera, es una lástima que no te haya podido conocer mejor, ahora me parece estúpida la primera carta que te escribí, porque pareciera que quisiera controlarte, y me gustas por el hecho de ser un alma libre, qué tontería fue pensar que vos eras mío, o que yo fui tuya, tal vez te conocí mejor en mi mente que en la vida real. Nunca fui de esas personas que se morían por enviar un mensaje, tampoco soy de esas personas que se enojan por un visto, al menos claro que fuese algo importante, si te busqué fue porque realmente me preocupé por vos, pero estabas bien, pensé que ibas a escribirme explicándome que había pasado, yo te tuve que hablar, y supuse que si no querías escribirme fue por el hecho de que yo no te gusté, nunca supe que cosas hacía mal, supongo que mi actitud hace que la gente se aleje de mi.