Junto a ti®

Capituló 2

Los personajes de Bleach le pertenecen a Tite Kubo.

Pasado

"No!" gritó su mente mientras trataba de mover su cuerpo, sin embargo ya era tarde. Muy tarde.

Al regresar a ver Ichigo percibió todo en cámara lenta y aunque su cerebro no asimilaba del todo lo que estaba ocurriendo, con tan solo mirar ése cabello negro como la noche, todo cobró sentido.

Alguien lo iba a atacar. Uno de esos vestido de rojo había sido bastante listo. Logró escabullirse de los demás y al ver que el shinigami sustituto se encontraba alejado de Renji y sin prestar atención decidió atacar con fuerza.

Un movimiento de espada en vertical, pero con una potencia estremecedora y demasiado rápida para esquivar.

Pero eso no fue lo que hizo que la mente de Ichigo gritara con desesperación.

Rukia.

De la nada apareció y se abalanzó delante de él para tratar de detener el ataque. Pero no fue lo suficientemente veloz al levantar su zanpaktou. Su cuerpo simplemente no pudo moverse al ver la espalda de su compañera, y acto seguido mirar cómo la espada del enemigo caía en vertical sobre ella.

Comenzó a caer, su pequeña mano soltó su espada mientras caía de lado. Las manos del sustituto actuaron por inercia al arrojarse a cogerla antes que cayera al piso.

Sintió un frío recorrer su espalda. El cuerpo de Rukia estaba completamente flácido, y su reiatsu que hace poco sentía ya no estaba. En absoluto. Sus heridas eran graves, la espada había cortado de derecha a izquierda su torso desde su hombro a su cadera del cual brotaba bastante sangre. Pero eso no había sido todo. La espada del enemigo también había cortado su cabeza en el lado derecho. Había demasiada sangre y oscuridad para poder determinar si era profundo o no.

Con el corazón en su garganta Ichigo casi no se fijó en sus heridas, sino en su rostro ahora blanco como la nieve. Y sus ojos. Estaban secos, negros, sin color alguno "Sin vida" pensó con un dolor en el estómago.

-Ru-Rukia - trató de sacudir su pequeño cuerpo esperando que así se levantara o reaccionara de un algún modo. No escuchaba los gritos de Renji ni de quienes acababan de llegar al lugar. - Rukia - siguió repitiendo su nombre cada vez alzando más la voz y moviendo su cuerpo con más ímpetu.

Entonces su pecho se encogió cuando en su mente la palabra "Muerta" lo atacó sin piedad.

-No... - alzó su cuerpo hacia él agachando la cabeza - NO!

Su reiatsu se desató con tal fuerza que Abarai, y los demás que habían estado tratando de llegar donde ellos cayeron al piso sin poder moverse. Pero él no se dio cuenta.

El enemigo, quien había atacado a Rukia seguía inmóvil frente a ellos pero pareció sorprenderse también con la explosiva cantidad de fuerza espiritual emitida de un momento a otro por el muchacho.

Ichigo regresó a verlo con unos ojos negros y pupilas rojas.

Presente

Rukia suspiró sobre su almohada. Estaba demasiado cansada siquiera para intentar levantarse. O moverse de alguna manera, se había arrojado a su cama sobre su estómago y en la misma posición había permanecido por algún tiempo.

Entrenar la agotaba fácilmente. Hace cinco años que no había salido a ninguna misión, el solo hecho de practicar dejaba su cuerpo muy cansado. Su fuerza espiritual era tan débil que con el mínimo esfuerzo la dejaba batida y si se sobre esforzaba o se desmayaba o comenzaba a marearse. En varias ocasiones le tomaba más de un día recuperarse.