COD •||Head canons y one shots||•

Horangi × König ||OS||

Sexo.

Esto fue pedido de: @mj2358

No tengo nada que decir so... disfruten 👍

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Una misión como cualquier otra, se suponía que no se alargaría y que el procedimiento era de lo más sencillo que hay. Pero claro, nada salió como esperaban.

Ahora estaban en la cima de un edificio planeando que hacer.

König se encontraba estresado, estaba intentando apuntar su francotirador a la cabeza del objetivo de todo esto, pero había demasiada gente en un club nocturno como para hacer un tiro claro.

Tenían entendido que ese hombre había hecho tratos fraudulentos con Kortac, y ahora debían acabar con él. Pero maldita sea, todo se complicó desde que el sitio se había llenado de gente.

—Estoy casi seguro de que esto no se vaciara pronto— Informó Horangi.

—Maldita sea, ¿No hay algún avance de Krueger o Nikito?— Cuestionó con esperanza de una salida del problema.

—No he recibido ningún mensaje por la radio, pero se que están por volver, dijeron que no tardarían.

—¿Y vas a creerles?

—¿Tienes una mejor alternativa?— Alegó.

—No...— Suspiró, antes de levantarse de su lugar.

Las luces del club brillan con intensidad, era una zona algo lejos de la ciudad, pero aún así rebosaba de gente.

—Más les vale venir con un buen plan— Exclamó finalmente el austriaco.

Tuvieron que esperar un buen rato en mi que llegaban, ambos se sorprendieron al verles llegar con una caja.

—¿Qué es eso?— Preguntó primero Kim.

—Buenas y malas noticias— Dijo Krueger, con una mirada algo incómoda.

—Adelante— Habló ahora König con desconfianza.

—Tenemos un plan con el que estamos seguros que funcionará— Animó Nikito.

—Esa es la buena noticia, la mala, es que necesitamos que alguien entre encubierto ahí dentro— Concluyó Krueger.

—¿Esa es la mala noticia?— Bromeó Horangi.

—Sí, porque la persona encubierta, deberá hacerse pasar por un...— Hizo una pausa, claramente no queriendo decir el final.

—Un stripper— Finalizó Nikito.

Un silencio se instaló entre ellos, antes de que König se diera una palmada en la cabeza.

—¿Esa es la brillante idea que les tomó tanto tiempo?— Exclamó.

—¿Y en dado caso, quién de nosotros lo haría?— Inquirió Kim, mientras que a los otros dos hombres se les veía un ceño bastante descomodidad.