Precious Days in Akatsuki

Se forma un nuevo equipo: ¡Akatsuki!

Capitulo 4:

«Se forma un nuevo equipo: ¡Akatsuki!»

"¡Hola soy Kakuzu! Y Lo más importante en la vida es el dinero, siempre lo he dicho y no me retracto de esas palabras. Por eso odio a Master Card y su propagandita. Con el dinero pude, pude…Pudieron haber cambiado muchas cosas, ya que no solo se puede usar para el beneficio propio, si no el de otros… Pero cuando te conocí, cambiaste mi mundo, aunque sigo pensando que el dinero es lo más importante que hay, pero hay una cosa más importante y esa cosa…eres tú. Todavía recuerdo cuando formamos el equipo, y allí fue cuando nuestras aventuras comenzaron, juntos..."

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―Bueno los quiero aquí para... ―dijo el director Madara y se quedó un poco pensativo―. ¡Para formar un grupo!

―¡JODER! ¿Nos quiere para eso? ―le preguntó la de ojos violetas.

―Sí, exactamente para eso ―le contestó con una sonrisa Madara.

―¿Y si decimos que no? – le preguntó la de cabello azul intrigada.

―Pues es muy fácil… Yo ―dijo Madara pero es interrumpido por la rubia.

―¡No quiero ser el juguete de un Uchiha! No deseo estar en esta conversación, hum ―la rubia abrió la puerta para estar a punto de irse.

―Espera un momento Deidara… ―sonrió Madara y soltó un suspiro―. Ya veo que lo que me dijeron es cierto, tienes un comportamiento un tanto explosivo ―rió el Uchiha―, pero no pueden escapar así fácilmente. Por ejemplo tu ―señaló a Deidara―. Hubieras lastimado a mucha gente con los explosivos y además destruiste el gimnasio, ¿Cómo explicas eso? ¿Me vas a decir que lo hiciste solo porque le tienes rabia a los Uchiha y que deseabas ganarle a Itachi? ¡Buen chiste! Van a decir que eres una loca psicópata y se verá mal en tu hoja de vida ―sacó de una gaveta de su escritorio las hojas de vida de todos los chicos presentes.

―¿¡QUE!? ―gritó sorprendida la rubia.

―Con que eso tramas… ―dijo Itachi con un tono enojado mirando fijamente a Madara.

―¡Tu no me vas a intimidar! ¡No he hecho nada malo! ¡JAJAJAJA! ―dijo con orgullo la Jashinista.

―¿Eso crees? Bueno aquí tengo que… ―se colocó unos lentes y sacó pequeña hoja de su bolsillo― corriste medio desnuda por todo el instituto gritando «LIBERTAD» y entre muchas otras vulgaridades ―dijo esto Madara y sacó un bolígrafo del bolsillo de su chaqueta y se preparó para anotar eso en la hoja de vida que decía Hidan W…

―¡EEHHK! ―La de cabello grisáceo le paró la mano cuando iba a escribir lo que había dicho― ¡Para, para!

―Je… ―Levantó la mano―, sabía que dirías eso. Y esto le pasara a cada uno de ustedes si no me hacen caso… ―sonrió maliciosamente y señaló al pelirrojo―. ¡Tu, Sasori! Se suponía que ibas a supervisar la madera para que no fuera inflamable ¿Y qué fue lo que pasó? Se incendio casi todo el instituto por un mísero error tuyo.

―¡Espere! No fue mi culpa... Eso, yo revise bien la madera y todas estaban bien y ―se defendió Sasori hasta que fue interrumpido por Madara.

―¡Shht! ¡No me importan tus excusas, además que pudiste haber detenido la pelea de estas dos! ―Señaló a la rubia y a la de cabello negro― ¿Estuviste en su pelea no? ¡Y esto va para Kakuzu y Hidan también!

―¡Todo por culpa tuya, rubia! ―le gritó la Jashinista.

―No he terminado. Ahora viene Kakuzu ―señaló al dicho―. Robaste cámaras que eran propiedad del instituto para grabar la pelea y venderla y quedarte con el beneficio ―mostró los DvD’s―. ¡Y lo peor de todo es que las cámaras fueron dañadas! También tienes un castigo severo, señorito avaro ―sonrió nuevamente Madara, parecía gustoso con la situación.