Capítulo I: Conociendonos

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Mi vida, como la de cualquier otro transcurría con la mayor naturalidad posible, vivía sólo, mayoritariamente cambiando de lugar de estadía, no tenía ninguna clase de acompañante y lo imaginario no era elección, había dejado atrás construcciones enormes, pero al ser muy grandes la soledad abrumaba aún más, así que, una mañana tome mi mochila para guardar todo lo necesario en ella: comida, herramientas, vestimenta y una que otra arma para de esa manera escapar de la soledad, una vez mas.
Mi camino empezó con un sendero de gravilla, yo sabía que eso siempre daba a parar a una aldea, pero en mi camino me tope con una laguna -¿que rayos hace un lago en medio de un camino?- dije al aire, al no poder cruzarlo comencé a rodearlo, al parecer era muy extenso así que me coloque debajo de un arbol, saque mi caña de pescar, la extendí y lance en cebo al agua, sabía en ese tipo de lugares nunca picaban los peces pero aún así lo hacia para matar tiempo; rato más tarde, antes de quedarme dormido cayó del arbol en cual estaba un objeto duro: una manzana, este aterrizó directamente en mi cabeza, me levante de golpe y mire el fruto, este tenía una mordida al costado derecho, entonces mire hacia arriba para hallarme con una chica de cabello marrón, falda amplia y entablada, un abrigo oscuro en conjunto de un par de botas del mismo color; al percatarse de mi presencia dejó de buscar los frutos y bajo de un salto muy habilidoso, estando frente a mi dijo disculpandose -lo lamento, no te vi ahí abajo- me sobe la cabeza y dije -esa si es forma de socializar- ella aclaro -lo que sucede es que tengo hambre y no tengo cosas que intercambiar con los pobladores...- la interrumpí al escuchar lo último -pobladores?, donde?- ella se sintió algo enojada pero aún así contesto -a un par de kilómetros de aquí, siguiendo el sol- le di un apretón de manos y le agradecí pero también recordé lo que dijo antes de eso -por cierto, si lo deseas puedo obsequiarte un poco de comida, te parece?- ella dudó por un momento y contesto -¿que vas a querer a cambio?- sonreí -solo saber tu nombre- ella se sonrojo un poco -soy... Soy Mery- me incline en el suelo para poder sacar la comida de la mochila -entonces... Mery, que deseas?- ella se sintió confundida pero aun asi respondio -perdon?... ha, tendras algo de pan o dulces- saque mi lonchera y dije -tengo algo mejor: pan y dulces- la mirada de Mery brillo -te lo agradezco, por cierto, te podría acompañar a la aldea, es que quiero conseguir perlas de ender- confundido pregunte -perlas de ender?- ella asintio, me sentí ignorante en ese momento pero sin más comenzamos a caminar antes de que anocheciera; al poco rato decidi dirigirle la palabra y al parecer ella tuvo la misma idea, reímos un poco y le cedí la palabra, ella pregunto -¿que es lo que piensas intercambiar y por qué?- pense por un momento -no tengo algo en específico que quiera, pero espero que quieran comida o materiales como intercambio; pero dime, ¿que son las perlas de ender?- ella se sorprendió por lo que pregunte -no sabes lo que es una perla de ender- negue con la cabeza -esta bien, te mostraré como se usan cuando consiga un par de ellas- respondió Mery aún confundida.
Al ocaso ya estábamos en la preciada aldea -bien, llegamos- dijo Mery con voz triunfante -entonces... ¿te veo aquí, dentro de una hora?- pregunte, ella me miró y asintio; después del tiempo dicho volví al punto de encuentro con un desepcionante pico con cabeza de piedra a nada de romperse -bueno, al menos conseguí algo- me dije sonriendo, la noche era de las más estrelladas que había visto nunca, pero Mery todavía no había llegado... -¿donde estará?- dije algo molesto al aire, me recargue en una farola de antorchas que se hallaba cerca de mi, mire al cielo y suspire, pero mi respiro se interrumpió porque unas manos me tomaron de los hombros tan de repente que me hice hacia adelante para tropezar y caer con el rostro al suelo lleno de gravilla, al instante Mery se descubrió de la parte trasera de la farola y rapidamente se arrodilló a mi lado ayudarme a levantar -lo siento, lo siento, no creí que en verdad te asustaría- dijo arrepentida, -insisto, esa es manera de socializar- recalque, una vez de pie Mery sacó de un bolso marón (que impresionante no había notado que llevaba) un objeto del tamaño de una canica color verde-azul -estas son-dijo con ojos brillosos-¿eso?- pregunte-veras, esto funciona de la siguiente manera: la sostienes en una mano, la precionas y piensas en un lugar- instruyó, en ese momento ella cerro la mano con la perla y desaparecio de ese lugar dejando partículas púrpura para aparecer en el techo de una de las casas -¿QUE SUCEDE SI LA LANZAS?- grite para que me escuchara, Mery preparó su mano y la arrojo hacia mi dirección, instintivamente la atrapade, pero en vez de tener la perla, tenía a Mery entre mis brazos, el peso me hizo caer de espaldas con ella encima recargada con sus brazos al suelo-eso-dijo la chica sonriendo, en ese momento me di cuenta que la chica tenía los ojos color púrpura, su rostro cerca del mío, nunca antes había tenido a una chica tan cerca de mi, así que me sonroje y comencé a tartamudear -te...te...par...parece si pas...pasamos la noche aquí, yo... Yo po...podría pa...pagar-ella sonrio y se separó de mi para levantarse rápidamente, al parecer ella sintió lo mismo que yo porque también tartamudeo como yo lo hice-si...si, me parece mal... Digo bien... Digo más o menos... Digo... Ahhh-tomó aire-uff, me parece bien-al poco rato conseguimos una habitación para dormir un poco y relajarnos, Mery durmió en la cama, yo en el suelo, encima de mi sleeping (creó que así se escribe) para ni molestarla y para dormir más cómodos, mientras trataba de consiliar el sueño pensé en lo que sucedió hace un rato, sonrei y me quede dormido.
Aún sin ser de mañana desperté al escuchar ruidos: era Mery, se encontraba guardando sus cosas-que sucede-pregunte desepcionado-tengo que irme, ya tengo lo que quería, ahora me voy, tengo una responsabilidad en casa y no quiero descuidarla-me talle los ojos y pregunte incredulamente-¿te volveré a ver?-ella se puso en la puerta y contestó girando su cabeza -seguramente- alzó su mano mostrando una perla y se marchó, desde entonces me he preguntado: ¿que habrá sido de esa chica?... Pero jamás crei que estaría tan cerca de mi.

Olvide mencionar que si conoces el juego pero no le vez relación a la historia, es que también la base en modificaciones del mismo juego =3

Cronicas I: AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora