Mi nombre es Cara Collins. Soy una chica de dieciocho años de edad que actualmente cursa el cuarto semestre de preparatoria, que de ser sinceros voy un poco atrasada en mis estudios.
Vivo una vida común a lado de mis padres; Alberto y Susan. También vivo con mis dos hermanos mayores que a veces suelen ser un dolor de cabeza, en fin, se llaman Clara y Rubén. Y claro cómo no mencionar a mi fiel y amigo, que por cierto es un perro llamado Sparky. Lo sé! Muy poco original... Pero está conmigo desde que tengo memoria así que no puedo culparme por el nombre.
Siempre he sido un poco reservada en algunos aspectos. Me gustan las fiestas ¿Pero a que adolescente no le gustan? En cambio a eso, también me gusta tener tiempo a solas para leer o salir con dos amigas y también compañeras de preparatoria: Jocelyn y Emma. Me gusta pasar tiempo con ellas, ya que casi siempre lo que llevan es risa.
Me gustan los días lluviosos ya que me la paso en casa después de la escuela y ver la lluvia caer en los cristales de las ventanas y puertas es a veces relajante y da un pequeño espacio para pensar sobre algunas cosas que me llegan a tener un poco inquieta.
¿Que si tengo novio?
Verán... Para mi esas cosas son una perdida de tiempo. Así que la respuesta es un tajante y rotundo, No. Es una simple ilusión y una falta de actividades que realmente valen la pena.
Domingo.
¿Saben que significa eso?
Que tengo una resaca a morir claro! y también todas mis libretas regadas por todo mi cuarto, porque exactamente, dejé toda la tarea para después y ahora con mi dolor de cabeza tengo que resolver unos problemas de cálculo, un cuestionario de ciencias de la salud, entre otras cosas.
Odio la escuela.
Miro el reloj café que esta en la pared y me fijo en la hora, las 4:47 pm. Eso significa que tengo que apurarme si quiero dormir y llegar temprano a la escuela mañana, ya que mis padres decidieron que fuera en el turno matutino y entro a las 7 am.
Me doy un baño para que baje un poco el dolor de cabeza ya que no encontré unas pastillas que me aliviaran el dolor en el pequeño botiquín de mi madre.
Salgo y entonces son las 6:00 pm. Genial! Estoy en apuros...
Termino y exactamente me quedan unas cinco horas para dormir, es suficiente para mí.
Toco con mi mejilla la almohada y en seguida caigo en los brazos de morfeo.
Lunes.
A lo lejos oigo un sonido molesto para mis oídos... Poco a poco se va haciendo más cercano y más molesto aún. Escucho mi nombre y con mis mayores esfuerzos abro los ojos. Genial, mi madre despertándome de nuevo porque...
¡Espera!
Porque es lunes.
Me levanto de un brinco de la cama y comienzo a sacar el horrendo uniforme del instituto al que yo voy. Consiste de una camisa blanca, un chaleco rojo con detalles azul marino, así también la falda cuadriculada que llega abajo de la rodilla que es del mismo color, zapatos oscuros y calcetas que aveces distingo como negras y otras veces como azul marinas. ¿No es horrenda la combinación?
Terminó de vestirme como mejor puedo, y trato de arreglar mi cabello que es un total desastre...
Claro! debe de ser porque anoche cuando me terminé de duchar me hice un moño y así dormí. Y opto porque esa es una buena idea, me hago un chongo como mejor puedo ya que se me hace tardísimo.
Mi casa no queda muy lejos del instituto, así que si camino -o más bien corro- y con un poco de suerte quizá llegue a tiempo a mi primera clase.
Entro a la escuela corriendo, subo las escaleras y maldigo porque mi salón esta en el tercer piso...
Llego a mi aula y agradezco porque la odiosa profesora de cálculo aún no ha llegado. Busco mi lugar que por cierto esta pegado a la ventana que da hacia el patio trasero del instituto.
-Realmente luces mal.
Volteo en busca de esa voz. -Ah hola Emma igual me da gusto verte.-
-Hola igual, pero en serio luces mal. ¿Otra vez te desvelaste?
-No había recordado que habían dejado tanta tarea, es todo.- En eso veo a Jocelyn acercarse.
Cuando estamos por charlar acerca de la fiesta de cumpleaños que hubo el sábado en la cual asistió media ciudad llega le profesora y nos pide a todos guardar silencio. Y así pierdo dos horas de mi preciada vida.
El día en la escuela por fin esta por terminar.
Estoy en mi hora de literatura, y es una de mis materias que más me gusta, sumándole que el profesor es joven y no es tan amargado como muchos otros.
Veo en el reloj del aula que dan 3:49 pm.
Entonces el profesor se queda a media explicación y suena el timbre y todos comienzan a salir como si su vida se les fuera en eso. Yo en cambio, desde mi lugar espero pacientemente que todos salgan para que después ya pueda salir yo sin tener problemas de que alguien me pise el zapato o incluso me caiga. Y entonces escucho que el profesor se rie y entonces habla.
-Los chicos realmente se vuelven locos por salir de mi clase.
Me le quedo mirando solo un poco y pienso que no especificamente de su clase, si no de este infierno; Pero solo le respondo -No es de su clase, es del instituto en general.-
El solo me sonríe en respuesta, y desde mi asiento puedo admirar su blanca y perfecta sonrisa. Y pienso que el debe de tener quizá unos veinticinco o quizá veintiséis, es guapo, con un cuerpo que se ve trabajado, y ¡le gusta la literatura! Creo que mi profesor es lo más cercano a un amor platónico que tengo, aunque también puede ser simple admiración.
Veo hacia la puerta y veo que los alumnos ya se han ido y solo quedan unos cuantos profesores saliendo de sus respectivos salones. Me encamino hacía las escaleras para salir del edificio y saliendo a lo lejos puedo distinguir una cabellera rubia y una castaña, sonrió y me encamino hasta ellas. Mis amigas nunca se van sin mi.
-He llegado.-
-¡Por fin Cara! ¿Por qué has tardado tanto?- Me pregunta Jocelyn.
-Seguramente de nuevo te quedaste platicando con el guapo profesor de literatura. ¿Cómo se llama? ¿Rodolfo?- Dice Emma.
-Se llama Alfredo, y si me quede platicando con el unos momentos mientras todos bajaban desesperados por salir.- No entiendo porque mis amigas siguen en sus fallidos intentos de que les confiese que me gusta mi profesor. Es algo ridículo, ya que ellas no entienden que simplemente es el único que me agrada como imparte sus clases sumándole que me gusta mucho la materia.
-Bueno ya no tiene importancia.- Dice Emma. -¿Me pueden acompañar por mi hermana pequeña? Mi mamá sale tarde hoy del trabajo y me pidió que pasara por ella.-
¡Genial! Esta es Emma pidiéndonos que vayamos por Emily.Su hermana en realidad me cae muy bien, ademas de que es muy linda y muy inteligente.
-Yo no.- Contesta Jocelyn - Tengo cosas que hacer con Toño. -
Jocelyn es la única de las tres que tiene novio y la que no lo considera como una perdedera de tiempo. A ellos les ha ido bien, llevan dos años siendo novios y aún las cosas no van tan mal. Realmente me alegro por ella.
Emma en cambio no tiene tiempo -según dice ella- para un novio, en cambio dice que por ahora se dedicara a sus estudios y cuando sea tiempo una persona -especial- llegará a ella y serán felices para siempre... ¿Ridículo no?
Pero como diría mi madre, cada cabeza es un mundo.
Entonces caigo en cuenta que Emma me esta viendo ilusionada y con sus ojos que no se le puede negar nada.
-¿Tu Carita preciosa verdad que si me acompañarás?- Ella sabe cuanto odio que me llamen así..
Solo puedo rodar los ojos y responderle con un -Ya que.-
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ETERNO INVIERNO
Romance-Emma vámonos ya de aquí. -Espera un momento por favor Cara, tengo que esperar a Emily. Desesperada, con sed y calor camino hacía la sombra del instituto, veo un par de monjas salir de una de las aulas y me río por su vestimenta en pleno verano. Si...