XOXO [Gemeliers]

Capítulo 3

*NARRA ELENA*

Iba camino al parque, ya que había quedado con Raúl. No paraba de darle vueltas al mismo tema. No era todavía consciente de lo que acaba de pasar. Me tengo que mudar y quien sabe cuando, si dentro de años, meses, días o incluso horas. Además me he cortado... he vuelto a caer otra vez...

Voy caminando y más de una vez se me saltan las lágrimas. Llego al parque y busco con la mirada a Raúl. No lo veo. Que raro le dije que lo quería ver en cinco minutos aquí y yo llego 4 minutos tardes. Pensaréis que soy una posesiva, pero no. Me parece raro porque Raúl es el chico más puntual del planeta.

Me siento a esperarlo en el banco donde él y yo siempre nos sentamos. Mientras esperaba me fije en la zona donde se encuentran los columpios, los niños jugando... Me fije en un padre que empujaba el sillín del columpio para que su hija se pudiera columpiar. En ese momento se me saltaron las lágrimas ya que me recordaba mucho cuando mi padre me traía en verano a este parque y siempre jugaba conmigo en ese columpio.

- Papá más fuerte.- dije mientras me reía.

- ¿A sin?.- dijo mi padre mientras empujaba con más fuerza.

En ese momento me caí del columpio y comencé a llorar.

- ¿Estas bien?.- dijo levantandome del suelo.

- Me duele la rodilla.- dije llorando.

- Ay mi niña.- dije mientras me besa la rodilla.- Tranquila nunca te dejare sola. Siempre estaré a tu lado.

Comencé a llorar. Mi padre me juró que siempre estaría a mi lado...pero no es a sin. ¡¿Pero donde esta Raúl?! Cuando más lo necesito no aparece... Decido levantarme para ir a buscarlo ya que han pasado 15 minutos y no ha dado señales de vida, a lo mejor esta por otra zona del parque.

Comienzo a caminar paso por la parte de los columpios, los bares... pero nada. Ya no se donde más buscar. Pero en ese momento pienso que cerca de los bares había una fuente donde Raúl y yo íbamos algunas veces.

Ya veía la fuente de lejos. No había nadie, ya que allí iba muy poca gente, excepto una pareja que se estaban besando. De lejos se parecía a Raúl, por su forma de vestir, pero él nunca seria capaz de hacerme algo a sin. Cada ves que me iba acercando un poco más, más me parecía. Yo pensaba que no era él, ya que se dice que todo el mundo tiene un doble en esta vida, pero no... me equivocaba. El chico que se estaba besando no era otro, si no Raúl.

- ¿Te lo estas pasando bien?.- dije apunto de llorar.

Raúl se dio la vuelta y se quedo mirándome boquiabierto. La chica con la que se estaba besando estaba por atrás riéndose con maldad y de pronto le pasa los brazos por el cuello de Raúl. Era rubia, alta y yo creo que operada de pecho porque no era normal...

- Elena, no es lo que piensas...- dijo apartandose los brazos de la rubia de bote de su cuello.

- Entonces, ¿qué es esto? Que me vas a decir, ¿qué estabas aburrido y tenías ganas de divertirte?

- Elena, creeme. Ella se me abalanzó.- dijo acercándose a mi.

- ¡No te acerques!.- dije empujándolo.

- Elena, de verdad, creeme.

- Raúl no mientas, didle la verdad.- dijo la rubia mientras le acariciaba el rostro a Raúl.

- Tú te callas.- dijo Raúl apartándole las manos de su cara.

- ¿De qué verdad habla?.- dije apunto de romper a llorar.

- No le eches cuentas, esta loca.- dijo Raúl.

- ¿O se lo dices tu o se lo digo yo?.- dice a rubia desafiando a Raúl.

- No te vas a atrever.- dice Raúl.

- ¡Joder! ¡Decidlo ya!.- dije poniéndome nerviosa.

- Tu querido novio lleva engañandote conmigo desde hace 4 meses.- dijo la rubia.

- ¿C...como...? ¿4 meses?.- dije.

Me quede en estado de shock. No podía ser... ni más ni menos que cuatro meses. Llevamos de novios 6 meses, es decir, que solo dos años estuvo verdaderamente conmigo. Bueno ha saber si en esos dos años no ha estado con otra.

- Elena... No es verdad...

- Ol-vi-da-me. Venía a decirte que me tenía que ir de Madrid y que no quería porque te perdería y eres lo que más quiero en este mundo, pero sabes... estoy deseando irme de esta puta ciudad donde mi padre murió y un capullo me puso los cuernos.- dije llorando.

- Elena, perdoname.- dijo suplicandome.

- Vete a la mierda.

Después de decirle eso me di media vuelta y me fui.