Capítulo 2: Heridas del pasado, 10-abril-1937, China (Pekín)

13 0 0
                                    

Más tarde tuvieron lugar pequeños enfrentamientos, en 1937, después del «Incidente del Puente de Marco Polo» donde tropas japonesas fueron atacadas a las afueras de Pekín (China), comenzó abiertamente la guerra con China. Rápidamente Japón atacó las principales ciudades costeras, y para diciembre de ese mismo año ya se encontraban a las afueras de la capital nacionalista. El ejército japonés se trasladó hacia el norte tras capturar Shanghái en octubre de 1937, y capturaron Nankín en la Batalla de Nankín, el 13 de diciembre de 1937. Donde cerca de 300.000 soldados y civiles chinos fueron asesinados. Los comandantes del ejército nacionalista chino habían huido de la ciudad antes de la entrada del ejército nipón, dejando atrás a miles de soldados chinos atrapados en la ciudad amurallada. Muchos de ellos se quitaron sus uniformes y escaparon a la llamada Zona de Seguridad preparada por los residentes extranjeros de Nankín. Lo que ocurrió después de la entrada del ejército japonés en la ciudad de Nankín es y ha sido la base de la acalorada discusión histórica y tensión política, particularmente entre China y Japón en los años recientes.

Fue una batalla cruel y dura, y sobre todo sangrienta para los pobres e indefensos civiles... que fueron asesinados o ejecutados públicamemente.

Mi amigo se recuperó completa y satisfactoriamente, me alegré mucho de verle, y saber que ya estaba operativo para venir conmigo a las batallas aunque no estuviéramos en el mismo pelotón. Pero me alegraba, luego más tarde hubo una batalla importantísima, que creo que marco el inicio del fin de la guerra...

Recuerdo que un día, tenía que ir a dar un rodeo, un reconocimiento por la zona, iba en un helicóptero, bastante grande, de color negro, como el carbón, espacioso por dentro, y con dos grandes cañones a los laterales, eran unas grandes ametralladoras, yo era el que ocupaba esa posición, para mí era jugar a ser Dios, matar, o no matar, quitar o no la vida... para otros compañeros míos, les daba igual, pero mis superiores, me dijeron que sí veía algo anormal, que disparará, sin pensármelo dos veces, tenia que obedecer, o seria castigado, salí en el helicóptero por la mañana, íbamos cinco, en lo que sería la parte trasera, de pasajeros, íbamos a despegar desde el portaaviones, era inmenso, recuerdo que sonó, una sirena, era la que decía, la hora de empezar, monté, como todos los del equipo. Despegamos, nos íbamos alejando, poco a poco, del navío, solo oía, el ruido del motor, y vi mi reflejo, en el mar, aunque parezca una tontería, solo veía mi reflejo en el agua, de repente, oí otros motores, eran los otros helicópteros, me asustaron, nos acercábamos a la costa, la atravesamos, pero antes de poder atravesarla, el helicóptero, fue cada vez más lento, desacelerando la marcha, teníamos una duda, ya que no sabíamos que estaba pasando allí, vimos a unos civiles, y militares de China, o eso pareció, estaban en la playa, cavando un gran agujero con unas palas en muy mal estado, no entendía para que, pero... era porque ellos cavaban, luego lo nuestros les obligaban a meterse dentro del agujero que cavaron, les pegaban un tiro en la pierna para que no huyeran, y le echaban la tierra con la que cavaron, les estaban enterrando... era, y es una... una masacre, es algo peor que un asesinato, morían por asfixia, ellos mismos sabían lo que pasaba, pero lo hacían en contra de su propia voluntad... pero, a los que se oponían, les pegaban un tiro en alguna parte del cuerpo donde no fuera mortal, por lo que no los mataban, los dejaban heridos, en la pierna, brazos, o la parte inferior del pecho, les metían en otros agujeros, y les echaban la tierra encima... o sino, les fusilaban, les metían tiros, pero poco a poco, primero un tiro para que sufriera, luego le obligaban a mantenerse en pie, sino lo hacían, le iban amputando partes del cuerpo, brazos, piernas,... sin sentimientos, como animales sentí un mal dentro, estaba aterrado y alterado.

Me temblaba todo el cuerpo, las manos, piernas, todo... no podía con aquello... con esa tensión.

Nos fuimos acercando a Nankín, aunque la ciudad, fuera ya de Japón, aún quedaba una parte de la ciudad, que no estaba bajo control, la misión secundaria era dar luz verde, para que el equipo entrara en la zona, para invadir esa zona, al entrar, esa pequeña parte de la ciudad, estaba destruido, en ruinas, quizás hubo otro enfrentamiento antes de llegar nosotros.

Las dos caras de la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora