Caramelos de frutilla :)

* La Decisión* :)

CAPITULO 10

 ¿Acaso había perdido la razón??.

Había estado apunto de besar a Lissie mientras bailaban, con toda  el instituto mirándolos atentamente, y lo que lo hacia sentirse aun peor, era el hecho de que aunque el hubiera querido hacerlo, ella lo habría rechazado, ya que aun adoraba a su "estúpido Jimmy".

Se separo de ella, tal vez demasiado bruscamente, en cuanto termino la canción. Al parecer no había notado sus intenciones, ya que le sonreía dulcemente como una niña, se sentía un pervertido.

-¿Nos vamos??-Pregunto al notar que del otro lado del salón Stephanie organizaba uno de sus malditos juegos en pareja.

-Si vamonos -Respondio ella aferrándose a su brazo, al parecer tenia frió, rápidamente se saco su chaqueta y se la paso por los hombros.

-Gracias- Dijo ella sonriendole, se veía muy pequeña envuelta en esa chaqueta.

Cuando llegaron al auto se apresuro a abrirle la puerta, y dio la vuelta, se sentó y puso el auto en marcha. Ella estaba muy callada...

-Niall, ¿Puedo preguntarte algo?- Dijo ella con curiosidad.

Mierda, ¿acaso ella sabia que había estado a punto de besarla??, ¿se habría notado en su expresión?, ¿Que rayos le diría si se lo preguntaba????, ¿Por qué se hacia tantas preguntas a si mismo??

-Claro, pregunta. -Dijo sintiendo que su corazón armaba su maleta y huía por su boca.

-¿Por que rayos quieres un auto, si tienes este??- Pregunto ella, haciendo que su corazón se volviera  y comenzara a guardar nuevamente toda su ropa en el armario riéndose de el.

-Por que este no es mio, es de mi padre y me lo da cuando lo necesito.- Respondió tranquilamente.

-¿Entonces para que quieres otro?-Pregunto nuevamente ella, ¡Dios, la curiosidad de esta chica no se acababa nunca!!

-Quiero que sea solo mio y un auto mucho mejor que este, tal vez una Ferrari o un Lamborguini.

-Entiendo- Dijo ella con una mirada de "No entiendo nada de autos, habla en español please"

-Bien- Dijo cambiando de tema repentinamente.-¿Que harás con Mi dinero?? 

-No es tu dinero- Chillo ella, golpeándole el hombro. -Gane el juego, ¡deberías haber visto tu cara!! -Agrego riéndose.

-No me has respondido- Dijo el ceñudo -¿En que lo gastaras?

-Comprare caramelos.

-¿Todo?? ¡Tienes al menos mil dolares ahí!! -Exclamo, al final del juego las apuestas había subido mucho, el ya tenia planes para ese dinero, claro que antes de perderlo en esa estúpido juego.

-Tendré caramelos para todo el año- Respondió ella dulcemente, haciendo que el estallara en una carcajada.

-Al menos me convidaras todos los días ¿no?-Pregunto divertido.

-Siempre -Dijo ella regalándole una sonrisa que le robo el aliento.

Estaciono el auto frente a la casa de ella a las diez en punto. Estaba nervioso, feliz y agotado.