Dias a negras

102 8 4
                                    

-Valerie por favor no puedes seguir ignorándome después de tanto tiempo, soy tu padre y algún día tendrás que cambiar esa actitud hacía mi- me dijo el hombre tomándome de la muñeca con fuerza, gracias a dios no era la muñeca que tenía vendada.

-Le he dicho que no me toque- dije soltándome de su agarré- escúcheme bien mi padre murió cuando tenía siete años y los muertos no reviven me escucho, Fer nos vamos al comedor.

-Sí, vamos- después de que Fer dijera esto pase de largó empujando con el hombro al hombre que se encontraba a mi lado, no llores ese hombre no lo vale ya no te afectaba no puedes permitirte que lo que paso con Lalito cambié tu parecer acerca de él, no puedes me digo mentalmente mientras evito que mis lágrimas salgan.

-¿Val?- una voz me hace salir de mis pensamientos.

-Sí que pasa Fer.

-¿Te... te puedo decir algo?

-Sí, claro.

-Creí que no tenías papá.

-Y no te equivocaste como escuchaste hace un momento mi padre murió cuando yo era pequeña ¿okay? ¿Ahora me harías un favor?

-Sí.

-No cuentes a nadie lo que acabas de escuchar por favor no quiero que nadie sepa ni lo que paso ni lo que pasa estos días ni en mi casa, ni lo de Lalito, nada por favor solo quiero aquí a las personas sinceras en mi vida.

-E...está bien.

-Gracias.

-No tienes de que te quiero y no estarás sola en esto, siempre estaré contigo.

-Muchas gracias- le digo abrazándola dejo que una lágrima se me escapé al soltarnos me dirijo a la silla del comedor donde deje la ropa de mi hermano- Ey Fer si quieres yo lo puedo cambiar sola no es necesario que me ayudes.

-No te preocupes sabes que no soy ni penosa ni asquerosa.

-Está bien entonces vamos a la sala.

-Okay- en cuánto llegamos a la sala abrimos el ataúd y comenzamos a cambiar a mi hermanito en cuanto terminamos alguien toca la puerta salgo corriendo puesto que se quién es o al menos eso creo.

-Hola princesa decidí que mañana te acompañare y no iré al Instituto.

-Amor gracias te necesitare mucho mañana lo sepultaran- le respondo a Sebastián melancólica.

-Y me tendrás allí princesa- obtengo como respuesta junto con un cálido beso en los labios- Te amo y nunca te dejaré ¿De acuerdo?

-De acuerdo te amo.

Después de media hora comienzan a llegar los vecinos junto con nuestros familiares cuando llega Toño no puedo contenerme y corro en dirección a él.

-Alan- digo abalanzándome hacia él para abrazarlo recordando lo que mi madre me dijo el día del accidente.

-Val lo siento mucho en verdad- me dice este mientras me abraza está más delgado que la última vez que lo vi.

-Muchas gracias por venir, mi chaparro...- mi voz comienza a cortarse.

-Lo sé pero ey ahora es un angelito que te estará cuidando desde donde este siempre estará contigo aquí- dice señalando la parte de mi pecho donde tendría que encontrarse mi corazón.

-Gracias, te quiero mucho.

-Y yo a ti prima, ¿mi tía dónde está?

-Está en la cocina preparando café

Un angel quiere regresar a casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora