Schizophrenia † [KaiSoo]

09 de Agosto

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀El olor a tostadas se coló entre sus fosas nasales despertando su estomago el cual estaba completamente vacío y reclamaba atención de JongIn, quien no dudo en abrir sus ojos. Su cabeza dolía, pues claro, la maldita inyección siempre le daba esto como segundos efectos. Recordaba muy bien lo de ayer, y la imagen de su doctor besándose con otro hacia que una presión en su pecho le molestara.

Se incorporó en la cama, a su lado una bandeja con un bien hecho desayuno. Unos tostadas, un café, jugo de naranjas, frutillas con cremas y unas pastillas para el dolor de cabeza, lo supo por la forma y el color, pero... TaeMin ni de cola haría tal cosa, estaba seguro de que esto no había sido obra de su mejor amigo. JongIn frunció el ceño confundido, qué significaba todo aquello.

—Ya despertaste...—

Esa dulce voz lo hizo alzar su cabeza de inmediato, KyungSoo estaba ahí asomado en la puerta... Su rostro... Su mirada... Sus labios. Esto debía ser un puto sueño. Los ojos de JongIn se abrieron de par en par dando a entender su sorpresa al ver ahí al mayor, quien pronto se adentró en la habitación y se sentó a los pies de la cama.

—Ayer... TaeMin te ha inyectado mucho y tu cuerpo cogió una fiebre horrible, no sé cómo supo que yo era doctor, pero me fue a buscar a la casa para que te viniera a ayudar. Estabas delirando...—

*Flashback.

Hace algunas horas SuHo se había retirado de su casa, ya eran las nueve de la noche. Le pidió disculpas antes de retirarse, disculpas que ni fueron aceptadas por KyungSoo, quien no había dejado de llorar.

Se mantuvo en su sofá, acurrucado en solo una parte de este, con su amada Luna buscando la atención de su dueño, una cachorra feliz, pues claro, no tenia idea de nada. KyungSoo le brindó una que otra caricias, era su única fiel compañera.

Los golpes en su puerta lo sacaron de cualquier tipo de pensamiento, TaeMin estaba a través de esta, pero esta vez no para pedir disculpas.

—JongIn... Esta sudando y habla cosas extrañas... Necesitó su ayuda.—

Y sin más que decir, KyungSoo fue hasta el desordenado y en parte asqueroso departamento de JongIn, ¿cómo alguien podía vivir en esa pocilga?

Revisó al menor tembloroso, las corrientes recorrían todo su cuerpo, las mariposas no tenían pensado huir de su panza. Efectivamente JongIn traía una fiebre muy alta, y ahí se enteró de lo que le había inyectado TaeMin.

—Al parecer te sobrepasaste con la dosis, esto ocurre. No te preocupes es normal, ya mañana estará como nuevo al despertar. Bueno, el dolor de cabeza no se lo quita nadie...—

KyungSoo dejó unos geles fríos sobre la frente, y el abdomen de JongIn en busca de que la fiebre disminuyera. De esos carnosos labios su nombre había salido muchas veces seguida, logrando ganarse un sonrojo por parte del psiquiatra. JongIn lo estaba pensando en aquellos momentos, quizás en su mente lo veía.

Una hora después TaeMin le rogó que se quedara cuidando a JongIn, tras rehusarse un millón de veces terminó por acceder. Según TaeMin volvería en unos minutos, pero nunca le creas a Lee TaeMin, porque asimismo pasaron las horas y ni rastro del chiquillo. A KyungSoo no le quedó más opción que quedarse en el lugar menos indicado para él y JongIn ese día. Por momentos odio a TaeMin, sumando a todo esto el que se haya visto obligado a dormir en el hediondo e incomodo sofá, no podía dejar solo a JongIn.

*Fin flashback

Se despertó temprano, aquello ya se le había hecho una costumbre, pues todos los días de su vida había sido así.

Ya no podía permitirse ver tal desorden sin hacer nada al respecto, por lo que indagó por toda la casa de JongIn hasta encontrar implementos suficientes para llevar a cabo la limpieza del hogar, pasando cada cierto periodo por fuera de la habitación de el moreno para revisar su estado. Aún no despertaba. Como era un hombre bastante genial (su ego por los cielos) al mismo tiempo en que limpiaba le preparaba un delicioso desayuno a JongIn, sumado a eso y para acompañar sus acciones tarareaba una que otra canción. Inconscientemente se sentía feliz, y sonreía... Sonreía ampliamente.