La verdad KyungSoo no había logrado conciliar bien el sueño la noche entre el 06 y 07, no porque estuviera preocupado por algo en especial o quizás si. El día de ayer habían ocurrido unas cuenta cosas que lo descolocaron completamente, entre ellas la escena de celos que le brindó su hyung SuHo tras relatarle que una persona "X" le había besado, y no es que le haya contado porque quería, sino que la marca no pasó desapercibida ni con una bufanda ante los ojos de SuHo y BaekHyun. La primera parte le hizo una escena nunca antes vivida por KyungSoo que lo dejó hundido en la vergüenza por los gritos que soltó SuHo insistiendo en que Soo le dijera quién había dejado tal marca en su blanquecino cuello. La segunda parte solo logró que Soo se sintiera avergonzado y no dejará de pensar ni mientras orinaba en los labios de Kai sobre su cuello, y es que el puerco de su mejor amigo solo le aconsejo follar, follar y follar. Vaya, que mente más amplia la de su amigo.
Era una nueva mañana, nueva y en ningún aspecto igual a las anteriores ¿por qué? Partamos por las ojeras que adornaban los ojos de Soo, sigamos por el hecho de que cada minuto pasado era una neurona menos en la cabezota de éste mismo, finalmente, su cordura poco a poco disminuía y todo a causa de su paciente/vecino. Qué genial.
Sus mejillas se teñían de un tono carmín a cada segundo, ya que la única imagen despierta en su mente era la de ese maldito pasillo, esos labios, esas sonrisa, esa puerta... Tras esa puerta... ¡Agh!
Intentó despejar cualquier pensamiento sacudiendo un par de veces. Genial, era viernes, nada mejor. Y como cada mañana se dio una ducha, pero esta vez de agua fría para despejarse un poco, lo necesitaba porque desde hace dos días estaba viviendo dentro de una burbuja, era como si le hubieran lanzado algún tipo de hechizo, no lo sabía.
Ducha, orden, desayuno, y trabajo. Esa era la descripción de toda su mañana, pero se vio un tanto interrumpida cuando al salir de su departamento se quedó pegado observando la puerta de enfrente, solo para soltar ahí un dulce "buenos días", esperaba que JongIn ya estuviera despierto... La verdad esperaba que saliera e hiciera lo mismo que el día de ayer. La marca aún seguía sobre su cuello. Y nuevamente sacudió su cabeza, regañándose mentalmente, ¿por qué estaba siendo así? Sin duda esta faceta no era de él.
Bajó por las escaleras, tomó su bicicleta y su día laboral había comenzado.
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Así como a las 13:00 su día había comenzado, no le preocupaba, los viernes no hacía nada. La noche anterior había llamado a su inseparable "amigo" TaeMin para que éste se deshiciera del cuerpo de la chiquilla. No sufrían los mismo trastornos, TaeMin era fanático de la necrofilia, por esta razón había asesinado a su hermana mayor para luego follarla, él lo recordaba con una sonrisa y siempre recalcando las ganas que le traía antes de matarla. JongIn le veía con asco, y es que le daba asco los gustos de su amigo. Una vez lo intentaron internar y nadie sabe cómo se libró de aquel suceso.
La gente le podía mirar con asco, le podía señalar con los dedos a TaeMin no le importaba, después de follar en su congelador recolectaba los órganos de viriles cuando eran hombre, y pues de las mujeres no había nada que deseara rescatar. Por suerte se había topado a Kai, quien estaba más chiflado de él, eso lo notaba cualquiera, o bueno, al menos para él Kai era el más loco.
TaeMin se había quedado a dormir en el departamento de Kai, feliz por el polvo de anoche. Agradecía que su amigo asesinara a sus parejas sexuales cada noche, era divertido ayudarle. Bah, era completamente normal lo que ambos hacían, de lo contrario ya estarían presos.
Como siempre Kai lo mandaba a dormir al sofá, tan descortés. TaeMin creía que su cuerpo ya se había acostumbrado al pequeño sofá y que su olfato se había rendido al asqueroso olor a cigarrillo de los hogares de su amigo. Si, TaeMin no fumaba nada de nada, a pesar de que a veces Kai lo obligaba él se negaba rotundamente, en su panza algo se revolvía y la repugnancia ante esas cosas llegaba.
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Schizophrenia † [KaiSoo]
FanficDo KyungSoo, un psiquiatra de 27 años, enamorado por completo de su profesión. Es un chico solitario, su única compañía es su Luna, una perra de apenas 7 meses. Gracias a la ayuda de su mejor amigo, KyungSoo conoce al esquizofrénico asesino de psiqu...