Capítulo 2

14 3 3
                                    

Después de ir andando por las calles me reprendo a mí misma por haber accedido acompañar a Emma por su hermana. Hace un calor como el infierno sumándole a ello que nuestro uniforme de diario no ayuda para poder calmar un poco el calor...

-Ya estamos a una calle Cara.- Oigo que dice para poder calmar un poco mi mal humor.

Levantó la mirada y ella me esta mirando entre divertida y avergonzada, aunque también puedo notar que esta igual de acalorada que yo, ya que sus redondas mejillas están sonrojadas. Solo me limito a asentir. Llegando al dichoso colegio veo a un montón de niños de no más de doce años salir apresurados, pero entre ellos no puedo distinguir a Emily. 

Pasan los minutos y me empiezo a desesperar realmente. ¿Es que la niña no puede sólo aparecer? ¡Lo sé! Soy bastante desesperada...

-Tu hermana no piensa aparecer jamás?- Le pregunto a Emma.

-Quizá algo la detuvo, le llamaré para decirle que se apresuré o que tendrá que ella andar sola a casa.

Me le quedo mirando un poco divertida, ya que ella jamás sería capaz de dejar a su hermana sola ni para andar unas dos o tres calles. Eso se me hace ridículo ya que Emma y su madre pueden ser un poco sobre protectoras con Emily casi siempre. Aunque no las culpo, quizá si yo tuviera un hermano o hermana menor que yo, sería igual o incluso peor.

Veo la hora en mi móvil y distingo que falta poco para que den las cinco de la tarde.

-Emma vámonos ya de aquí.- Le digo ahora realmente enojada.

-Espera un momento por favor Cara, tengo que esperar a Emily.- Ella me contesta.

 Desesperada, con sed y calor camino hacía la sombra del instituto, veo un par de monjas salir de una de las aulas y me río aún con mi mal humor, por su vestimenta en pleno verano. Siento una mirada a mi derecha y entonces lo veo...  

Es un chico realmente atractivo, con cabello negro muy corto tipo militar, su piel no es ni blanca ni morena, esta en el punto medio de estas dos, causando que se vea casi perfecto. Tiene sus ojos grandes y según puedo distinguir son cafés, pero no cualquier café, un café en el que te puedes perder por horas, sus labios... Son carnosos y de un rojo que me dan ganas de pasar mi lengua por ellos para sentirlos. 

¡Cara que estas pensando!- Me reprendo por segunda vez a mí misma.

Va vestido informalmente; Con un pantalón de mezquilla que se ve un poco gastado, una playera sencilla blanca y calza unas vans. 

Caigo en cuenta que lo he estado mirando todo este tiempo y volteo buscando a Emma. Entonces la veo preguntándole a su pequeña hermana porque ha demorado tanto en salir. Vuelvo la vista hacía aquel tipo que me ha llamado solo un poco la atención y sigue mirándome...

Y eso me molesta. No es que yo sea una belleza andante, pero tampoco tiene porque mirarme tanto. ¿Qué en su casa no le dijeron que ver a alguien por mucho tiempo es de mala educación?  Me empieza a poner nerviosa y me dirijo hasta donde las dos hermanas de cabelleras rubias están.

-¿Podemos irnos?- Le pregunto a Emma.

-Me ha dicho Emily que tiene que terminar un proyecto que su maestra de matemáticas le dejo para mañana...- Dice.

ETERNO INVIERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora