-¿Wen? ¿Qué pasaría si... Si lo nuestro no funcionara? ¿Volveremos a ser las mismas de antes?- pregunto cuando nos separamos, la sola idea de perderla me aterra, es mi mayor miedo desde que la conocí o más bien, desde que se volvió mi mejor amiga.
-No...- titubea un poco al responderme para luego seguir- no lo sé, pero, ¿Te digo algo? Yo haré que esto funcione. Me costó mucho defender mis sentimientos hacía ti y más demostrarlos, no quisiera perderte por un error o algo estúpido.
-Ni yo a ti. Mmm oye...-pienso un poco antes de seguir. No sé cómo le diré que besé a Sebastián- Te... Te... tengo que decir algo- sigo, muy nerviosa.
-¿Qué pasa?
-Antes de venir para acá... verás... yo... yo be... besé a Sebastián, él me lo pidió y la verdad es que quería terminar bien las cosas entre nosotros, fue como una despedida de mi parte.
-No importa- no sé por qué pero miro sus manos y veo como cierra los puños, "claro que te importa, si no porqué te tensaste tanto", pienso-. Ahora eres mía y no dejaré que te aparten de mi lado, lo prometo, y menos que nada ni nadie me quite esta felicidad que solo tu logras en mí.
-Gracias- le sonrió tímidamente-, pero, ¿Podemos bajar? No me gusta estar aquí, no después de lo que has intentado hacer.
-Claro, mi pequeña miedosa- dice Wen tomándome de las manos.
-¿Cómo me has llamado?- le reto a que me repita esto último puesto que fue ella la que por miedo a perderme estuvo a punto de suicidarse.
-Pequeña miedosa ¿¡Feliz!?
-Jajaja, ahora yo soy una miedosa, mira que no te quedas atrás- le sonrió burlonamente- además debemos de arreglar tu casa antes de que tu mamá llegue, no quiero que te rete y menos por mi culpa.
-Pero no ha sido tu culpa.
-Claro que sí y no intentes negarlo.
-Está bien, anda ya, bajemos.
En cuanto bajamos comenzamos a recoger el desastre en la sala y el patio de Wen no era mucho así que terminamos rápido, cuando estoy recogiendo la parte del patio tomo las partes de su celular sin que ella lo note; al terminar seguimos con la parte de arriba en el pasillo no hay nada que recoger así que de inmediato me dirijo a su habitación.
-No espera, ¿A dónde vas?- me detiene antes de que pueda abrir la puerta.
-Mmm a tu habitación, ¿Tal vez?- digo con ironía.
-A...allí no hay nada que recoger- dice rápidamente.
-¿Por qué mientes? - digo lo más amable que puedo.
-¿Ya... ya lo has visto?- me responde con otra pregunta agachando la cabeza avergonzada.
-Sí, pero no tienes de qué preocuparte, supongo yo hubiera hecho lo mismo al creer que te perdería.
-¿En...en serio?
-Si ahora ven que tu mamá no tardará en llegar, y no creo que tardemos poco en recogerlo- digo extendiéndome la mano para que entremos.
-Está bien- dice tomando mi mano, entramos a su habitación la verdad es que sigo sorprendida de lo que ha hecho con ella, pero también me siento culpable si le hubiera llamado o aunque sea me hubiese comunicado con ella de cualquier manera posible, esto no habría pasado pero no, tuve que ser cobarde y decidir no hablar con ella hasta mi regreso creyendo que facilitaría las cosas para ella pero que tan equivocada estaba sólo se las complique más.

ESTÁS LEYENDO
Un angel quiere regresar a casa
JugendliteraturValerie es una chica de 17 años la cual piensa que los problemas que pasan en su vida son por su culpa piensa que si se fuera todo seria mucho mejor para los que la rodean sin embargo hay algo o alguien que le impide acabar con su vida para aliviar...