Día de un director

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"Allí estaba yo viendo tu cabellera dorada en forma de rizos, los cuales quería acariciar y enredarme en ellos. Sus ojos eran celestes como el azul del cielo. Tenía una hermosa piel blanca y suave que da ganas de querer acariciarla. Siempre besaba sus suaves y delicados labios de color rosa; más dulces que la granadina. Pero la felicidad no es para siempre. Esa farsa tuya terminó y solo quedamos los dos. Como es posible que yo, Uchiha Madara, pueda tenerlo todo, pero no te tuve a ti. Pero no te preocupes, yo soy feliz ahora más que nunca y es por el hermoso regalo que no quisiste; pero yo si lo quise, y lo querré... Por siempre."

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Llovía...llovía en las calles, estaba en el parque. Tenía un traje formal con unos zapatos italianos, mi cabello con mi flequillo de lado tapando mi ojo izquierdo; en ese entonces mi cabello era corto, no me llegaba a los hombros. Veía a una mujer de aparente misma parada a unos metros de mí, de dorados y ondulados cabellos. Con el rostro bajo, su flequillo tapaba sus ojos así que no se le veía. Yo la miraba pero ella no a mí. A mi lado estaba mi hijo Tobi, mi pequeño de 4 años de edad. Traía una camisa que decía «Good Boy» de color naranja como su máscara y unos pantalones negros y sus tenis; también veía fijamente a aquella mujer. La lluvia me mojaba y al pequeño también...

"¿Que está diciendo? No puedo oír nada..." —pensé.

Ella sonrió y todo empieza a teñirse de negro... Volteo a ver a mi hijo y no está. Desvió la mirada hacia la mujer y tampoco esta. Todo se tiñe de negro, ya no cae la lluvia; ahora lo que puedo oír es el sonido de... ¿Un despertador?

Abrí mis ojos oscuros y me levante agitadamente. Estaba sudando mientras dormía. No puedo creer haber soñado con ella otra vez, aunque esta vez estaba Tobi en él...Apague el despertador y estrujo mis ojos para ver claramente que estoy en mi lujosa habitación. Me quito las sabanas para levantarme de la cama, abro un poco las cortinas dejando pasar un rayo de luz. Ayer me desvele un poco con unos amigos; la razón del porque tengo estas enormes ojeras... Aunque siempre las he tenido. Ya alumbrada un poco la habitación decido ir a mi baño.

Entro al baño para encender el agua y bañarme en la hermosa bañera para dos personas. Mientras esperaba me dedique a ver mi rostro en el espejo del baño.

Viendo mi cara ojerosa y pálida como siempre con un flequillo tapando mi ojo derecho y veo también mi cabello desordenado, "hoy tuve una pesadilla" pensé. Me devuelvo a la enorme bañera de color azul oscuro que ya estaba llena. Cierro la llave y me quito mi ropa. Entro poco a poco para ir acostumbrándome a su temperatura hasta entrar completamente y relajarme.

—Aahh~ Seguro hoy tengo otro día tedioso —me dije a mi mismo mientras mis mejillas se sonrojan un poco por la temperatura del agua.

Rozaba el jabón con mi piel y limpiaba mi cabellos azabache cuidadosamente que repasaban mis hombros. Era tan relajante estar en el agua tibia, sin preocupaciones ni nada, pero yo aun así las tengo, aunque este rodeado del agua tibia. Quite el tapón de la bañera y salí de allí. Cogí una toalla me seque cuidadosamente y la amarre a mi cadera tapando de allí para abajo; agarre una segunda toalla para secarme los cabellos. Salir del baño para empezar a vestirme con una ropa formal, un traje negro con el símbolo Uchiha y unos zapatos negros recién pulidos. Abroche los botones de la chaqueta negra y busque mi reloj de pulsera que estaba sobre una mesita y me lo coloque en el brazo izquierdo, vi que marcaban las 8:30 AM... O eso entendí, ¡No soy bueno leyendo la estúpida hora de palitos! Más fácil es la digital que esta... Pero tengo que admitir que estos relojes son mucho más elegantes... Pero bueno.

Salí de mi habitación, caminado por un extenso pasillo con varias puertas de madera. Bajo por las escaleras y abajo me esperaban las mucamas...

—Buenos días Uchiha-sama —dijeron todas en unisonó y haciendo una reverencia. Ellas eran hermosas y diferentes entre ellas. Una tenía el cabello verde otra marrón, hasta había una de Fucsia. Pero no hay que detallar tanto.

Precious Days in AkatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora