CAPÍTULO 18

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El silencio en mi habitación era siempre algo usual, lo único que hacía eco era el tic-tac del reloj. No había nadie cuando bajé a la cocina en busca de algo para desayunar, en parte me sentía decepcionada de que no soy prioridad para mis padres pero es algo con lo que debería aprender a vivir.

Hoy iría a la escuela en transporte público pues no creo conveniente llamar a Alexander, además de que no sé cómo le voy a explicar todo lo que ocurrió el día de ayer. Él siempre ha sido comprensivo conmigo, aunque también es muy poco tolerante para con Kendall, pero viéndolo de otra perspectiva no puede ser tan malo como se aparenta pues solamente son unas cuantas fotos, y cabe recalcar que Alexander tiene pegadas pancartas con su rostro y el de Nancy en cada esquina de la escuela, no veo cual es la diferencia.

Kendall era la gran diferencia. En cuanto puse un pie en el instituto llamativos posters se encontraban estampados en las paredes atrayendo tu atención por más que quisieras ignorarlos, yo no me veía nada mal en ese lindo vestido rojo así como el chico a mi lado estaba totalmente comestible en su oscuro esmoquin. El único detalle era el gran bulto que sobresalía de los pantalones de Kendall, estoy segura de que si analizabas la imagen detenidamente podrías notar la excitación de él a través de la foto. Tenía que encontrar lo más rápido posible a Alexander antes de que malinterprete las cosas, sin pensarlo dejé de mirar las paredes tapizadas con mi rostro y caminé por los pasillos ignorando las miradas inquisidoras de algunos curiosos que al parecer al fin notaron mi presencia en esta escuela.

—Tenemos que hablar —Dije de golpe en cuanto encontré a Alexander entre toda la multitud, al parecer ya era un poco tarde para explicar las cosas pues él miraba detenidamente una de las tantas imágenes que decían "Vota x Isabella y Kendall". Sólo esperaba tener la mente fría para no arruinar las cosas, más de lo que ya estaban.

—Tuviste tu tiempo Isabella, ayer te marqué toda la tarde pero ya veo que estabas ocupada —Temblé por el duro timbre de voz que él empleó para conmigo pues sin duda estaba furioso. Abrí mis labios para pronunciar algo y defenderme pero él actuó de manera más rápida, dio media vuelta para ir en dirección contraria a la mía.

— ¡Alexander! Espera, ¡Tenemos que hablar! —Mis gritos causaron que todos se giraran a verme, excepto la persona que esperaba que lo hiciera. Alexander apretó el paso y siguió caminando ignorando mis suplicas, lo vi como arrancaba unos cuantos posters para posteriormente tirarlos en el cesto de la basura más cercanos. Por un momento creí que el apocalipsis se acercaba.

—Veo que alguien no se lo tomó muy bien —La cólera me invadió en esos momentos, de entre todas las personas con las que me podía topar tenía que ser Kendall quien se encontrara justo a mi costado.

—Todo esto es culpa tuya, si tan sólo pudieras controlar lo que llevas entre las piernas nada de esto estuviera pasando —Eso no era del todo verdad, la única persona culpable aquí era yo, pero con alguien tenía que desquitar toda la furia que tenía contenida.

—Te equivocas Isabella, hasta donde recuerdo fuiste tú quien inició todo ese estúpido jueguito. No sé qué querías probar pero lo lograste así que ahora no te quejes —Odio admitirlo pero puede que él tenga un poco de razón, no tengo idea de que estaba pensando cuando decidí que lo mejor para las fotos sería el coqueteo inofensivo, porque al final de cuentas quien sufriría las consecuencias sería solamente yo.

—Yo no tenía nada que probar, si desde siempre he sabido que tú eres un pervertido de primera —

—Tal vez lo sea, pero tampoco ayuda mucho que tú te comportes como una fulana —El hecho de que nos encontremos a la intemperie hacía mucho más difícil controlar mi furor, pero a la mierda los buenos modales. Tenía que hacer valer mi dignidad, o lo poco que quedaba de ella.

COMPLICATED LOVE ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora