Otro día de rutina... bueno, más o menos.

118 11 1
                                    

Gastón me acompaña a casa, él dice que le queda de camino, pero sé que no es así. No le digo nada por que su gesto me parece muy amable, teniendo en cuenta que prácticamente no socializo mucho con mis compañeros del colegio.

Cuando llego a mi casa, me despido de él, y entro en esta. Mi padre, como de costumbre cuando no trabaja, se encuentra leyendo en el sofá. De seguro, me espera para almorzar. Así que voy hacia mi habitación y poco a poco me desvisto, quiero ponerme un pijama cómodo. Dejo mis jeans azules sobre la cama, y doblo cuidadosamente mi camisa celeste. Si, también destaco por llevar camisas al colegio. Según la mayoría, pasaron de moda, pero a mi, ya no me importa. Agarro el primer pijama que veo, y me lo pongo rápidamente. Quiero bajar a comer lo antes posible, tengo mucha hambre.

Quedó un poco de sopa del día anterior, y empiezo a preparar una polenta, la comida favorita de mi padre.

Después de comer, nos sentamos un rato a leer. Dejo Lesath de lado, me gusta mucho la historia, pero, en la biblioteca de mi madre, encontré un ejemplar muy viejo de "la bella y la bestia", mi cuento clásico favorito, por el cual mi madre me nombró. Conozco la historia, además de leer varias adaptaciones, vi la película, pero nunca había visto un ejemplar tan gordo, ni con tan buenas ilustraciones. Definitivamente, debía leerlo, era de mi madre, una de las pocas cosas que me quedaban de ella.

Cuando ya llevaba unas horas de lectura, mi celular comienza a vibrar.

Gastón: Belle, me gustaría verte mañana. Paso a buscarte a tu casa. Besos.

No entiendo para qué me manda un mensaje si me pasará a buscar de todas formas, así que supongo que debe de ser importante.

-Cariño- dice mi padre, levantándose drásticamente del sofá- mañana tengo una presentación, es probable que no vuelva hasta el miércoles.

Asiento con la cabeza. Mi padre es un pintor, y cada tanto va a otras ciudades a presentar sus obras. No gana mucho, pero es su vocación. Cuando tiene de sus presentaciones, suelo quedarme en casa, leyendo, y esta vez, no habrá excepciones. Su mirada me resultaba distante, preocupada, pero decido ignorarla, ya que el me dice que va a salir.

***

Otra vez el despertador. Odio tanto ese maldito sonido...

Martes. Odio los martes. Sobre todo cuando son las 6:00 AM y tengo que levantarme, teniendo en cuenta que solo dormí cuatro horas. No pude evitarlo, el libro de mi madre era muy interesante. Y todavía no lo termino.

Voy rápido al baño. Necesito estar lista enseguida, mi padre se fue anoche y debo encaminar la comida para el almuerzo.

Me paro frente al espejo, y una joven de despeinado cabello color caramelo, piel blanca como la leche y ojos cansados color miel, me devuelve la mirada. Soy un asco cuando recién me despierto. Cepillo mis dientes y tomo la misma ropa que usé ayer.

Hay una nota en la cocina. Decido ignorarla, tengo que ponerme a cocinar. No quiero hacer algo con muchas grasas, por que decidí cuidarme un poco. Me dí cuenta de que, cuando me agobio (casi siempre), como de manera compulsiva. Y no son cosas..., sanas. No estoy "redonda", pero estoy al límite.

Un buen café era lo que necesitaba. Con las fuerzas renovadas, preparo rápidamente unas milanesas y separo las verduras que utilizaré para la ensalada.

Ya salía de mi casa cuando recuerdo el mensaje de Gastón, y me preocupo. ¿Qué tendrá este apuesto muchacho para decirme hoy? Como si lo hubiese llamado con la mente, él aparece frente a mí, con un extraño brillo en sus ojos.

-Belle, ¿Cómo estas? Lamento si te asusté con el mensaje de anoche, solo quería... decirte algo- Gastón, se caracteriza por su seguridad, y hoy parecía... no nervioso sino... excitado. Esto me incomodó inmediatamente y me alejé un poco de él.

-¿Qué necesitabas decirme?- no quería sonar cortante pero no me acostumbro a hablar con alguien como él.

-Bueno Belle, supongo que tu sabrás que soy un chico... popular, apuesto, inteligente, valiente, sincero, cariñoso- dejé de escuchar. Comenzó a nombrar todas y cada una de sus supuestas "cualidades", irritándome. -Y me gustas muchísimo. Y estoy seguro, que yo también te gusto. Así que, ¿Quieres salir conmigo?- dijo tomándome la mano.

-¿Qué?- solo eso pude decir. Ya llegábamos al colegio por lo que, literalmente, huí de él, y corrí hacia mis amigas. El no se acercaría, por suerte. O eso espero.

La mirada de Jessica era distante, parecía molesta. Pero yo no tenía nada que ver, supongo.

***

Iba a decirle que no a Gastón. No hay discusión. Es tan estúpido que ni siquiera se da cuenta de que no somos amigos, solo compañeros.

*

Correr a casa no me sirve de nada. Cuando llego a la puerta, Gastón ya estaba allí. Sus ojos solo querían una respuesta.

-Gastón- digo- tú..., oferta es casi imposible de rechazar, un halago, pero no me gustas. No quiero salir contigo. No te merezco. Nos vemos.- acto seguido, cierro la puerta en su nariz.

Que bien se sintió eso. Salgo al pequeño jardín de atrás, y veo a dos gatitos maullando. Deben tener hambre. Les doy un poco de leche. Mientras tanto, hablo con ellos.

-Gastón, Gastón, ¿Pueden creerlo? ¿Yo? ¿Salir con él? Yo quiero más que vida de rutina. Quiero vivir aventuras, y allí encontrar al amor verdadero...- mis palabras son interrumpidas por el sonido de mi celular.  Veo que en la pantalla dice "Papá", debe ser algo urgente, el nunca llama cuando está fuera de la ciudad.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
He aquí un nuevo capitulo. No se olviden de comentarme que les parece y compartirla para que más gente la lea. Besos, Vicky :)

La Bella y la Bestia... del siglo XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora