Capitulo XII: Diseño de interiores.

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"el lugar era un asco pero aquellas llamas me tenían inquietante porque no se notaban "cansadas" parecían intactas, como si apenas se hubieran encendido, no sé; pero en fin aquel portal se mostraba ante nosotros, por primera vez en mi vida conocería una dimensión externa a mi realidad"

Narradora: Mily

Steve se me acerco para ver mejor que era lo que buscaba dentro del baúl que estaba al lado — ¿Vez algo de utilidad?— pregunto al verme muy entretenida —no... Espera...— entonces saque una nota:

"no creí que llegaran tan lejos... que envidia, bueno eso es lo de menos, enseguida tienen el equipo necesario para viajar, no me agradezcan, me ruborizarían"

Aquello me hiso pensar que esa mujer era muy infantil para ser malvada —Veamos... Esto...—escuche que dijo linda mientras hurgaba entre las cosas del baúl, entonces saco un tanque de oxigeno conectada a una mascarilla de gas—HEY... ¿¿que eso no es un equipo de buzo??—pregunto Steve al estar cerca (enserio, ese es una modificación del juego) — ¿para qué será esto?— pregunte al ver un segundo y tercer par idéntico al que saco Linda aun dentro del baúl, entonces volví a la nota y le di la vuelta:

"sí, bueno, verán, dentro de ese lugar es un poco costoso mantener la respiración, así que esto les ayudara mucho"

Con un poco de dificultad nos pusimos el equipo de buceo y nos preparamos, no sin antes buscar armas que se hallaban al alcancé, pero nuestro armamento era constituido por solo dos dagas y una catana, y claro al ser la líder me quede con el arma grande —eso es injusto—dijo mi hermana haciendo berrinche—Linda tiene razón—apoyo a la noción Steve, pero yo solo jugué con esa situación — ¿qué es lo que distingue a un rey?—ambos quisieron seguir su berrinche pero los detuve chitándoles a ambos—¡¡Mascarillas!!—ordene y ambos se las colocaron provocando un sonido poco tranquilizador (piensa en el sonido que hace dart vader) yo también me lo puse e hice el mismo sonido asustándome inconscientemente—bien, entremos—dije atreves de aquella mascarilla rara, di un paso y alcé mi mano para tocar el portal, al principio se sentía como una gelatina pero al momento la retire al sentir una especie de corriente eléctrica—Auch—dije al regresar mi mano—que sucede?—pregunto mi hermana preocupada—nada, entremos—cerré mis ojos y atravesé el portal sintiendo aquella sensación de gelatina otra vez, di un par de pasos y aquella sensación paso a ser una muy calurosa, abrí mis ojos y al parecer el portal era idéntico al del otro lado, solo que este lugar era una especie de pasillo muy extenso como lo hacían en las minas, tardaron un poco pero mis compañeros también atravesaron el portal y se pusieron a mi lado, sin darme cuenta mi ropa estaba ya empapada de sudor, Steve y Linda estaban igual o más que yo —bien, busquemos aquellas cosas—dije decidida para comenzar a caminar siguiendo mis instintos dando pasos largos haciendo que el resto me siguiera —esto será difícil de quitar—dijo mi hermana refiriéndose al sudor impregnada en su ropa, pero nadie respondió a su comentario, caminamos por casi más de una hora a través de aquel pasillo hasta llegar a una especie de claro muy extenso, al parecer nuestro portal estaba dentro de lo que al parecer era una montaña, miramos con detalle todo hasta que escuchamos un gemido triste —¿Qué carajo fue eso?—pregunto Steve asustado—no lo sé, solo espera, ¿quieres?—dije haciendo que el comprendiera y se mantuviera callado, entonces note como en una pared "crecían" puntas de cuarzo como si se tratase de estalactitas en una pared lateral, al parecer eran muy filosas y peligrosas ya que me acerque a una y lo toque pero solo conseguí fue hacerme sangrar la yema del dedo al instante—Cuidado con eso—dijo mi hermana vendándome la mano con una tira de la prenda azul de Steve que le quito con ayuda de la daga—¡¡OYE!!—Dijo él muy enojado a lo que Linda contesto—perdona, si hubiera vendas lo entendería, pero...—nos mantuvimos callados por el siguiente rato hasta que llegamos a un puente que comenzaba desde el suelo de roca roja y le seguía una especie de ladrillo carmesí muy oscuro—Que es lo que sucede con esa mujer—dijo Steve al señalar con su dedo un cartel de madera justo a nuestro lado, el cual decía con mala caligrafía por supuesto:

"Tienda de víveres"

Mire con gracia ese cartel—al parecer tenía razón acerca de la inmadurez de esa mujer—dijo Linda mientras caminaba con dificultad al tener el tanque de oxigeno en la espalda—andando, quiero salir rápido de aquí—dije mientras caminaba balanceando de un lado a otro presumiéndoles la catana a mis compañeros, pero como acto de desprecio a mi actitud una gran bola de fuego aterrizo a un par de metros detrás de donde estábamos parados, esto hizo una pequeña explosión y lanzo pequeñas esquirlas de lo que parecía lava ya que al tocar los ladrillos del puente comenzaron a derretirse—CARAJO—grite mientras daba un brinco hacia adelante—MIREN, AHÍ ARRIBA—escuche de mi hermana mientras señalaba hacia esa dirección, todos giramos hacia donde ella señalaba para ver como una criatura grotesca en realidad, sobrevolaba nuestras cabezas: Esa cosa era blanca, con varios tentáculos largos colgando de su parte inferior, su forma me recordaba a un huevo gigante, al parecer tenía los ojos cerrados y derramaba lagrimas, las cuales caían siendo derretidas al tocar la lava, pero al girar hacia nosotros los abrió para ver sus globos oculares eran totalmente rojo sangre con nervios aun mas rojos, abrió su boca de forma desproporcional a su cuerpo mostrando dientes que recordaban a los humanos para lanzar una segunda carga de lava la cual se dirigió hacia nosotros; todos saltamos con gran impulso y dificultad hacia el interior del puente, las pequeñas esquirlas me tocaron las piernas e hicieron que sintiera un dolor exagerado haciéndome gritar con fuerza, entonces Steve y Linda me tomaron de los hombros para arrastrarme hacia el interior de la "tienda" evitando los disparos de lava, el dolor era muy fuerte así que nos acercamos a un baúl cercano, a mi parecer era súper extraño como aquel baúl nos esperaba, linda reviso con rapidez el interior—que bien, ¿una nota?—la reviso y comenzó a leerla poco animada:

"los pequeños gatitos lo han de estar pasando mal, seguro esto podrá ayudar a que sigan un poco más"

—verso sin esfuerzo—dijo sonriendo levemente Linda, entonces saco del mismo baúl un frasco con un liquido rosado—que piensas hacer con eso?—pregunte algo asustada y con voz dolorosa—según la nota...—reviso la conveniente etiqueta que tenía el frasco—verterla sobre la herida—entonces se arrodillo a donde Steve quien trataba de detener la hemorragia de mis heridas, inclino el frasco y el liquido corrió por el cuello del mismo hasta caer sobre mi herida haciéndome gritar de nuevo pero con más fuerza—¡¡¡ESA COSA QUEMA AUN MÁS QUE LA LAVA MISMA!!!—grite desesperada mientras derramaba lagrimas de dolor y me aferraba con las uñas a los brazos de Steve que me sostenían dejándole marcas y sacándole un poquito de sangre; el liquido se absorbió y la herida se desvaneció—gracias Mily—dijo Steve al ver las heridas en sus brazos—el precio del cariño—jugó Linda al verlo humedecer los ojos, me levante un poco tambaleante para observar como una cosa nos observaba con detenimiento sentado en la pared frente a nosotros el cual no habíamos notado cuando ingresamos al lugar: al igual que la cosa de afuera era muy grotesco, su piel era rosada y estaba cuarteada dejando ver más que los músculos, se podía ver con detenimiento el hueso de la pierna izquierda, su rostro era idéntico al de un cerdo pero con partes sin piel y sin musculo, las orillas de la grande herida que tenía en el pecho estaban verdes ya por lo putrefacto que estaban dejando ver sus pulmones y costillas, de su hocico derramaba baba incesante, su único ojo a pesar de no tener vida todavía tenia visible su iris que nos examinaban con cautela, tenía una espada dorada al lado de él, este se levanto dejando ver un taparrabos cubriéndole las partes, tomo su espada con su mano de tres dedos y pesuñas en vez de dedos humanos y comenzó a caminar hacia nosotros arrastrando su arma; por el susto junto el dolor de mis piernas hicieron que cayera de nuevo, pero aquella cosa no se detuvo, Steve al igual que Linda se pusieron en guardia con sus mediocres dagas para protegerme, aquel caminante cerdo-humano camino hasta nosotros pero en vez de atacarnos paso de largo como si no fuéramos nada—Esta bien... consigamos esas cosas y salgamos de aquí—dije aun petrificada por el susto esperando que aquella cosa se alejara.

­­­­­­­­­­­­Me encanta como, a pesar de ser el fin del mundo mis personajes sin importarles nada siguen jugando y haciendo bromas, perdón si no te gusta pero admitámoslo, seria aun más aburrido si no lo hicieran

Cronicas I: AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora